Para: El chico que no me quiere.
De: Una afortunada.
Ser la chica nueva nunca es fácil, pero afortunadamente hoy deje de serlo. Iniciar un nuevo ciclo escolar es más sencillo cuando ya conoces a la gente que te acompañara en ese nuevo ( y aburrido) viaje que es la escuela, como tú (no) sabrás, el año pasado yo fui la chica nueva, entré ya casi cuando el año iba a terminarse, así que no pasó tanto tiempo antes de vacaciones, pero honestamente nunca deje de pensar en ti, te veía en el patio con tus amigos o con chicas, me aprendí tu nombre y hasta investigue en qué salón estabas, pero claro, nunca me atreví a hablarte.
Hice amigos, no muchos... pero si los necesarios, también conseguí una mejor amiga, la chica que me vio el primer día sola en el patio pronto se volvió mi leal amiga, tuvo que pasar un mes antes de que le confesara que creía que eras perfecto, ella me dijo tu nombre y me hizo saber que tú eras un chico popular, gracioso y muy engreído, nunca le creí lo de engreído, pero no tenía un argumento para poder defenderte...hasta hoy.
Cuando entré a mi nuevo salón inmediatamente me senté al lado de mi amiga, poco a poco se fue llenando mientras ella me contaba de sus vacaciones de verano y de cómo su tía que vivía en España la había invitado a visitarla en invierno, claro que le ponía atención, pero no podía evitar preguntarme en dónde estarías, cuáles serían tus clases y tu horario.
La campana sonó, la maestra de Química se presentaba y explicaba cómo sería su clase cuando un toquido fuerte y seguro retumbó por el salón, abrieron la puerta y ¡Oh sorpresa!, eras tú.
Entraste seguro, ella te regañó por llegar tarde y tú dijiste "mi error", tu voz se escuchó confiada, grave y realmente sensual, yo solo quería gritar, ¿Acaso era mi oportunidad?, aquí estabas tú, en mi salón, caminando hacia la fila enseguida de mí, saludando a todos y sonriendo...extrañaba esa sonrisa.
Tus amigos te rodearon mientras tu hablabas y hablabas, yo no podía llenarme de tu voz, quería memorizar cada acorde, quería que se quedara en mi mente por siempre, te vi de cerca, noté como tu cabello se veía tan suave y que tenías unos 3 pequeños lunares en la parte trasera de tu cuello, cuando caminabas por la fila, tu perfume llenaba mis pulmones y ¡No me lo creía!
¿Esté sería un buen año?, ¿Conseguiría hablarte?, ¿Me hablarías tú?
Quiero creer que la respuesta a todo es sí, pero ya veremos...
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Cartas al chico que no me quiere.
Teen FictionUna carta solía ser un símbolo de amor. Una carta es lo que se enviaba a la chica o chico que te gustaba cuando no existia el internet,ni los mensajes de texto. Una carta perfumada significaba amor del puro, pero en esta ocasión... No es así. Así...