La película porno

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Hablando Formaggio

Me encontraba en la sala recostado en el viejo sofá grande viendo la televisión mientras acariciaba a Cheddar, uno de mis muchos gatos que vivían dentro de la casa, disfrutaba pasear mis dedos por encima de su lomo naranja y ver como levantaba la cola como muestra de agrado. Estaba buenísimo el especial de La Rosa de Guadalupe en el canal 2 cuando llegó el estúpido de Illuso a irrumpir esta atmósfera de paz con su fastidiosa voz.

—Hey, Maggio ¿Adivina qué joyita me encontré en el tianguis?

—¿A quién? ¿A Sheilita?

—No pendejo, la luchona no ¡Mira!— Illuso extendió hacia mí un sobre que contenía una película XXX. —La que tenían guardada los viejos hace años, esa que perdí por pendejo.

—¡No inventes, creí que esa cosa era imposible de encontrar! En ningún sitio de internet me aparecía ni describiéndola con detalle— me levanté de golpe, haciendo que Cheddar cayera al suelo y por consiguiente huyera a la cocina asustado.

—La magia de la piratería.— sonrió de lado mientras se acomodaba en el sofá. —¿No te trae nostalgia ver este título?

—Pero claro que sí, fue esa vez que metimos a media colonia en la casa mientras Ris y Pros iban a visitar a los tíos.— volví a sentarme y acomodé mis brazos detrás de mi nuca, esa película formó parte de mi adolescencia y motivo de mis primeras pajas.

7 años antes

Narrador Omnisciente


Formaggio e Illuso a sus 13 años comenzaban con el despertar de su sexualidad como cualquier adolescente lleno de hormonas. Al tener padres tan escandalosos y sin pudor al entregarse sin importar quien estuviese en casa, ya tenían noción del motivo de tanto ruido por las noches, solían reírse entre ellos al imaginar la clase de cosas que hacía el albino con el rubio y viceversa, instantáneamente les recordaba aquellas páginas de personas desnudas del libro de ciencias.

La curiosidad del duo crecía a la par que encontraban imágenes sugerentes al coito y al erotismo; revistas de TVNotas, catálogos de Avon, lienzos de desnudos, esculturas detalladas, anuncios de preservativos en la televisión, espectaculares en la calle donde anunciaban ropa interior para dama, etc. Siguiente fue el material totalmente explícito como videos que algún compañero de la secundaria llevaba en el celular, espiar a las niñas que subían las escaleras de la planta alta de la escuela, incluso llegaron al punto de buscar en el salón de informática videos porno mientras el profesor salía. Todos unos temerarios los jóvenes calenturientos.

Un día en una charla sobre porno, a Illuso se le ocurrió la brillante idea de husmear entre las cosas de sus padres por si tenían alguna revista o película para poder jalársela sin necesidad de usar su imaginación o hurtar más catálogos, Formaggio apoyó la idea y sin que nadie del resto de la familia se enterara, se escabulleron a la pieza de Risotto y Prosciutto cuando fue la hora de cenar.

El de cabello rapado al ser más pequeño y delgado, fue el encargado de entrar mientras que Illuso hacía guardia para que no fueran descubiertos, se habían excusado con que no tenían hambre, al no haber suficiente comida Prosciutto les dejó ir sin dudar, entre menos bocas mejor.

Psssss, Illuso ¿No hay peligro?— el bajito se escabullía por debajo de la cama del matrimonio.

—No hay nadie, sigue buscando.— el castaño estaba al pendiente de todos los que estaban en el comedor; Risotto se dedicaba exclusivamente a comer y beber agua sin hacerle caso a nadie, Prosciutto alimentaba a Pesci que a sus 4 años aún hacia un desastre con los cubiertos, Melone separaba las verduras de su plato y Ghiaccio lo regañaba al ver como disimuladamente este los pasaba a su plato. El plan marchaba a la perfección.

La Squadra TercermundistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora