YeonJun no era normal.
Oh, claro que no.
Su pasatiempo era vigilar y fotografiarla a ella.
A su amor.
¿Cómo de la admiración se puede llegar a la obsesión?
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Su vida era un tanto aburrida, disfrutaba de salir de fiesta y estar con sus amigas.
Va...
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—¡Cálmate YeonJun!— La voz de SooBin se escuchaba a la lejanía.
—¡No! ¡no me voy a calmar! ¡ella intentó matarse!
—Entiende porqué lo hizo YeonJun, ¡hiciste que se comiera a su novio! ¡la intentaste violar! ¡y le privaste su libertad!— Se escuchaba totalmente furioso, algo muy extraño.
—Vete...
—YeonJun...
—¡Que te largues! ¡fuera de aquí! ¡no te quiero volver a ver! ¡si te pasas por este lugar, morirás!
La puerta de metal fue azotada.
—¿Ya podemos matarlo?
—No... A él no...
—No seas marica, ya no nos sirve, ahora mátalo.
—Dije que no lo haré...
—Ya lo veremos...
Los sollozos de YeonJun se escuchaban más cerca que antes.
Abrió lentamente sus ojos, sintiendo un dolor insoportable en su estómago. Se levantó y se sentó en donde estaba acostada, su cabeza también dolía, en general, le dolía todo el cuerpo.
—¿Por qué...?
Ella volteó confundida hacia su costado, encontrando su mirada con la de quien no quería ver...
—¿Por qué lo hiciste...?
—¿Acaso no entiendes? ¿tu retorcida cabeza no entiende lo que me estás haciendo?
Él quedó en silencio, no esperaba una respuesta así de su parte.
—Entiende, lo que me haces está más que mal, eres un enfermo. No seré más una sumisa, ya tuve suficiente de ti, mátame si hace falta, lo único que quiero es salir de este infierno... — Se abrazó a sí misma.
YeonJun no lo soportó más y salió de la habitación.
«Sólo quiero ver a mi hermano una última vez...» Pensó para cerrar los ojos y volver a acostarse.
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—¿Aprendiste la lección de no insultarme?— Preguntó YeonJun a Namjoon.
Tenía al pobre con unas pinzas posicionadas específicamente para que no se cerraran, su objetivo era que no durmiera en tres días, y lo logró.
El mayor asintió levemente.
Retiró las pinzas de el rostro de Nam y lo levantó.
—Mereces un descanso. — Le lanzó una almohada y una manta— Aprovecha que no estaré durante dos días, alguien vendrá a darte de comer en la noche.
