CAPITULO 23 : DÍA 19- HUELGA

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La noche de insomnio empeoró con los reclamos de Heechul a Heebum en la sala.

_ ¡Maldito desagradecido, esto es imperdonable!_ Heechul hyung no era de alterarse tan temprano en la mañana, por lo general esperaba mínimamente hasta haberse lavado la cara. Pero lo que fuera que hubiese hecho el viejo Heebum sacó de sus casillas a Hyung. Perezosamente salí de mi cama para terminar de conocer la razón del enfado de Heechul hyung.

_ ¿Qué ha pasado?_ pregunté a Shindong pues salimos al mismo tiempo de nuestras habitaciones y nos encontramos cara a cara. Para él también los gritos de Heechul hyung funcionaron como un despertador. Shindong alzó sus hombros en señal de ignorancia, arrastramos juntos los pies hasta la sala y el espectáculo era digno de verse.

Heechul estaba en ropa interior cubierto por una bata a medio poner y con el cabello mojado dejando caer gotas sobre la alfombra y en la mano la toalla para cabello con el diseño del rey león que tanto le gustaba. Frente a él Heebum se daba, a su estilo, un baño en sus partes íntimas, ajeno a los gritos de su dueño.

_ ¿Hyung?_ pregunté pues seguía sin entender lo que estaba pasando

_ ¡Joungwoon huele!_ ni si quiera se molestó en saludar, puso su puño sosteniendo su amada toalla en frete de mi nariz, en menos de un segundo el hedor desagradable de orín de gato invadió mis fosas nasales, despertándome de forma definitiva y aumentando mi molestia.

_ ¡Hyung qué asco!_ reclamé. Shindong, retrocedió advertido por mi reacción y también para evitar ser víctima de los aromas de Heebum

_ ¡Sí, asco!_ me dijo también con enfado_ ¡Ves gato mal agradecido! ¿Dime qué te he hecho yo, ¡eh!? Hasta huele peor que los pies que Hyukjae

Su discurso contra el gato continuó pero no lo terminé de escuchar corrí hasta el baño para lavarme la cara con abundante agua y jabón ya que el fantasma del hedor en la toalla me perseguía.

La alarma del celular sonó y recordé ese mismo instante que tenía menos de dos horas para prepararme y llegar a las salas de sonido para ensayar el repertorio del miniconcierto con Kyuhyun y Ryeowook.

Llegué con dos minutos de antelación a la hora acordada, saludé a los hyungs y sunbaes encargados del sonido. Ryeowook y Kyuhyun llegaron juntos reclamándome por no haberlos esperado y actualizándome con el estado de ánimo de Heechul hyung.

_ Al final resultó que Siwon dejó caer la toalla cerca de la caja de arena_ comentó Kyuhyun muy divertido.

_ Y Heebun simplemente se quedó dormido en el sofá mientras Heechul hyung volvía su ira contra Siwon hyung- acotó Ryeowook

_ Qué bueno que no me quedé_ suspiré

_ Sí, nos dejaste atrás con los gritos de hyung_ reclamó Kyuhyun sin esconder la diversión que le traía recordar a nuestro compañero

_ Creo que deberíamos comenzar lo antes posible_ comentó Ryeowook, sacándose la gorra y acomodando su cabello

No tenía ganas de reclamar nada, Ryeowook tenía razón, el tiempo siempre nos faltaba cuando teníamos agenda ocupada en el futuro. Miré de reojo en toda la habitación y no vi nada sospechoso.

Comenzamos las grabaciones del soporte de audio para las canciones del concierto. Para mi fortuna tanto el director de audio como el asistente estaban de humor para soportar mis fallos y los de Ryeowook, el único impaciente y enfadado era Kyuhyun, pero debía callar porque era el menos indicado para reclamar, al menos para ese concierto.

Terminamos cuatro horas después, mi garganta estaba un poco sensible. Caminé hasta la máquina expendedora más cercana y busqué un poco de té caliente. Introduje mi moneda y elegí el té de durazno pero no salió. Miré atentamente a la diminuta pantalla "gracias por su compra" me mostraba; pero el té no había salido del aparato. Di una leve palmada a la máquina y antes de cometer un atentado a la propiedad privada saqué otra moneda, la inserté y nuevamente, nada.

_ Joven, las máquinas están malogradas_ Un hombre canoso con el uniforme de limpieza demasiado holgado señaló hacia mi izquierda. Di un rápido vistazo y en un pequeño papel blanco estaba escrito aquello que el anciano me había dicho

_ Ah, ya veo gracias_ el anciano continuó su camino mientras yo me quedé hasta estar solo nuevamente. No podía irme sin una revancha. Di una patada al contenedor de basura y salí corriendo de allí. Murmurando maldiciones como cuando era un trainer y esas dos monedas significaban que pudiera cenar algo o nada.

Llegué a casa junto a Ryeowook, él tenía que cambiarse y volver a salir, mientras que yo debía de buscar las letras de una canción que hacía poco me habían enviado con la finalidad de hacer las pruebas de voz. Salí del estacionamiento directo al ascensor, lo detuve en el primer piso y cuando estaba por llegar al área de buzones me detuve con una gran preocupación.

_ ¿Por qué estoy haciendo esto?_ me pregunte de forma severa. Estuve parado en el mismo lugar por mucho tiempo, mirando hacia los buzones de correo. La noche anterior no había tenido ninguna carta o nota por su parte. Sin embargo allí me encontraba a medio camino de ir a verificar mi correo con la escalofriante idea de que Ha Joon posiblemente me habría dejado una nota. Sin embargo tenía otro sentimiento más abrumador, la ansiedad preocupante de imaginar que no habría nada a pesar de mis expectativas.

_ Buenas tardes, ¿ocurre algo malo?_ el portero apareció frente a mí con su típica sonrisa cansina

_ No, es sólo que recordé algo de forma intempestiva_ mi pretexto sonó ridículo incluso para mí, pero al portero pareció no importarle, hizo una venia y dio media vuelta_ Disculpe_ hice que se detuviera_ ¿por si acaso hoy vino alguna chica a dejar una carta?

_ ¿Una?_ las arrugas de su rostro resaltaban cuando hacía muecas de extrañeza, la comisura de sus labios se elevó pero mantuvo los labios apretados como intentando ocultar su risa_ Normalmente vienen más de diez, pero como me indicaron a mí no dejo que entren al área de buzones sin una buena razón_ mis mejillas se tiñeron de rojo, estaba seguro, me ardían. Fui yo en esa ocasión quien dio media vuelta.

_ Gracias_ grité mientras apresuraba mi paso hacia el ascensor. Los segundos que se demoró en cerrar y llegar hasta mi piso me parecieron eternos.

Tan pronto como entré al departamento entré en mi habitación y fingí una enérgica búsqueda, aunque en realidad sólo estaba moviendo mis cosas de un lado a otro. Pasaron veinte minutos y los goles en mi puerta interrumpieron mi labor ociosa.

_ Te ha llegado esto_ kyuhyun estaba maquillado y claramente cansado, traía entre sus manos un paquete marrón y por el rótulo sabía que se trataba de uno de los proveedores de la tienda de gafas.

_ Gracias, ¿ya terminaste por hoy?_ me daba pena cada vez que veía a alguno de los chicos en ése estado, incluyéndome claro.

_ Vine a darme una ducha, debo salir hacia una isla en el sur dentro de unas horas_ con pesadez vi como Kyuhyun arrastraba sus pies hasta su habitación. Antes de que alcanzara su puerta corrí hasta las gavetas de mi baño y saqué un par de botellas pequeñas.

_ ¡Kyuhyun!_ lo alcancé ya dentro de su habitación, él volteó con una expresión de solemne cansancio_ bébete uno antes de tu viaje y el otro antes de comenzar a grabar_ las dos botellas que le alcancé desaparecieron de mis manos en un parpadeo.

_ Oh hyung, gracias muchas gracias_ Kyuhyun tomó ambos energizante con entusiasmo. Eran de las mejore y también de las más caras_ sabía que eras el único que se preocupa verdaderamente por mí_ estaba exagerando pero me alegró ver que su mirada se iluminaba

_ Veo que tú los necesitas más que yo_ le comenté y por respuesta me dio una sonrisa irónica.

_ No voy a rechazar tu amabilidad pero sinceramente hyung, hoy tu pareces el más agotado. Debo apresurarme, gracias nuevamente_ corrió para entrar hacia la ducha dejándome pensando en una respuesta a su comentario.

Al volver a mi habitación, vi el paquete que Kyu había traído hasta mi habitación. Lo tomé y me senté en la cama para poder abrirlo con comodidad, recordando que hacía un par de semanas le había pedido al proveedor propuestas de nuevos diseños y adaptaciones que habíamos sugerido con mi hermano.

A penas rasgué la primera capa de la envoltura cayó un retazo de papel. Un escalofrío me recorrió la espalda y tuve un mal presentimiento. Miré por un buen rato el papel dudando entre si levantarlo o ignorarlo. Opté por lo primero, lo levanté, lo desdoblé y vi la única palabra escrita con tinta roja.

"HUELGA

LHJ"

EL RETOWhere stories live. Discover now