Tú, Yo y el Sicario [ChanBaek/BaekYeol]

CAPITULO 5: La Cabaña, ¡Adiós Televisión!

- Baekhee, despierta, ya llegamos.

La amable y suave voz que me llamó no me fue familiar. No fue hasta que me movieron ligeramente del hombro que empecé a recobrar nuevamente la consciencia.

De a poco y con la vista media borrosa, logré ir delineando el rostro del oficial Minseok, su sonrisa amable siendo su gran recibimiento mientras me daba espacio para que me incorporara.

-Se te movió un poco- me indicó, señalándose su propio pelo, pero al ver que no comprendía su indirecta, fue y me arregló directamente la peluca colocándola en su sitio- Listo.

-Gracias- farfullé apenas, aún adormilado.

Terminando de hacerse a un lado, Minseok me dio espacio para salir de la camioneta y ver el exterior. No estoy seguro cuanto tiempo estuve dormido ni cuantas horas manejó Jongdae, pero el atardecer ya era próximo, con el sol filtrándose por las ramas de los árboles dando ese toque cálido tan característico.

Chanyeol ya estaba parado a un lado del auto, mirando todo. Apenas se giró un poco cuando yo llegué a su lado.

- ¿Dónde estamos?- consulté, bostezando entre medio, mirando alrededor en busca de algo que me ubicara.

- En su nuevo hogar- respondió Jongdae apareciendo tras nuestro cargando mi bolso.- Vamos, les mostraré el camino

Sin poner resistencia y llevados por la curiosidad, seguimos a Jongdae hasta un camino que se abría paso entremedio del bosque. Era estrecho, por lo que sólo se podía avanzar caminando y no en auto.

Sólo fueron suficientes unos cuantos minutos avanzando entre medio de árboles y arbustos para visualizar la pequeña vivienda que se alzaba un poco más allá. De madera y muy al estilo de la casita en la pradera, se encontraba ante nosotros una cabaña con un pórtico espacioso, unas escaleras llevándonos hasta él.

-Este es el lugar donde vivirán hasta que las cosas se calmen- nos explicó Jongdae mientras avanzaba y subía la escalinata hasta llegar al pórtico.- No es un hotel de lujo, pero es bastante confortable una vez que te acostumbras.

Una vez que entré al lugar comprendí mejor a lo que Jongdae se refería. Se podría decir que tenía cierta belleza rústica, muy sencilla, siendo la mayoría de los muebles de madera y sin mucha decoración, no se podía definir de otra forma.

Pero para mí era más que suficiente.

- Es perfecta- sentencié con una sonrisa, sentándome en el sillón más cercano, dejando que todo el cansancio recayera en el mueble.

- Yo no diría que perfecta...- pronunció Chanyeol – Pero tampoco está mal

Yo rodé los ojos ante su comentario. Claro, si lo comparas con su departamento de cristal, con tecnología de última generación, esto era como regresar a la época de piedra. Pero en mi caso no era así.

La sola sala de estar era del tamaño de mi departamento, sin exagerar.

- Bueno, bueno par de tortolitos, después tendrán tiempo de pelear, ahora préstenme atención- Medio bromeó Jongdae al tiempo que captaba nuestra atención- Nosotros vivimos prácticamente al lado de ustedes, bajando por el camino que acabamos de recorrer, un poco más allá esta nuestra casa. Mañana se la mostraremos, en caso de que necesiten algo nos pueden ubicar ahí. En esta casa no hay teléfono, ni computador ni nada tecnológico que pueda indicar su ubicación...

- ¿No hay una radio al menos?- consulté, sintiendo de repente que me estaba metiendo en un convento lejos de todo y que necesitaba algo que me recordara que aún era parte de la civilización.