CAPITULO 7: Compras y Tormentas Nocturnas

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Mi nariz se arrugó y mis ojos rodaron en fastidio al ver la burlona sonrisa que Chanyeol me entregaba después que esa vendedora desabrida, con piernas largas y cuello de jirafa lo tomará del brazo y prácticamente lo arrastrara hasta el otro extremo de la tienda dejándome aquí con...¿Cómo se llamaba?

¡Ah, sí! Ren

Giré mi rostro y fijé mi vista en Ren. Más alto que yo y delgado, tenía un rostro fino y delicado, que hasta se podía decir, bonito. Su cabello negro tenía un estilo muy moderno al igual que su ropa. Se notaba que le importaba lucir bien.

Sus ojos negros me observaban fijamente, examinándome de arriba abajo, como un scanner médico.

- Sígueme- fue lo único que pronunció girándose con una gracia que ni la vendedora poseía.

Asintiendo, lo seguí hacia el fondo de la tienda, alejándonos automáticamente de Jongdae y Minseok. Sólo esperaba que el susodicho me buscara ropa holgada y no algo femenino de color rosa o con vuelos. Sobre todo, ningún vestido.

Estaba comenzando abrir la boca para decirle que prefería los pantalones o alguna cosa así para evitar las faldas, cuando en eso Ren se detuvo abruptamente quedando mi cara a pocos centímetros de golpearse con su espalda.

- Esta es nuestra sección para mujeres jóvenes- me indicó señalándome unos estantes y perchas llenas de camisas y chaquetas de colores claros y pasteles. Algunos tenían listones y otros simplemente gritaban "femenino".

Estaba acabado.

- Bonito- pronuncié tratando de parecer entusiasmada - Pero creo que es muy...delicado, ya sabes, para el campo...

Ren alzó su delgada y perfecta ceja, mirándome suspicaz.

- Cariño, no te ofendas pero si sigues vistiéndote así, hasta el ciego de la esquina se dará cuenta de que eres hombre.

Literalmente mi boca se cayó al piso.

¡Me descubrió!

¿Pero cómo?

Traté de que mi cerebro procesara algo e intentara crear una respuesta convincente, algo para engañar al suspicaz vendedor que tenía frente mío, mis manos sudando frío.

Por inercia mis ojos comenzaron a divagar por la tienda, tratando de encontrar a Jongdae o a Minseok para que me vinieran a sacar de este aprieto, pero Ren se me adelantó.

- No te traje hasta aquí sólo por la ropa, ¿sabes?- me dijo cruzándose de brazos- Tus amigos están muy lejos para escuchar y aquí no hay nadie que pueda interrumpirnos, al menos por un buen rato. Seohyun está haciendo un buen trabajo distrayendo a tu novio, así que...

-¡No es mi novio!- aclaré y quise darme un buen golpe en mi estúpida cabeza- Es mi esposo- me corregí rápidamente tratando de arreglar mi triste error- Mira solo quiero comprar ropa casual y cómoda, soy un poco masculina para vestirme, pero eso es todo.

Ren me miró otra vez con esos profundos ojos negros y supe que estaba perdido.

- Escucha, eso puede funcionar con otros, pero no conmigo. Desde que entraste por esa puerta vi que estabas incómodo. No te gusta vestir así. Se nota en tu rostro, en tú forma de caminar y de expresarte- Me dijo tan directo y frío que sentí un escalofrío recorrerme toda la espalda- No soy nadie para juzgarte, pero si quieres que la gente piense que eres mujer, tendrás que mejorar tu actitud y tu ropa.

Tragué seco. Era claro que ni en mil años podría engañarlo. Ren era un maldito zorro astuto y yo era un maldito libro abierto para él.

- Bien, ¿Qué sugieres?- consulté cruzándome de brazos, sabiendo que aparentar ya no funcionaría con él.

Tú, Yo y el Sicario [ChanBaek/BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora