Domíname 💥 Libro 2 (Omegaverse) [BakuTodo] 💥❄️

Capítulo 14: Siguiente Paso.

Amanecía al fin, dejando ver un radiante sol en las afueras. Todoroki y Bakugō se levantaron, aún con sueño, pero debían ver a sus hijos y saber que sucedía con los Alfas. Los gemelos dormían, por lo que aprovecharon de darse una ducha compartida.

-Ahh, Hah, Ah.

Ambas manos se entrelazaban, juntando las argollas de matrimonio. El bicolor se sostenía de la pared de la ducha, mientras su esposo lo embestía duramente.

-¡Ahh!- Todoroki dio vuelta el rostro y comenzaron a besarse con lujuria, mientras las caderas se sincronizaban en un vai ven de placer.

-Te amo- susurró cerca de sus labios, mientras pasaba su mano hacia adelante y comenzaba a masturbarlo.

-¡Ahh! ¡Ah!.

-Te lo daré todo- dijo acabando dentro del bicolor. El Omega lanzó su semen a los azulejos.

Suavemente el cenizo sacó su falo, dejando que el semen cayera por las piernas de su esposo.

-Terminemos de bañarnos amor- le dijo el cenizo dándole un beso en la nuca.

-Fuiste tú quién me atacó- respondió con coquetería.

-¿Sí?- se acercó.

-Tranquilo leoncito, debemos ver a nuestros hijos.

Bakugō sonrió. Terminaron de bañarse y salieron de la habitación. Los gemelos habían despertado.

-Iré a hacerles la leche- dijo Katsuki colocándose una polera y short.

-Es hora del baño- le dijo Todoroki a Owen y Arion.

-Gaa.

Una hora más tarde, ambos padres se dirigían al comedor a tomar desayuno. Mina estaba con Orien, le daba la leche.

-Te ves muy linda de mami- le dijo Koda.

-¡Ni de broma!- gritó la pelirosa- Pero sí soy una excelente tía- sonrió.

-¿No tendremos hijos?- preguntó Sero. A la chica se le subieron los colores.

-Creo que estamos muy jóvenes para tamaña responsabilidad.

-Yo creo que mejor comemos y luego vamos a ver a los chicos- les dijo Sato- Les hice unos pastelillos de regalo.

Todos asintieron y terminaron de desayunar.

Mientras en la habitación de Enji, Hawks le daba la leche a su hija. Endeavor hablaba por teléfono con Beast Jeanist, por sí tenían alguna pista de algo.

En el hospital siquiátrico, Rei estaba en el patio del edificio, cerca de una pequeña pileta. Miraba con algo de ansiedad, cómo sí esperara a alguien.

-Madre.

-Mi pequeño- saludó la mujer a Dabi- Creí que no te vería hoy.

-Lamento no habe venido antes, pero hace poco conseguimos unas mascotas que nos ayudarán con el cometido que queremos.

-Mmm, eso suena interesante. ¿Qué tienes ahí?- preguntó la albina, señalando el cuello del chico.

-Ah, esto- dijo sonrojandose- Bueno, esto.

-¿Eres un Omega?- dijo con rostro algo asqueado.

-No madre, me atacó uno de los mocosos de Yuuei, me mordió, pero pronto pasará.

-Ah, ok.

Dabi miró algo extrañado a la mujer, que tenía la mirada más perdida de lo común. Tal vez las pastillas la tenían muy dopada.