♦ 22 ♦

540 56 30
                                    

Changbin pateó una pequeña piedra que se hallaba en el camino haciéndola chocar en un cesto metálico de basura, soltó un suspiro agotado y fastidiado por culpa de aquél rubio, ¿Acaso ese asunto en el que estaba ocupado había sido de más valor que el ir y salir con ellos tal como habían prometido? Changbin seguía sin querer creer que Félix fuese capaz de haber hecho algo como aquello y claro que el pequeño Minhee no se quedaba atrás cuando de desilución se trataba.

Rebuscó en su bolsillo tomando su celular buscando el contacto de Lee, pensó varias veces en si llamarle, mensajearle o si solo revisar si éste estaba siquiera conectado, mas sin embargo se rindió sintiendo pocas ganas de saber algo del menor o inclusive sabía muy bien que en ese momento no quería saber nada de Félix, odiaba totalmente que alguien hiciera alguna promesa y que luego la rompiera cuando se le venía en gana hacerlo.

No tardó tanto en llegar a su casa, aún era de día y faltaba bastante para que la tarde comenzara siquiera a caer; sacó su juego de llaves abriendo el seguro de la puerta para finalmente entrar a su casa pero nunca habría imaginado que tan solo entrar las luces estuviesen prendidas y no solo eso, sino que no eran cualquier tipo de luces, eran luces navideñas: alguien había estado ahí decorando todo el lugar de aquella forma tan colorida y bonita.

Changbin se quedó ahí de pie en el marco de la puerta sin siquiera haber dado un paso más hacia dentro de su casa y Minhee por su parte estaba igual o más asombrado que el mayor, ninguno de los dos sabía qué había ocurrido ahí pero sea quien haya sido todo había quedado muy hermoso.

Se escucharon unos pequeños ruidos desde la recámara del matrimonio Seo y aquellos ruidos no pasaron desapercibidos para Changbin, el castaño no tardó en girar rumbo a aquél sitio sintiendo dentro de sí una mezcla de sentimientos, por un lado emoción y alegría por todos aquellos arreglos y detalles y por otro lado adrenalina y quizá miedo o temor por saber qué o quién se hallaba detrás de aquella puerta; hizo señas a Minhee para que se quedara en silencio y un tanto apartado de aquél lugar comenzando a caminar hacia allá.

Llegó por fin hasta aquella entrada de la habitación, tomó el pomo de la puerta abriéndola y al instante casi cae de sentón cuando aquél pequeño rubio le salió en un salto diciendo un “¡Sorpresa!” solo que el menor lo alcanzó a sujetar de la muñeca antes de que el castaño perdiera el equilibrio por completo.

-¿Tanto así te sorprendí, hyung? -preguntó riendo aún sin soltar al mayor-

-¿¡Y-Yongbokie!? ¿Cómo entraste a mi casa? ¿Vienes sólo o...? -habló deprisa, aún incrédulo de la visita del australiano-

-¿Acaso ves a alguien más conmigo, Changbin hyung? -siguió riendo muy conforme con su sorpresa- estoy aquí sólo desde temprano haciendo todo esto para tí, es por eso que le pedí a Woojin hyung que me ayudara a entretenerlos a ustedes y, sobre cómo entré pues... digamos que es una larga historia.

-¿Tú... de verdad hiciste todo esto sólo? -el contrario asintió- perdón, yo... no tenía idea de que estuvieses haciendo algo así, inclusive en el camino aquí te llegué a maldecir por no haber ido a encontrarte con nosotros como supuestamente habías quedado... lo siento -cabizbajo frotó su cuello totalmente apenado-

-No te preocupes hyung que eso ya no importa, ahora lo importante es que estás aquí y que podremos pasar el rato juntos -con una tierna sonrisa dió pequeñas palmaditas en el hombro del mayor-

-¿Binnie hyung todo está bien...? -Minhee asomó un poco su cabeza por la puerta abriendo sus ojitos tan grande como le fue posible al notar la presencia del rubio ahí- ¡¡Tío Félix~!! -corrió eufórico hacia el rubio con una gran sonrisa de oreja a oreja abrazándole- creí que no te vería durante todo el día Félix hyung -lloriqueó-

Tu mirada ♣ HyunIn ♣ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora