Bravucona (Spidervel)

Capítulo 16

Carol salió de los vestuarios con su ropa casual y caminó por los pasillos, silbando mientras se dirigía a su siguiente clase.

Mientras seguía caminando, notó que alguien caminaba a su lado fuera de su visión periférica. No mostraron signos de caminar adelante o volverse para ir a otro lugar. Carol echó un vistazo. No tenía ninguna conjetura sobre quién era, pero seguramente no esperaba que fuera Gwen Stacy.

Carol: ¿Gwen? ¿Ahora que quieres? - Preguntó enojada.

Gwen: Voy a darte lo que tú te mereces - Dijo con el ceño fruncido.

Carol: ¡¡Huy!! ¡¡Qué miedo!! ¿Qué vas a hacer? - Dijo burlándose.

Gwen corrió directamente hacia Carol. Carol intentó agarrarla, pero falló cuando Gwen lanzó sus piernas hacia adelante y se deslizó debajo de Carol y entre sus piernas. Lo siguiente que Carol supo fue que Gwen estaba parada directamente detrás de ella.

Gwen: ¡Calzón chino! - Gritó emocionada.

Los ojos de Carol se abrieron de par en par cuando sintió que la chica metía las manos en la parte de atrás de sus pantalones, agarró fuertemente la parte de atrás de su ropa interior y se la levantaba. Carol dejó escapar un vergonzoso chillido de dolor cuando sintió que su braga se metía profundamente por su trasero. La multitud que se había reunido estalló en carcajadas.

Carol: AHHHHH!!! - Gritó adolorida.

Carol sintió que su ropa interior se metía por su vagina y le dolía mucho. La tela negra se había estirado hasta la cabeza de Carol.

Gwen: Agradable - Dijo con una sonrisa Malvada.

Gwen jaló más fuerte la tela, y el algodón se hundió tan fuerte en su vagina que casi pudo saborearlo. Un pequeño hoyo empieza a aparecer en la braga de Carol.

Wow, así que esto es como se siente... Le debo una disculpa a mucha gente... - Pensó Carol.

Gwen soltó la braga y salió corriendo antes de que Carol pudiera reaccionar en consecuencia. Gwen fue hábil para escabullirse entre la multitud, lo que significaba que ver hacia dónde se escapaba era casi imposible. Carol pudo haber corrido tras ella, pero la incomodidad y la humillación del calzón chino frenó esto.

Carol gruñó indignada mientras la risa continuaba. Su ropa interior estaba metida en su trasero y en su vagina, y estaba colgando sobre su pantalón. Ella gimió y metió su mano por la parte de atrás de sus pantalones para sacar su ropa interior de su trasero. La multitud continuó riéndose por eso.

Carol comenzó a caminar hacia su siguiente clase. Ignoró las risitas y los dedos señaladores mientras caminaba con las piernas arqueadas, y la braga estirada y suelta que rebotaba encima de su pantalón.

¿Cómo diablos soportar Peter esto todos los días? - Pensó Carol, haciendo una mueca de dolor.