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Narra Carolina Kopelioff:

Ya era otro día, y me encontraba en la escuela, precisamente en la tercera clase: Matemáticas.

Estaba con Lena, Ori y Chiara haciendo un trabajo en aquipo, cuando en eso...

- Caro, el Bernasconi - Dijo Lena con cara de sorpresa. Aunque a decir verdad, no lo creí nada, ya que seguido solía hacerme esas bromitas.

- Ay si ajá, no te creo nada - Dije mirándola obvia.

- No enserio - Dijo mi amiga mirando a la puerta.

- Ya te dije que no te creo nad... - Estaba diciendo mientras volteaba a la puerta y lo vi ahí - A la puta mierda - Dije de inmediato y me volteo rápidamente a ver a Lena.

En eso, veo que estaban pidiendo dinero, al parecer era una colecta, ya que es estaba en la sociedad de alumnos.

- Mierda - Murmuré y seguí haciendo el trabajo, el cual consistía en tres ecuaciones, solía entenderlas bien, pero con él aquí presente, me resultaba difícil concentrarme.

- Ok, entonces menos B es igual a seis, así que A es... ahh mierda, no me puedo concentrar - Hablé frustrada.

- Pues ahora menos, ahí vienen - Me susurró Lena y yo abrí mis ojos por el miedo.

En ese momento, Ruggero y Agustín se acercan hacia nosotras.

- Quieren cooperar? Si quieren les damos cambio - Habló Ruggero, riendo ante lo último.

- Ah, si - Dije y le pasé un billete de veinte.

- Ten Agus, ve por el cambio - Le dijo a Agus y el solo asintió, mierda eso significa que el me va a...

- Wuuu Caro - Dijo Lena en tono de burla.

- Shh Callate - Le dije en un susurro.

En eso, veo que Agus se dirige hacia nosotras, o mejor dicho... a mi, se pone frente a mi y habla.

- Cuanto los veinte? - Preguntó divertido y yo solo negué con la cabeza - Quince? - Preguntó de nuevo y volvía negar - Diez? - Solo reí divertida al igual que el - Cinco? - Cuestionó con tono burlón.

- Ajá - Contesté, extendi mi mano y me puso las monedas en esta, para después irse.

Después de un momento de silencio, ellos seguían allí, pero en ese momento, algo en mi cabeza hizo "click" y reaccione.

- Wey... ¿Le acabo de hablar? - Pregunté al aire, aunque mas que pregunta sonó como afirmación.

- Wey, fue para el cambio - Contestó Lena divertida.

- Pero le hablé - Dije obvia y ella solo rodó los ojos divertida - En estos momentos es cuando mas extraño a Ana - Susurro, pero al parecer Lena logró oírme.

- Por que? - Preguntó curiosa.

- Ya sabes... siempre que le contaba algo o pasaba algo así... siempre se emocionaba, incluso mas que yo - Reí con nostalgia ante lo último.

Ya nos encontrábamos a la hora de club, pero como el profe aun no llegaba, salimos a la baranda, yo iba pasando lentamente por la baranda con mis dedos sobre esta, mientras miraba hacia abajo, y fue ahí cuando lo volví a ver, aunque estaba de espaldas, pero en eso, se dio vuelta y voleó hacia arriba, donde yo me encontraba; cruzamos miradas unos pocos segundos, y luego las apartamos.

Todo esto es raro, al momento en el que pasa, quiero sonreíle, saludarlo, lo que sea, pero es como si mi cuerpo no reaccionaba y se quedara congelado.

Minutos después llegó el profesor y entramos a clase. La clase fue pasando, y con ella, también el día, ya me encontraba en mi casa, acostada en la cama boca arriva viendo el techo, pensando en lo ocurrido hace algunas horas.

- No lo puedo creer - Susurro - Relativamente, digamos que... le hablé - Murmuré.

Me levanté de la cama y me puse frente al espejo - Le hablé... después de casi dos años de no cruzar palabras... le hablé - Me dije a mi misma y sonreí.

Ya había pasado el fin de semana, y ya era lunes de nuevo, las clases iban transcurriendo normal, aunque un tanto aburridas, pero al fin ya era la última hora: club.

Fuimos al salón, dejamos nuestras mochilas en los hacientos serca de la bentana y como siempre, salimos fuera de este hasta que el maestro llegó y tuvimos que entrar de nuevo.

Me senté en mi banca, y mientras que el profe explicaba algo del tema, yo tenía mi vista a través de la ventana, cuando en eso, veo pasar a alguien con un suéter amarillo, gris y azul, el cual conocia a la perfección y reconocería en cualquier lado, ya que su dueño era el mismísimo Agustín Bernasconi, pero ya que su salón se encontraba a un lado del mio intenté no darle tanta importancia, aunque fue inutil ya que Lena, la que estaba a un lado mío, habló.

- Caro - Llamó mi atención y la miré - Bernasconi pasó y se te quedó viendo - Dijo con tono emocionado.

Yo solo abrí un poco mis ojos, aun no me acostumbraba del todo a escuchar eso - No manches - Exclamé algo nerviosa.

El profesor comenzó a explicar sobre un tema, así que tuvimos que dejar de hablar.

El club trataba de la sexualidad, los adolecentes, el amor, amistades y todo eso, así que casi nunca nos ponía nada de trabajo y solo se la pasaba hablando del tema, aunque el día de hoy el tema me resultaba interesante.

Hoy estaba hablando sobre que, si alguien nos gustaba, lo mejor era decirselo, ya que, no perdías nada, ¿Por que? Simple, por que aún no tenías a esa persona, y si el o ella sentía lo mismo, ganabas, era sensillo, o ganabas o no ganabas, pero no perdías.

También dijo que no teníamos por que tener miedo de hablarle a esa persona que nos gustaba, ya que no era un monstruo, pero como explicarle que... a mi si me dava miedo!! Aunque mas que nada, eran nervios y un poco de miedo al rechazo, OTRO, rechazo. Era mas fácil que hacerlo hablarle era... simplemente, mi cuerpo no reaccionaba y... no podía, era casi imposible que algún día me animara y lo hiciera, cosa que el no entendía al parecer.

- Ya vez, Agus no es un monstruo - Me susurró Ori y ambas reímos.

- Que mas quisiera que hablarle, pero es mas fácil decirlo que hacerlo - Dije de igual modo.

Estas clases, en realidad me gustaban, me sentía identificada y era como que, indirectamente, me aconsejaban.

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MYA♡

Descifrando miradas [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora