23. Lα mαgıα de lα nαvıdαd ミ☆

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Kun se encuentra nervioso y tiene motivo paraestarlo, es el anfitrión de una cena de navidad con su mejor amigo, tres demonios y dos de sus vecinos. Los chicos se han comportado sospechosos últimamente, lo miran y muran cosas que parecen ya sean serias o motivos de risas cómplices.


Algo traman, su instinto —paterno, según Ten— se lo dice. Pero hay muchas cosas que cocinar y un departamento que limpiar, así que enfoca toda su atención a estas tareas. Chittaphon está obligado a ayudarlo ya que su metida de pata le costará todo el próximo año para ser perdonada.


— ¡No es justo! ¿Por qué ellos hacen las galletas y yo limpio tus trastos? —Expresa su disconforme el tailandés, lavando con ira las cazuelas sucias.


— Porque estás castigado. —Es su respuesta, sin molestarse en dejar de instruirle a los chicos cómo decorar las galletas.— Y no, Hendery, no vas a ayudarlo.


El mencionado elabora un pequeño puchero antes de regresar a su labor de apretar con suma delicadeza la manga pastelera con glaseado amarillo para hacer líneas en los pinos recién pintados con el color verde. Llámenlo sobreprotector, pero Kun no quiere lidiar con el primer amor de uno de sus demonios todavía, cuando pase la navidad pensará qué hacer respecto a ello, mientras tanto los mantendrá separados.


Xiaojun se encarga de dibujar esferas rojas, algunas son bastante más grandes que otras, pero Kun les dice a los chicos que su decoración es perfecta, eso les hace sonreír y anticipar aún más la hora de comer las galletas. Las de forma de bastón ya están listas así que sólo deben terminar con los pinos y dejar el glaseado reposar.


Ten sigue quejándose y diciendo cosas sobre el perdón y la compasión y cómo Kun no posee ninguna de ellas. Durante ese momento todo está bien, tanto que casi puede olvidar que los chicos tienen algo en mente y que Sicheng y Lucas irán a su departamento a pasar noche buena.


No tienes que ponerte nervioso, nada malo puede suceder esta noche.


Mira su árbol de navidad, de algún modo tiene que poner allí los regalos sin que los chicos sospechen que él es el responsable. Tiene las cartas guardadas bajo su colchón, los demonios habían estado tan sorprendidos cuando a la mañana siguiente de escribirlas éstas habían desaparecido. Ten no desaprovechó la oportunidad para recordarles que Santa tenía sus deseos en manos y estaría observándolos de cerca para decidir si debía cumplirlos o enviarles carbón.


Debe decir que, cuando menos, la mentira de Santa ha aplacado un poco su comportamiento, Yangyang disminuyó el número de bromas mientras que Hendery juró no robar nada hasta terminada la navidad, Xiaojun por su lado limpia su habitación y ordena siempre tras que juegan. Ahora entiende por qué los papas dejan esta magia vivir tanto tiempo, tiene sus ventajas.


Ten le pidió ver las cartas, pero Kun las guarda con recelo, tienen palabras muy lindas y quiere tener el privilegio como cuidador de ser el único capaz de leerlas.


No muy tarde sus vecinos tocan la puerta de entrada, Hendery les abre y los saluda con entusiasmo. El bombero se presenta y Kun piensa dos cosas: 1. Que el modo en que los demonios observan al joven no le da buena espina; 2. Ese suéter cuello de tortuga color vino le queda de maravilla.

𝗤𝗶𝗮𝗻 𝗞𝘂𝗻 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼𝘀 】⛧ミ { Lukun ; Tendery ; Xiaoyang }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora