Bravucona (Spidervel)

Capítulo 1

Narra Peter Parker:

El día en la escuela estaba muy tranquilo, fui a mi casillero y para mi sorpresa, la capitana del equipo de fútbol femenino estaba rescotada en mi casillero.

Carol: oye, nerd. Tu cordón está desatado.

Peter: ¿Qué?, oh, gracias - Me agaché para atarme los cordones, y Carol me dió una patada en los testículos - AHHHHH!

Carol: Lo siento, Peter, ¿he rozado tus preciosos testículos? - Dijo con una sonrisa sádica - Déjame ayudarte a levantarte - Dijo riéndose.

Luego agarró mis calzoncillos y me los jaló por el trasero, me levantó unos centímetros del suelo, dándome un doloroso calzón chino. Sentí como las trusas se metían en mi trasero y como comenzaban a apretar mis genitales.

Peter: ¡Ah! - Lloré.

De repente, un grupo de porristas vino a ver qué estaba pasando, Noté que un par de chicas se reían, pero sentía demasiado dolor para notarlo.

Carol: Aw, pobre bebé, tal vez sería de mayor ayuda si no tuvieras nada puesto. Permíteme ayudarte con eso - Dijo mientras me quitaba mis pantalones y mi camisa, dejándome solo las trusas blancas, allí estaba, sonrojado frente a un grupo de porristas con nada más que un par de calzoncillos.

Peter: ah - Dije con la cara roja.

Carol: Sabes, no necesito tus calzoncillos, pero lo tomaré de todos modos, porque soy mala - Dijo riéndose.

Peter: no, por favor, no lo hagas - Dije con miedo

Carol: Hmmm, tienes razón

Peter: Gracias - Dije aliviado.

Carol: ¡VOY A ARRANCARLOS! JAJAJA - Gritó la rubia.

Peter: Oh no - Dije mientras me daban un calzón chino doloroso. Tiró más fuerte mientras las chicas se echaron a reír, y miraban el evento divertidas. Finalmente los calzoncillos se rasgaron dejándome completamente desnudo y con dolor.

Carol sostenía a las trusas destrozadas como un trofeo mientras las porristas aplaudía. La peor parte fue que hacía un poco de frío, las chicas vieron mi pequeño pene y se comenzaron a reír.

¡Que chiquito pene! - Se rió una porrista.

¡Es tan pálido que deberíamos atarlo al asta de la bandera para que pueda broncearse! - Se rió otra porrista.

Mira, es pequeño, pero tiene un pene ahí abajo - Dijo una porrista sonriendo.

¡¿Qué?! ¿Es una broma? Yo pensé que era una niña - Dijo una porrista riéndose como una loca.

¡Su trasero es muy pálido! - Se rió otra porrista.

¡El gran trasero blanco! - Se rió a carcajadas otra porrista.

¡Nunca tendrá sexo! - Se rió otra porrista.

En este punto estaba tan rojo como un tomate, estaba asustado y avergonzado, las chicas comenzaron a tomar fotos y me fui corriendo asustado. Corrí a mi casa completamente desnudo, no me importaba nada en ese momento, estaba muy humillado.

Nunca olvidaré ese día, no me dejan, todos los días las chicas se burlan de mí por el tamaño de mi pene, les digo que ese día hacía frío, pero eso solo las hace reír aún más.