CAPITULO 20: Una última Vez

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Adolorido. Así se sentía mi pecho.

Mis ojos escocían por las lágrimas de ira e impotencia que estaban comenzando a salir a raudales. Odiaba todo eso. Odiaba sentirme así, impotente, pero sobre todo dolido.

Dolido por ser traicionado por Chanyeol. Me había mentido.

Él sabía que nos podían transferir. Él sabía que nos podían reubicar y que todo pendía de un hilo si yo...

Si yo dejaba que descubrieran mi verdadera identidad.

¿Por qué eso sucedió, no?

Kibum descubrió que era hombre y todo se vino abajo.

Las palabras de Jongdae sólo hicieron eco en mi cabeza, para verificar mis sospechas.

"...Esto sólo demuestra que esta mentira llegó a su límite. Las posibilidades que alguien más los descubra son altas..."

La mentira. Mí mentira. Mi falsa identidad de mujer.

Aun recordaba la sensación de frío que me recorrió al escucharlas, la misma sensación que me recorrió ahora por entero.

¿Qué pasaría si le dijera ahora a Jongdae que la mentira había sido descubierta mucho antes?

Desde el inicio. Desde el primer día, cuando crucé esas mamparas de vidrio en esa tienda local donde Ren vio detrás de mí disfraz y supo que yo era un hombre. ¿Qué pasaría entonces?

En ese entonces no me preocupé mucho, porque era un pueblo lejano, pero ahora pienso lo irresponsable que fui al no decirlo. Era claro que Ren había cumplido su palabra y no se lo había dicho a nadie, sino Z.Tao ya nos habría descubierto hace tiempo, pero tal vez el decirlo nos habría evitado todo esto...estar junto a Chanyeol.

Nos habrían reubicado antes.

Me habría evitado peleas, malos ratos, discusiones innecesarias por quien tenía la razón. Me habría evitado hablar de mi pasado y conocer la compasión, el entendimiento y el no sentirme juzgado por Chanyeol.

Habría evitado el terminar en los brazos de Chanyeol, atrapado en sus besos, en desear sus manos recorriendo mi piel, en el embiste profundo haciéndome temblar...

Me habría evitado ese nudo de emociones que se aglomeraban en mi garganta y que ahora salían a empujones en un quejido lastimero, mientras me encontraba ahí sentado en el mulle. En el muelle de nuestra primera cita.

Reí como un bobo al recordar a Chanyeol, todo frustrado y borracho, tan tierno, tan dulce, tan pasional y gruñón. Un gigante con orejas de Dumbo que me dijo que me quería, que le gustaba y que yo...

¡Dios! Dolía tanto quererlo también.

Era lágrimas y mocos, hecho un ovillo, llorando en mitad de la nada mientras sentía mi pecho estrujándose adolorido, odiando cada segundo ese punzante dolor, ese dolor que solo significaba cuan profundo estaba Chanyeol en mi pecho, al punto que llegaba a odiarlo por hacerme sentir así.

Dolía como el infierno el saber que no había confiado en mí. Dolía también la decepción.

Y ahora, también nos separarían. Ese miedo irracional que había evitado que dijera mis sentimientos antes, golpeándome con ferocidad en el rostro al mostrarme que había tenido razón.

Que todo tendría un fin...

Golpeé con mi puño la madera del muelle, el ardor explotando en mi piel, el sonido junto con el dolor calmándome un poco.

Tú, Yo y el Sicario [ChanBaek/BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora