Capítulo 1

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No, no me incomoda
...

Pov JunRyeon

Las cosas en las grandes ciudades potencias de Estados Unidos eran tan ageteadras, no estaba acostumbrada a este estilo de vida, pero tuve que hacerlo si quería estar en este país, haciendo cualquier trabajo honesto y decente que se presentara.

Vivo en Santa Mónica, con una chica muy divertida que estudia Psicología y en sus tiempos libres, artes.

Agradecía que estuvieramos en diciembre, ya que la brisa es fresca, acomparación a las demás fechas, de todas formas por mi genética no desprendía un mal olor.

- ¡unnie! ¡ya llegue! -dije entrando a la casa con las bolsas del supermercado.

Hoy era lunes, por lo que tenía que hacer las compras de la semana, ya que me correspondía, la próxima lo haría ella.

Dejé las cosas en la mesa y solté un gran suspiro.

Estaba cansada, he hecho muchísimas cosas hoy. He ido de allá para acá haciendo mandados por año nuevo, sabía que el trabajo de repartidora agotaba y muchísimo en estas fechas

x: ¡ok! -la vi saliendo de su cuarto, bien vestida

Usaba un vestido corto dorado que se sujetaba por el cuello, dejándo su espalda descubierta, joyas, maquillaje y unos tacones para morirse.

x: oye, Ryeon- literal, esas cosas deberían ser ilegales- Ryeon-ah- son muy peligrosas yo camino con eso y me saco la...- Ryeon -abrí los ojos de golpe.

Otra vez me había quedado pensando más de lo que debía.

x: Ryeonie, -sonreí- sabes que debes de dejar de ser tan observadora o por lo menos más sútil -asentí-. Por favor te aseguras de que todas las puertas estén cerradas, el incienso encendido y el celular en la mano por si pasa algo -reí.

Era tan divertida.

- claro, pero unnie... eres fácil de enborracharte, podría estar llamándote como si mi vida dependiera de ello y tú seguirías ahí como si nada -volví a reír, pero me gané un golpe con el periódico en la cara-. Yah, no soy un perro -la miré mal.

x: claro que no, ellos son más adorables.

- mejor cómprate uno y déjame.

x: no sabes cuanto quiero -reí-. Hablando en serio, por favor no hagas estupideces -dijo viéndome directamente a los ojos y tomándome de las manos.

- ¿cuándo he hecho algo parecido? -me miró incrédula alzando una ceja. La solté- Mejor ya vete, -la empujé lentamente- vas a llegar tarde.

x: pero... -seguí haciéndolo.

- no debes de hacerles esperar.

x: Ryeon.

- adiós -llegamos a la puerta.

x: de verdad no hagas tonterías, niña.

- claro que no, unnie Jihyo ¡disfrútalo! -asintió pesadamente, para después darme un abrazo- wow con esos tacones realmente eres alta, incluso me alcanzas -me soltó de la mala gana.

JH: no es mi culpa que seas tan alta -suspiró pesado-. Cierto, te dejé comida en el refrigerador, la calientas y listo, no seas tan tú y te lo comas así -solté una carcajada.

- ¿por quién me toma?

JH: eres Ryeon y eso basta. Adiós.

- adiós.

La vi irse.

Mi unnie de verdad sabía como manejar esas abominaciones, llamadas tacones, que sirven para torturar personas, la admiro, jamás me atrevería a utilizar semejante cosa.

Purpose 《JungKook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora