Tras recuperar energía en el inframundo Xiaojun se siente listo para cometer cualquier travesura, estar lleno de poder le pone de buen humor y lo vuelve un poco travieso, más dispuesto a seguirle el juego a sus tontos amigos. Sin embargo, Kun ha descubierto que hace unos días practicaron su transformación en la azotea al tratar de imitar animales grandes del mundo humano, una mujer que vive en los departamentos superiores juraba que había escuchado un elefante, —Yangyang había insistido en que podía transformarse en una cría de aquella criatura, no los había defraudado, ¡Incluso imitó su singular sonido! — mientras que una pareja que conducía de regreso al edificio parecía haber visto tres canguros, nadie había creído sus historias, pero Kun estaba muy molesto por haber sido tan descuidados.
Así que lo mejor por ahora era mantenerse quietos, una partida tensa de Uno los tenía lo suficientemente entretenidos, Hendery y Yangyang habían apostado las galletas que robaron de las bolsas de compra de alguien en el pasillo —otro secreto del que Kun no debe enterarse—, él estaba muy entretenido mirándolos hacer la guerra con miradas.
— Están muy callados, ¿Qué traman? —Pregunta Kun asomándose a la habitación donde los había confinado, totalmente desconfiado de ellos.
— Luchan por su honor. —Responde acostumbrado a esta clase de ambientes, cuando entran en modo competitivo no hay nada que los detenga.
— No van a pelar como gatos, ¿Verdad? —El humano los mira extrañado, debe ser la primera vez que ve a esos dos tan callados.
— Shh, me desconcentran, estoy planeando una jugada maestra. —Musita Hendery, que lleva casi cinco minutos decidiendo que carta colocar.
Xiaojun rueda los ojos, a veces sus amigos son unos completos idiotas, preferiría estar haciendo alguna maldad en vez de lidiar con su naturaleza competitiva. En ciertas ocasiones se volvió un poco peligroso, cuando las cosas se les van de las manos esos pueden llegar a pelear seriamente, pero esto es sólo un juego de cartas por el honor de ganar unas galletas, así que Xiaojun no se preocupará a menos que los vea invocar las flamas en sus manos.
Decide abandonar la partida ya que jugar de ese modo no es nada divertido, por no decir demasiado tardado, será mejor escapar antes de acabar de intermediario en sus discusiones como usualmente sucede. Sus amigos no mueven un dedo al verlo salir de la habitación, Xiaojun va a la cocina donde encuentra a Kun cortando unas piezas de fruta coloridas y decide que eso le llama mucho más la atención.
— ¿Qué haces? —Le pregunta esperando encontrar mayor entretenimiento allí.
— Paletas de fruta, son sanas y muy deliciosas, quiero disminuir su consumo de helado. —Responde el más alto tras terminar de cortar la última fruta color rojo y de buen olor.
— Pero es delicioso. —Abulta los labios porque, si bien no es el mayor fan del helado como Yangyang, es uno de sus postres favoritos.
— Y les doy demasiado, tendrán caries si sigo alimentándolos con tantos dulces.
Kun ciertamente les trae muchos caramelos, bastante dulces de diferentes olores, colores y formas, a veces Ten llega y les comparte de su propia ración. Se supone que es un secreto, pero Sicheng y Lucas a veces les dan dulces cuando Kun no mira, el humano que vive al otro lado del pasillo suele tocar la puerta y obsequiarles pequeños caramelos en grandes cantidades, diciéndoles que deben mantenerlo en secreto para que Kun no le regañe por esos regalos. Siempre se los terminan antes de que puedan descubrirlos, Xiaojun supone que si Kun les quita algo de los dulces que él mismo proporciona no importa mucho pues tienen otros humanos que les proveen de ellos.
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𝗤𝗶𝗮𝗻 𝗞𝘂𝗻 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼𝘀 】⛧ミ { Lukun ; Tendery ; Xiaoyang }
FanfictionKun se ha mudado a un departamento a muy bajo precio, cuando las ofertas de este estilo se presentan es normal esperar goteras en el techo o un par de ventanas rotas. No a tres demonios dispuestos a quedarse a como de lugar. "Creo que está embrujado...