"...De verdad odias disfrazarte de mujer, ¿no es así?"
Me quedé estático ante su pregunta.
Nunca, en serio, nunca en mi vida alguien me habían hecho esa pregunta tan directamente en mi cara. Supongo que también nadie se había molestado en notarlo o tal vez simplemente no era algo que les interesara.
La idea era molestarme. No saber el porqué de mi molestia.
Sin embargo, ahí estaba Chanyeol, mirándome con sus grandes y cálidos ojos, sin reproche en su voz, sino más bien haciendo una afirmación.
Parecía sinceramente curioso, honestamente preocupado, ni un gesto que delatara que tuviera segundas intenciones o intentara burlarse de mí como la primera vez.
Aun así, yo quería escapar.
No quería esa conversación, sentía que intentar hablar de ello, aunque fuera contestar esa simple interrogante me carcomía las entrañas de ansiedad, los nervios haciendo múltiples nudos en mi estómago al punto de hacerme querer vomitar.
Quería negar su afirmación, quería decirle que estaba equivocado. No quería responder, desenterrar las risas, las burlas...el odio.
De repente sentí su mano cálida sobre la mía, fue ahí que noté que yo estaba temblando.
De miedo, de ira.
De miedo de saber qué pensaría Chanyeol, si me juzgaría con sus grandes ojos, de las letales palabras que podía pronunciar.
De ira al recordar mi pasado.
- Yo...
- No intentes evadirlo, Baek- me dijo al ver que mis ojos se apartaban de los suyos tratando de inventar alguna excusa, de negar sus palabras, sus obvias conclusiones producto de mi imposibilidad de ocultarlo- No hay nada malo en decir lo que sientes
Sentí las lágrimas agolparse en mis ojos, el terrible cosquilleo de que el dolor en mi pecho pronto iba a explotar y ceder, sucumbir igual que al abrir las compuertas de una represa.
- Lo odio- pronuncié finalmente, sintiendo la primera gota de liberación- De verdad lo odio Chanyeol, cada vez que me miro en el espejo, cada vez que veo mi reflejo trae el recuerdo de las burlas, de la risas, no puedo borrarlo...es una maldita pesadilla. Siento que es un maldito karma el tener que volver a disfrazarme de mujer...
Tragando duro, sentí el pulgar de Chanyeol haciendo círculos alrededor de mi mano, calentándome, entregándome apoyo mientras que las palabras tanto tiempo apresadas, se agolpaban en mi garganta queriendo salir, empujándose unas contra las otras en un caos total.
- Mi hermana...- empecé sabiendo que ya no había vuelta atrás, que ya no había forma que pudiera contener más ese pasado- Ella siempre quiso tener una hermanita, molestó a mis padres hasta que nací yo. Fue obvio que no era lo que ella quería, así que decidió hacer unos pequeños cambios. De pequeño siempre fui inquieto y mis padres trabajaban, así que la mayor parte del tiempo lo pasaba con mi hermana, ya fuera porque mis padres no estaban en casa o simplemente se cansaban de mí y la enviaban a cuidarme. No creas que mis padres no me querían- aclaré de repente, levantando la vista encontrándome con su fija mirada- Ellos lo hacían, era solo que después de llegar agotados del trabajo querían un poco de paz...
- Entiendo el sentimiento- respondió Chanyeol, sonriéndome, su mano acariciando la mía en un intento de relajar el ambiente.
Suspiré, el nudo en mi garganta aligerándose un poco.
- En fin, mi hermana al tenerme a su disposición, decidió que lo mejor era ponerme sus antiguos vestidos para poder jugar "con la hermanita" que ella siempre quiso. Era pequeño así que obviamente cedí a su capricho sin entender la diferencia entre usar mi ropa y la que mi hermana me colocaba - comenté en un dejo nostálgico, sombrío- A medida que fui creciendo las fiestas de té o jugar a la casita se volvieron habituales para mí, pero me aburría, yo quería salir a jugar con nuestro perro o jugar a la pelota, pero ella se enojaba porque terminaba ensuciando su ropa. Un día me enojé y le dije que no quería seguir jugando con ella, que no me gustaba. Ese día llevaba puesto uno de sus vestidos de princesa, esos que las niñas adoran, rosados y con volantes...- explique sin ganas, casi vacío- Las cosas se agitaron y entre medio de la pelea mi vestido se rompió. Aún recuerdo como sus ojos se agrandaron, llenos de sorpresa y luego de ira. Me dijo que si tanto quería jugar con otros niños ella me llevaría con ellos. En ese momento no pensé que sus palabras fueran literales. Cuando me tomó del brazo y me arrastró fuera de la casa supe que sí lo eran...
ESTÁS LEYENDO
Tú, Yo y el Sicario [ChanBaek/BaekYeol]
FanfictionSer Testigo de un Asesinato es una cosa. Disfrazarme de mujer para ocultar mi identidad era otra muy distinta. Que además debo aparentar ser la esposa de Park "Jodido" Chanyeol lo hace todo aún peor. ¿Quieren saber cómo sucedió todo? Lean. EXO.ChanB...