Bravucona (Spidervel)

Capítulo 8

Narra Peter Parker:

El día paso muy tranquilo, las clases pasaron lento pero a mi no
me molestó en lo absoluto ya que mi mente estaba ocupada. ¿Cómo iba a pasar una hora con Carol Danvers? La persona que se ha encargado de hacer mi vida un infierno desde que llegué aquí.

Pueden retirarse, alumnos - La voz del maestro me sacó de mis pensamientos, era la última clase, lo que significaba que mi castigo comenzaba.

Guarde mis cosas en mi mochila y me dirigí al gimnasio, mientras caminaba por el pasillo deseaba que Carol se hubiera escapado y me dejara el trabajo a mi.

Carol: ¿Adónde vas, Gusano? ¿No ibas a esperarme? - Dijo detrás de mí.

Peter: Creí que... Estarías allá - Dije nervioso y muerto de miedo.

Carol: Hagamos esto rápido - Dijo con una voz fría y el ceño fruncido.

Caminé a su lado por el pasillo y... huele bien, una combinación de uva y menta que... Pero ¿Qué hago pensando en el perfume de Carol? ¡Basta!

Llegamos al gimnasio y ahí estaba la entrenadora Natasha Romanoff.

Natasha: Carol y..... ¿Peter?, Cuando Hill me dijo que era usted uno de los castigados no lo creí - Dijo sorprendida - Bien, aquí están las llaves del armario de gimnasio, las dejan en la dirección cuando terminen - Le entregó las llaves a Carol y se fue.

Carol: Anda, ayúdame... No haré esto yo sola - Se acercó a las colchonetas colocadas en el suelo, me acerque a su lado y la giramos, era pesada a pesar de que Carol me ayudaba - Menos mal solo uso dos - escuché a Carol murmurar y solté una pequeña risa, ella me miró al instante y yo desvíe la mirada.

Terminamos de doblarlos y los pusimos en el extremo del lugar, después guardamos los balones en una bolsa y los metimos al armario, todo lo hicimos en silencio y raramente se me hizo incómodo.

Carol: ¡Terminamos! - Gritó después de guardar la última bolsa.

Peter: Oye ¿Puedo preguntarte algo? - Dije tímidamente.

Carol: Sí, como sea - Dijo sin interés.

Peter: Pero por favor, no se moleste - Dije con un poco de miedo.

Carol: solo dime - Dijo con el ceño fruncido.

Peter: Bueno, es sobre cómo me has tratado hoy, siempre eres abusiva conmigo pero hoy no, fuiste casi..... Amable.

Carol: Ajá, bueno... Es por el castigo - Dijo con los cachetes rojos.

Peter: Solo digo que eres buena, no eres tan mala - Dije tímidamente.

Carol: Yo..ah..yo.. nada de....eso...ah.. uh - Dijo muy nerviosa y con la cara sudada.

Peter: Carol... ¿Estás bien? - Fue ahí donde ella explotó en furia.

Carol: ¡TÚ NO SABES NADA DE MI! - La rubia me agarró de la oreja.

Peter: Ah!

Carol: ¿Crees que no soy Mala? ¡PUES TE MOSTRARÉ QUE SÍ! - Ella se metió su dedo índice en la boca y se aseguró de empaparlo completamente de su saliva. Una vez hecho eso, sacó el dedo mojado de su boca y lo metió directamente en mi oreja.

Peter: ¡uh! - Eso fue asqueroso.

Carol me metió más profundo su dedo en mi oreja, girándolo y empujándolo cada vez más para cubrir completamente el interior de mi oreja con saliva. Le rogué que se detuviera pero, por supuesto, no me hizo caso.

Ella se reía como loca mientras me veía suplicar, y luego me empujó a el suelo. Me guiñó el ojo y se dio media vuelta, bajando su trasero hacía mí. ¡SE IBA A SENTAR SOBRE MÍ! Rápidamente intente levantarme y escapar, un intento inútil que no pensé muy bien, ya que en pocos segundos su trasero estaba sobre mi cara.

Carol: Ahh... Se siente genial...

Peter: ¡MMMMPPHHH!

Ella empezó a mover su culo, y empecé a ser frotado contra su trasero, de arriba hacia abajo y cada vez más fuerte.

Carol: ¿Quieres un poco de esto, bebé? - escuché decir a Carol, y luego sentir que me hacía cosquillas en el estómago y los costados.

Peter: ¡Para! ¡Para! - Grité, riéndome y retocierdome debajo de Carol mientras que ella me hacía cosquillas sin piedad. Las lágrimas comenzaron a formarse en mis ojos cuando mojé mis pantalones.