Capítulo 7.

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El estruendo de un lámpara rompiéndose erizó la piel de SooBin, quien esperaba a YeonJun en la puerta principal. Antes de que pudiera tan siquiera tocar la puerta, los gritos del mayor lo asustaron.

—¡Hijo de perra! ¡Te aborrezco Park Jisung— Más cosas rompiéndose.

La expresión de SooBin hablaba por sí misma, ahora tenía miedo de entrar, la estabilidad mental de YeonJun no era para bromear, sabía que se podía volver loco por algo estúpido.

Eran amigos desde pequeños, obviamente sabía como calmarlo y no hacerlo enojar, pero en ese momento el miedo lo invadió. Suspiró pesadamente para dejar la rosa que le llevaba en el suelo de la entrada.

Se retiró con la mirada baja.

La respiración agitada de YeonJun inundó el terrible silencio que había en todo el departamento.
Era completo desastre, él y el lugar en donde se encontraba. Las fotografías que le había tomado a _____________ estaban en el suelo y sus dibujos de ella también lo estaban. Los adornos de cristal estaban rotos en el suelo, y sus piezas hechas trizas, tras pisarlas varias veces.

—¿Por qué, ____________...?— Se dejó caer al suelo de rodillas y comenzó a sollozar.

Al recargarse en el piso, sus manos comenzaron a llenarse de su propia sangre.

—¿Por qué tuviste que aceptar su amor...? ¿y no el mío...?

Su sangre se combinó con sus lágrimas. Su dolor físico no era nada comparado con su dolor mental.

—¿Por qué querías que viniera, Jisung?— Preguntó ___________ sonriendo

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—¿Por qué querías que viniera, Jisung?— Preguntó ___________ sonriendo.

—Bueno... Quería darte algo. — Abrió un cajón de su habitación y sacó una linda cajita roja.

—¿Un regalo?— Preguntó con cierta emoción.

—Más que un regalo es un símbolo de amor... — Murmuró sonrojado.

Se acercó a ella y abrió lentamente la cajita.

Era un bello juego de anillos dorados.

—Son hermosos...

—Cada uno tiene nuestro nombre, el tuyo tiene el mío y el mío el tuyo, para que jamás olvides que te amo. — Se lo colocó en el dedo.

—Gracias Jisung, jamás me lo quitaré.

—Yo tampoco me lo quitaré jamás.

—YeonJun

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YeonJun...

El chico se mantenía absorto en sus pensamientos.

¡YeonJun!

Se exaltó ante tal grito.

Miró a todas partes en busca del portador de esa aterradora voz.

—No por favor... No de nuevo... — Tomó entre sus manos su cabello y lo jaló.

YeonJun... ¿Enserio te vas a dejar derrotar por ese idiota? Ella es tuya.

—Tienes razón... Ella me pertenece...

—Sí, ella sólo es tuya, ese imbécil no te la puede arrebatar. Tienes que hacer algo para evitarlo.

—Exacto... Debo hacer algo, pero... Por ahora lo dejaré estar. — Una sonrisa se asomó por sus labios.

¡¿Qué?! ¡si lo dejas estar más difícil será deshacerte de él!

—Tranquilo, tengo un plan. Algo totalmente diferente a lo que siempre hago... Y sé que te gustará...

Um... Puede que sí me guste. Así que cuéntamelo...

YeonJun, desde que tiene memoria, una voz le ha atormentado, susurrándole que haga cosas malas, persuadiendole.
A veces esa voz se iba y regresaba. Cuando él cometió su primer asesinato, –mató a un pobre gato a sus siete años– fue por la culpa de esa voz. Después de que matara al animal, desapareció durante dos años. Y no volvió hasta que conoció por primera vez a ____________. La miró en su escuela y se enamoró de ella y su personalidad tan tierna.

Siguió asesinando animales, pensaba que la sensación de el arma atravesando la carne era muy satisfactoria, los chillidos de desesperación de esos pobres seres eran hermosos.

Y cuando mató a Hueningkai, se sintió aún mejor. Los gritos y las súplicas del menor lo hacían querer torturarlo y arrancarle cada extremidad lentamente, que rogara, gritara y sangrara. Descargar su ira en él le hizo sentir bien.

Esa voz le dijo que hiciera todas esas atrocidades.

Lo peor y mejor que hizo, según ellos dos. Fue asesinar a su padre luego de que lo golpeara estando ebrio.
Esa voz le dijo cómo hacer que muriera lenta y silenciosamente, cómo ocultar todo lo que utilizó en aquel crimen que cometió, la sensación de asesinar a alguien que se lo merecía, para YeonJun no tenía precio. Se sentía completo, había encontrado algo que amaba hacer sin que nadie supiera y criticara. Su primer asesinato siempre será el mejor, el asesinar a su padre luego de que su madre falleciera y él comenzara a beber hasta no tener consciencia de sí mismo, era horrible, sobre todo cuando le lanzaba las botellas vacías a los pies, haciendo que estos le hicieran heridas, no muy grandes ni graves, pero dolorosas.

Nadie sabía lo que su padre gritaba y hacía en casa, era cosa de YeonJun y de él. Ni siquiera se había atrevido a contárselo a SooBin, quien era su mejor amigo desde ese entonces.

Asesinó a su padre a los diez años de edad...

Y esa maldita, esa asquerosa voz que lo hacía cometer actos infames, había vuelto.

Esa voz... Había regresado para quedarse.

—Namjoon

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—Namjoon. — Le llamó Jimin.

—¿Qué sucede?— Se volteó a verlo.

—Tú... ¿Tú tienes una hermana llamada ____________?— Preguntó con un leve sonrojo en sus mejillas.

—Ah... Sí, ¿por qué?

—Pues... Mi hermano menor está saliendo con una chica llamada Kim ____________...

Namjoon comenzó a reír.

—Que buena broma, Jimin.

—¿Broma?— Rió nervioso— No bromearía con algo así.

El rostro de Nam cambió drásticamente de ser uno alegre a otro completamente serio.

—¿Qué? Ósea que ¿mi hermanita tiene novio?

«Tendremos una plática muy seria, ___________» Pensó Namjoon.

𝙥𝙨𝙮𝙘𝙝𝙤𝙥𝙖𝙩𝙝 ━━ Yeonjun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora