𝗤𝗶𝗮𝗻 𝗞𝘂𝗻 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼𝘀 】⛧ﾐ { Lukun ; Tendery ; Xiaoyang }

29. El juego de lαs escondıdαs ミ☆

Guilin y los padres de Lucas resultan ser un absoluto encanto. La pareja emana una vibra positiva que parece ser un rasgo característico de todo miembro en la familia de Lucas. Había pensado que eso de que sus padres estuvieran emocionados por conocerlo fue sólo una mentira para convencerlo de ir al viaje, para sorpresa suya, la pareja lo había recibido con gran entusiasmo desde el momento en que aterrizaron en Guilin.

No es una exageración, pero los padres de su novio lo tratan como si fuera ya parte de la familia, supone que unas personas que tomaron la decisión de casarse una semana tras conocerse —y que continúan felizmente casados— no serían demasiado exigentes con el periodo de relación de su propio hijo, pero el modo en que siempre le incluyen en la conversación, muestran interés por sus aportaciones y toman fotos de él y Lucas constantemente le confirman que no hay más que aprobación de parte de la pareja.

El trío Wong le recuerda en cierto modo a los inquilinos en casa, en tanto que son ruidosos, bastante animados y parecen listos para recorrer todo Guilin en tres días, queda claro que el bombero obtuvo su energía inagotable no de uno de sus progenitores, sino de ambos. Apenas tuvieron tiempo suficiente para dejar sus maletas en el hotel antes de ser arrastrados a recorrer las calles de la ciudad en busca de buena comida. Kun no tiene suficientes palabras para expresar lo fabuloso que es probar platillos exquisitos sin tener que preocuparse por prepararlos él mismo.

La sesión de preguntas era más o menos esperada, aún así, fue difícil mantener el ritmo para responderlas todas sin esconderse en la silla por la vergüenza.

— ¿Cómo se conocieron?

— ¿Cuánto tiempo llevan saliendo?

— ¿Dongyu no se entromete mucho en su relación?

— ¿Van a mudarse juntos?

— ¿Han pensado en el futuro?

— ¿Cuándo será la boda?

Muchas preguntas que ponen nerviosos a los dos jóvenes, Lucas logra convencer a sus padres de estar adelantándose demasiado y que a diferencia de ellos, su relación no avanza tan rápido; a pesar de ser un poco abrumadores en energía, Kun encuentra la dinámica de aquella familia bastante agradable. Ríen mucho y se preocupan poco de los itinerarios, simplemente disfrutan de la ciudad dejando que las sorpresas y las recomendaciones de los residentes los lleven a la próxima atracción.

El segundo día se encuentran en el parque Riyue Shuangta, la madre de Lucas había decidido que hoy se darían un rato de relajación contemplando el río, meditar y absorber la energía de la naturaleza, cosa que Kun agradece mucho.

— De noche las luces del puente se encienden, es una lástima que tengamos tantas cosas que hacer y no podamos verlas. —Comenta la mujer sentada frente a él en el bote turístico.

— Tonterías, regresaremos en la noche, no vine a Guilin para perderme de las cosas más emocionantes. —Dice el hombre de familia, sosteniendo una gran cámara que no ha dejado de tomar foto tras foto, lo ha visto cambiar la memoria ya dos veces.— ¿Les parece bien, chicos?