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Kim Woojin colocó las llaves abriendo la cerradura de aquella puerta de cristal de la tienda dando unos pasos fuera de ésta quedando frente a Changbin saludándole cordialmente al no ser cercano al menor.

Se sorprendió bastante al verlo por ahí en la casa de los Lee pero sabía que el pequeño rubio se habría sorprendido mucho más al verle si tan solo no se hubiera quedado dormido hace un par de minutos.

-¿Qué te trae por aquí Seo, querías ver a Lix?

-¿Lix? -le miró un tanto extrañado, el pequeño Minhee se escondió detrás de su hermano mayor al sentirse tímido frente al desconocido-

-Quiero decir Félix -explicó con una sonrisa- ¿Venías a verlo?

-Ah sí, quería hablar con él un momento -bajó la mirada a sus pies algo apenado-

-Oh... pues lo siento Seo pero hace ya algo que Lix se quedó dormido y pues no creo que se ponga muy feliz si voy y lo interrumpo, ¿Porqué no hablas con él después?

-Es que quería que fuera lo antes posible, por eso incluso vine aquí; solo venía a pedirle algo, ¿Hyung enserio crees que no se pueda despertar?

Woojin se lo pensó varias veces y cuando decidió ir a buscar al rubio para avisarle de la presencia del castaño se percató que éste ya había despertado y que justo estaba bajando las escaleras para ver qué ocurría ahí afuera, al parecer habían estado hablando lo suficientemente fuerte como para terminar despertando a Félix.

-Me dijo mi padre que alguien había venido a buscarme, ¿Quién es? -preguntó aún soñoliento sin poder abrir del todo sus ojos-

-¡Oh, Yongbokie! ¿Te despertamos? -le miró algo preocupado-

-¡Changbin hyung! -sonrió ampliamente tan solo verle- ¿Qué haces aquí tan tarde? ¿Vienes sólo hyung?

-Traigo a mi guardaespaldas conmigo -se agachó tomando al menor de los Seo en brazos- él es mi hermanito Minhee.

Los ojos de Lee se abrieron entre una combinación de sorpresa y encanto, no tardó en ir hasta donde se encontraban los hermanos Seo para comenzar a apapachar y acariciar al menor, al principio el pequeño no se sentía tan tranquilo al tener la atención del rubio pero con el rato le terminó cayendo bien y se sentía muy cómodo a su lado, al parecer Félix amaba demasiado a los niños y éstos siempre terminaban amándolo igual.

-¿Porqué mejor no pasan? Aquí hace demasiado frío y dudo mucho que eso sea bueno tanto para tí hyung como para Minhee; anden vengan dentro que mis padres hicieron chocolate caliente y sé que les caerá muy bien -sonriendo tomó de la mano a Seo obligándolo a entrar sin esperar respuesta alguna de éste, Woojin solo sonrió observando aquellos ojitos brillosos de su pequeño amigo entrando todos finalmente a la casa-

•••
-Tu cuarto es bastante... ordenado Yongbokie -miró cada sitio de aquella blanca habitación-

-¿Qué, acaso esperabas que tuviera todo tirado? No soy tan cochino hyung -cubrió su boca mientras soltaba una risa divertido- anda siéntate donde gustes que ahora traigo las tazas de chocolate -se dió la vuelta dispuesto a salir del cuarto pero Kim lo detuvo-

-Mejor voy yo, tú quédate aquí y atiende como se debe a tus invitados.

-Pero tú también eres mi invitado hyung -le miró-

-Pero Seo quiere estar contigo un rato; iré y regreso ahora mismo -y se marchó cerrando la puerta a sus espaldas-

-Ya uno no puede tener modales ni en su casa, ahora hasta mis invitados se niegan a que los atienda -se quejo riendo- ¿Y qué necesitabas hyung?

Tu mirada ♣ HyunIn ♣ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora