Hablando Formaggio
A la mañana siguiente, todos nos levantamos temprano para ganar la regadera con agua caliente, obvio se metió primero Pros y se hizo una eternidad ahí dentro para que después se vistiera bien diva para ir directo a la casa de los tíos ¡Se acabó toda el agua caliente!
—Órale putos, quitense.— Ghiaccio nos empujó a todos y entró a la ducha. -¡Ahhhhh maldita sea, sigue tibia!
—Si no te gusta el agua tibia entonces déjame pasar.— pidió Illuso.
—Para nada, me dejará pasar a mi.— llegó Melone desnudo con una toalla envuelta únicamente en su cadera.
—A ti menos te voy a dejar entrar.— desde el otro lado del baño alcanzó a gritar Ghiaccio, se escuchaba como corría el agua de la regadera, solo espero que no la esté desperdiciando el estúpido.
—Pendejo, el agua calienteeeee.— grité por última vez.
—La jodida agua tibia está en una cubeta, quien quiera que entre y se bañe a jicarazos, no soporto el agua ni siquiera templada, la necesito fría.— el malhumorado salió y en cuestión de segundos estábamos Illuso, Melone y yo forcejeandonos para ver quién ganaba la última porción de agua caliente.
Al final terminamos bañandonos los tres juntos con esa agua ¿Qué tiene de malo? Todos somos hombres, no es la primera vez que vemos una mazacuata ajena, suficiente tengo con los traumas de cuando éramos pequeños y nos bañabamo con Pros o Ris... Ahgggg, me dió náuseas y por poco me resbalo.
×××
Terminamos de asearnos, yo me puse el traje negro y los otros las camisas rosas pastel, ahora esperábamos afuera de la casa del vecino Buccellati, Illuso tenía las llaves de la camioneta de Ris y ocasionalmente las arrojaba al cielo para después atraparlas con su mano izquierda. Melone insistente volvió a presionar el timbre, de todos él se veía el más ansioso por llegar a la fiesta.
—¿Que quieren?— nos abrió la puerta el apestoso de Mista, tal parece que esta vez se bañó, n traía puesto su gorro y dejaba ver sus cabellos negros algo húmedos.
—¿Está Buccellati?— preguntó Illuso.
—Se sigue arreglando, pasen si gustan.— nos abrió la puerta con algo de desagrado y nos invitó a entrar.
—Gracias, prietito.— agregó Melone guiñandole el ojo.
—¿Ya vas a empezar de resbaloso? Te recuerdo que el prieto este anda con el rubio chichón cabellos de dona.— soltó Ghiaccio molesto, jajajajajaja creo que estos dos se traen algo.
Pasaron unos cuantos minutos y vimos bajar a Narancia, con el mismo traje que portaba yo, detrás de él estaba Buccellati con su traje claramente de marca y no copia como algunos sacos de Pros.
—¿Nos vamos?— el vecino recibió las llaves de las manos de Illuso, todos salimos y nos acomodamos en la camioneta, sorprendentemente entramos bien porque a Narancia lo estaba esperando el auto rojo de siempre y se fue con su noviecillo el fresa.
—Señor Buccellati, ¿Es cierto que Pros le dijo que nos cuidara?— Illuso rompió el silencio después de unos cuantos minutos que salimos de la vecindad.
—Asi es, les estaré cuidando y también me encargó Prosciutto que le aparten un centro de mesa.— habló tranquilo. —Pero les pido que no se lleven el mío.
—No se preocupe, para eso apartaremos dos por si acaso.— Melone soltó desde atrás de la camioneta.
—Me agradas, muchacho.— los blancos dientes del vecino relucían en una amplia sonrisa.
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La Squadra Tercermundista
Fanfic¿Qué es lo que pasa dentro de esta peculiar familia de barrio? •Serie de mini historias narrando como es su día a día y como interactúan con sus demás vecinos; la familia de Buccellati y los de la Unita Speciale. •Parodias pendejas, si buscas leer...