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Ivana POV's.

Créanme que tener a mi bebé no fue para nada fácil, fueron horas y horas en trabajo de parto, tuve que aguantar dolores y sobre todo, escuchar a dos de mis mejores amigos gritar.

¿Por qué gritar? Porque era lo único que hacían en ese momento, probablemente de la impresión o los nervios.

Aún así hicieron que yo me alterara bastante, más cuando Matthew se desmayó, ahí me reí y preocupé a la vez.

Después de todo fue una buena experiencia, por fin puedo ser libre, hoy me dan el alta y ya voy a mi casa juntos con mis niños, a los cuales veré después de tres días.

Y no, no crean que ninguno vino porque no querían, simplemente les dije que se quedaran en casa, que lo iban a conocer cuando me dieran el alta, así que los únicos que han estado aquí han sido Matthew y Pamela.

— Amor, ¿ya estás lista? — mi mejor amiga entra, junto con mi mochila y varias cosas. Asiento con una sonrisa y salgo con mi bebé en brazos, probablemente en casa tenga las demás cosas, como el carrito y todo eso. — vamos, Matthew está terminando de firmar los papeles.

Salimos de aquella habitación, la cual no voy a extrañar porque olía a muerto, literalmente. Al llegar a recepción observo a mi mejor amigo, veo que termina de firmar algunas cosas y se gira encontrándose con nosotras, sonríe y se acerca para darme un beso en la frente.

— Al fin eres libre, ahora tendrás que aguantar a todo Magcon y más. — dice, para luego comenzar a reír. Bufo cansada, pero no me opongo, ellos me hacen bien y sé cuanto han estado esperando. — si estás muy cansada, puedo decirles que esperen a mañana.

— No, está bien, gracias. — respondo.  Él asiente con el ceño fruncido, me abraza por los hombros y comienza a caminar hacia la salida.

Enseguida agradezco que no haya fans ni camarógrafos, porque lo que menos necesito ahora es eso.

Subimos a la camioneta y enseguida nos dirigimos a casa. Tardamos al rededor de diez minutos en llegar, cosa que me parece poco, pero es porque no hubo tanto tránsito como otras veces. Bajo con cuidado y como puedo, ya que tengo a mi pequeño en brazos, Pam cierra la puerta de la camioneta y le agradezco.

— ¿Estás nerviosa? — pregunta Matty. Niego con la cabeza y trato de sonreír, pero probablemente haya quedado como una mueca. — ¿que sucede, cariño? Desde que salimos del hospital has estado muy callada.

— Solo he estado pensando en como será mi vida a partir de ahora, obviamente las cosas cambiarán y eso me pone nerviosa en cierto punto. — respondo. Él enseguida se acerca a abrazarme, obviamente tratando de mantener distancia y deja un beso en mi mejilla.

— Saldrá todo bien, nos tienes a nosotros aquí siempre, no vamos a dejarte y te apoyaremos en todo. — le sonrío, enseguida siento como lágrimas amenazan con salir, pero me prohibo llorar, al menos por ahora. — vamos adentro.

Caminamos hasta la entrada, Pam abre la puerta con la llave que por alguna razón tiene y deja que pase primero. Doy algunos pasos más y lo primero que observo es a mis padres hablando con mis hermanos. Sonrío de oreja a oreja y me acerco a ellos sin que se den cuenta.

— Vaya, la pasan muy bien sin mi. — al escucharme, enseguida se levantan todos y corren hacia mi. Sonrío más que feliz, porque al fin estoy con mi familia.

— Es hermoso, pero no tanto como yo. — murmura Jack, casi a punto de llorar. Suelto una risita y le hago señas de si quiere sostener a mi niño, él obviamente acepta.

Mamá sube un poco las escaleras y bastó con un "Ana ya llegó", para que más de diez monos comenzaran a bajar las escaleras corriendo.

— No hagan tanto ruido, sigue siendo un pequeño bebé. — los regaña mi padre. Ellos asienten serios y se quedan quietos. Me agrada que los tengan así de dominados, al menos por unos días. — En fila, de mayor a menor estatura, ya.

Suelto una carcajada al ver como comienzan a desesperarse y luego de unos segundos, se posicionan como mi papá les ha dicho.

Definitivamente, estos chicos me han cambiado y mejorado la vida.


Ivana | MagconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora