Capítulo 10

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Preocúpate, pero no demasiado
...

Pov JunRyeon

Las semanas han sido tranquilas, demasiado; tanto, que me inquietaba de cierta manera. No podía estar tan pacífica en mi vida, por eso sucedió lo que sucedió.

La señora Im sufre de Alzeheimer por lo que la he mandado a traer de corea, para cuidarla en un centro de rehabilitación. No podía dejar sola a una mujer que es como una madre para mí, sería tan desconsiderado de mi parte.

Por ello trabajo en una cafetería, en la feria de Santa Mónica y alguna que otra vez cuidando a los hijos de las señoras, paseando perros o pintando cercas, para pagar el lugar donde se está quedando.

Por ello ahora mismo estoy en la casa de la señorita Adah Montgormery pintando su cerca.

Estar en este calor desde la mañana es agotador, pero debo soportarlo si quiero ganar dinero.

A: señorita Song, -la miré- está quedando muy bien -me extendió una limonada. La cual acepté gustosa- ¿no quisiera quedarse a comer?

- creo que con esto fue suficiente -sonreí.

A: claro que no. Está demasiado delgada, por favor entre a comer una vez haya terminado. No quiero un no como respuesta, señorita -agarró el vaso que ya estaba vacío.

- está bien. Ya estoy acabando -asintió.

Ingresó y continué.

Cada trabajo que hacía me tomaba mi tiempo. Tiene que ser perfecto para que me recomienden y así llegar a más personas. No sé como haré con mis dos trabajos, extras y universidad, pero de que lo hago lo hago, no existen imposible en mi diccionario.

Al cabo de una hora terminé.

Dejé la pintura blanca en el garaje de la señorita, lavé mis materiales e ingresé a la casa.

- señorita Montgomery...

No había nadie en la cocina, más bien se escuchaban risas en la parte de arriba, de ella y la de un hombre.

Creo que molesto.

- supongo que...

Me di la vuelta dispuesta a irme, pero su voz me paró.

A: que bueno que haya terminado -me giré y sonreí-. Serviré la comida.

- estoy incomodando.

A: para nada, señorita Song -bajó las escaleras y caminó hasta la cocina-. Sabe muy bien que adoro su compañía.

- sí, pero creo que tiene la de alguien más... ¿es su novio?

A: podría decírlo así -dejó un plato en la mesa-. Es tuyo, siéntate.

Así lo hice.

- no sabía que tenía uno.

Adah: no preguntaste.

- cierto -sirvió dos más.

Se sentó.

No me incomoda, puedo comer con cualquier persona. Si se trata de mi estómago no puedo ponerme tímida.

A; ¿y cómo van las terapias? ¿podré verla este septiembre en la universidad? -reí dando un bocado.

Wow esto está muy bueno, no es la sazón de la señorita Montgomery, tal vez sea del hombre de arriba, aunque se me hace familiar.

- de hecho vamos muy bien. Incluso hasta puedo decir una mala palabra que me molestaba -hablé entusiasmada y rió- y sí, tal vez pronto esté allí.

Purpose 《JungKook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora