Durante la cena, lo único que Kun puede pensar es en las bromas infantiles de Yangyang, la curiosidad sin fin de Hendery y la protección silenciosa de Xiaojun. Sus voces son el acompañamiento de sus días ahora, no importa cuántas veces las palabras de Sicheng se repitan en su cabeza como un disco rayado, no encuentra el modo de culparlos a ellos. Si se hubiera enterado de los acontecimientos antes de conocerlos, o incluso a pocos días tras hablar con ellos por primera vez, los habría creído ciertos porque son demonios, criaturas de otro mundo que posiblemente arde en llamas, un lugar que representa el mal.
Pero todo en ellos es bueno, inocente y atolondrado. Son sus chicos y no importa si todo el edificio piensa que fueron ellos, Kun va a defenderlos incluso sin saber la historia completa.
— Pero necesito saberla, ¿De qué otro modo podré protegerlos si algo sucede?
No hace el mejor trabajo para ocultar que su cerebro está en la luna, los chicos le preguntan constantemente qué tanto piensa y lo regañan por no escucharlos mientras ellos le hablan sobre las películas que vieron hoy en la televisión y lo lindas que se han puesto sus plantas, —al parecer han crecido unos cuantos centímetros—. Cuando es hora del postre le da a cada uno un bollo de piña acompañado de un vaso de leche tibia, Kun ríe a sus adentros de ver todas las migajas alrededor de sus bocas.
— Y entonces la niña regresó a su mundo, ¿Existen lugares así? ¿No tienes una puerta mágica que nos lleve a otro tú con ojos de botón?
— No existen lugares así Yangyang. —Responde entretenido, ¿Él con ojos de botón? Eso suena demasiado aterrador.
— Pero tendríamos que decidir si quedarnos allí o no, es una decisión difícil. —Comenta Hendery, su boca repleta de pan que logra tragar gracias a la leche.
— ¿Sería difícil? ¡No les hace falta nada aquí y los trato mucho mejor de lo que ustedes a mí! —Incluso les compró más colores porque habían roto las crayolas al pintar con demasiada fuerza, Kun se cruza de brazos indignado.
— ¡Tendría botones en vez de ojos! —Reitera el más joven, su movimiento al dejar el vaso en la mesa es brusco y unas gotas de leche salen volando.
— Eso suena a que sería una versión malvada de mí.
— No importa, de todos modos aún seríamos más fuertes, podríamos quemar a tu yo malvado si nos intenta hacer algo.
Y pensar que él quiere defenderlos. Las palabras de Sicheng reaparecen: la posibilidad de que ellos tuvieran algo que ver con la muerte de una solitaria mujer, los chicos han hablado de lo fácil que sería para ellos quemar su departamento o el modo en que deben controlar su fuerza para no romper nada o evitar lastimarlo. Técnicamente los demonios deben ser criaturas crueles por definición, no por nada existen las representaciones religiosas y las películas, ¿Pero qué tan ciertas pueden ser? Estos jóvenes son demasiado bobos como para herir a una mujer mayor.
Claro, lo hirieron a él en dos ocasiones, pero habían sido gatos en esos momentos, unos rasguños no significan nada.
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𝗤𝗶𝗮𝗻 𝗞𝘂𝗻 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼𝘀 】⛧ミ { Lukun ; Tendery ; Xiaoyang }
FanfictionKun se ha mudado a un departamento a muy bajo precio, cuando las ofertas de este estilo se presentan es normal esperar goteras en el techo o un par de ventanas rotas. No a tres demonios dispuestos a quedarse a como de lugar. "Creo que está embrujado...