CAPITULO 3: Esto es Todo...Soy Mujer

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La explosión remeció el departamento. El estallido de los vidrios al quebrarse, sus pequeños retazos volando, gotas de cristal cayendo sobre nuestras cabezas, mi única protección la gran mano de Hyeongeun.

Sintiéndome por un segundo desorientado, giré mi rostro hacia atrás, siendo mi única visión las llamas danzantes, como garras infernales que lamían el cuarzo de la mesada y consumían hambrientas la madera de los estantes. Hipnótico, hasta que Hyeongeun me agarró del brazo y me tironeó, obligándome a levantarme y salir corriendo de ahí. Como pude me moví, mis pies sintiéndose torpes casi saliendo a trompicones del departamento, seguidos por Euijin quien traía a cuestas a un impactado Chanyeol.

- ¡Maldita sea!¡Suéltame! ¡Debo ir apagar eso!- Gritó al reaccionar, al ver su cocina ardiendo las llamas danzando en sus ojos, su espanto ante el fuego que comenzaba a expandirse hacia el resto de sus cosas. Estaba pálido. Se podía notar la impotencia marcada en su rostro y la ira que lo embargaba.

- No hay tiempo para esto- lo cortó Euijin tomándolo con fuerza del brazo, obligándolo a continuar- Tenemos que salir de aquí, no sabemos cuan cerca esta Z.Tao. Es tu vida o tus cosas, decide.

Chanyeol soltó una maldición más, observando con dientes apretados lo que perdía. Parecía que quería gritar la furia que lo llenaba. Pero se contuvo.

En parte sabía que era su culpa, se lo habían advertido.

Más bien nos lo habían advertido, el peligro era real y ahora la cocina de Chanyeol ardía en llamas por eso.

Asintiendo, aún con los dientes apretados, Chanyeol siguió a los oficiales que nos guiaron hasta las escaleras de emergencia. Bajamos lo más rápido posible, tanto Hyeongeun como Euijin habían sacados sus respectivas armas y se habían comunicado para que llegaran refuerzos en caso de ser necesario. Mi corazón bombeaba con fuerza, sin saber si con cada paso que daba estaba más cerca de la vida o la muerte.
Mis oídos piteaban y más de una vez maldije por tener que bajar once pisos gracias a Chanyeol. Cada segundo se me hacía eterno y cuando pensé que nunca se terminaría, mi costado comenzando a doler, mi mente castigándome por no hacer más ejercicio, Hyeongeun abrió la puerta que daba al estacionamiento.

¡Por fin!

Me detuve un segundo para regular mi respiración, pero Euijin me tomó del brazo y me arrastró fuera de ahí sin darme nada de tiempo para recuperarme.

Tan pronto llegamos a la seguridad del auto y Euijin arrancó el motor, sentí que el alma me regresaba de nuevo al cuerpo, sólo por un segundo, para luego aferrarme al asiento como si mi vida dependiera de ello ante el chirrido de los neumáticos al salir a toda velocidad del estacionamiento.

Al parecer Euijin había decidido que echar una carrera tipo "Rápido y Furiosos" era la mejor opción para ponernos a salvo. Yo no estaba muy seguro.

Y a este punto, la idea de irme a Tombuctú ya no parecía tan alocada...

El sonido de un fuerte golpe a mi lado me hizo brincar en mi puesto y girar mi cabeza hacia un iracundo Chanyeol.

- ¡Maldita, maldita, maldita sea!- bramó sin poder controlarse más- ¡¿Cómo es que sucedió eso?!

Esa era una buena pregunta. No entendía como de la nada se había formado un incendio. ¿Acaso hubo una bomba escondida que Euijin no vio cuando entró al departamento a revisarlo?

- Z.Tao disparó.- Fue la respuesta de Hyeongeun - No estoy muy seguro cuales eran sus planes, pero cuando Baekhyun se dio media vuelta vi un brillo en la azotea del edificio del frente. Tal vez pensaba asesinarte de un solo disparo, pero al ver que había más gente optó por disparar a algo inflamable. Seguramente le dio a la llave de paso del gas...

Tú, Yo y el Sicario [ChanBaek/BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora