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Félix llevó su mano al bolsillo de su pantalón buscando su celular cuando escuchó aquél peculiar tono de llamada, era su papá y obviamente aunque estuviera en un mal momento nunca le ignoraría.

Aceptó contestando la llamada.

-¿Félix, dónde estás? Ya casi anochece y no sabemos nada de tí, ¿Se puede saber qué estás haciendo? -se escuchó la voz del señor Lee al otro lado de la bocina-

-Solo... salí a tomar un poco de aire -respondió sin muchos ánimos-

-¿Aire? Si no mal recuerdo cuando saliste dijiste que irías a ver a Changbin, ¿Entonces porqué él está aquí mientras tú no apareces? ¿Qué pasó exactamente entre ustedes? -comenzaba a sonar más preocupado-

-¿Qué dices, que hyung está ahí en la casa? -el padre afirmó- dile que no volveré hoy, que se vaya.

-¿Y dónde piensas quedarte entonces? Félix no puedes estar haciendo este tipo de escenas, ¿Qué pensará de tí Changbin después? Regresa ahora que él quiere verte, se ve muy preocupado por tí.

-No me importa, dile que se vaya; yo volveré cuando él ya no esté ahí.

Félix colgó la llamada mientras comenzaba a sentir aquél tonto nudo en su garganta y las lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas nuevamente; para ser honesto ya se estaba artando de sufrir por alguien que era incapaz de verle como él le veía, ya se estaba cansando de no obtener lo que deseaba aún con todos sus esfuerzos... ya se estaba cansando de intentar algo más con Changbin.

“No le daré el gusto de gastarse más lágrimas mías” pensó mientras frotaba con fuerza y enojo sus ojos con su brazo, no, Lee Félix ya no sería el mismo, no lo sería nuevamente luego de que le hayan pisoteado de la forma en que hicieron.
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Lee caminó a paso lento acercándose poco a poco a su residencia, tenía miedo de encontrar aún ahí a Changbin pero para su suerte éste ya se había ido; pasó a su casa llendo directamente a su habitación sin ganas de toparse con alguno de sus padres tratando de sacarle la información de qué había pasado entre ellos dos, lo único que quería ahora era dejarse caer en su cama deseando que todo aquél día solo haya sido una pesadilla, deseando despertar al día siguiente y que todo lo malo ya haya pasado.

•••
Lunes, ya era lunes por la mañana y era el primer día de clases luego de aquellas altibajas vacaciones de invierno; Félix no quería comenzar aquél día tan importante con los pocos ánimos que tenía pero sabía que no podía hacer nada, sus sentimientos aún estaban destrozados y sus ánimos no subirían hasta el cielo mágicamente así que solo se resignó a comenzar aquél día pensando que mínimo no tenía que compartir aula de clases con Seo... al menos no tendría que verle.

•••
-Binnie -Hyunjin se acercó al mayor con una pequeña sonrisa algo incómoda- oye, ¿Qué pasó siempre con Félix? ¿Lo pudiste encontrar?

-Gracias por preguntar pero pues no, fui a su casa a esperarlo pero su familia me dijo que no volvería esa tarde y que me fuera; la verdad me siento como todo un idiota Hyunjinnie... no sé cómo no me pude acordar de él ese día -bajó el rostro a sus pies decepcionado-

-Tranquilo Binnie ya verás que tarde o temprano él te perdonará, todo volverá a ser como antes -sonrió palmeando el hombro del mayor-

-No lo creo; las cosas que se rompen nunca vuelven a ser como antes y de igual forma cuando rompes una promesa no te ven de igual manera que antes... una vez te equivoques no hay vuelta atrás e incluso nosotros dos lo hemos comprobado ya.

“Nosotros dos lo hemos comprobado” Hyunjin sintió algo incómodo dentro de él al recordar aquél día cuando Changbin le regaló su primer beso, se odió por ser él pero no podía evitarlo ya que ni siquiera Seo podía elegir a quién amar y a quién no.

Tu mirada ♣ HyunIn ♣ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora