Cartas al chico que no me quiere.

Diecinueve.

Para: El chico que no me quiere.

De: ¿Mi?

Lamento no haberte escrito en tres días, pero no estaba con ánimo.

A veces siento que lees mis pensamientos, como esta semana; faltaste tres días a la escuela por un viaje familiar y pues analicemos las cosas.

Como me sentí:

Al inicio todo estaba bien, sentía que me estabas regalando un respiro y estuve muy concentrada en las clases, eso hasta que por inercia mis ojos se giraban hacia tu lugar vacío y ahí me sentía triste, porque te extrañaba mucho, la luz cegante de tus ojos marrón no estaban irradiando destellos, el salón estaba vacío, al menos así lo sentía yo.

El segundo día llegue inmediatamente buscándote y no estabas, entonces el día tampoco tuvo tanto sentido.

Y el tercer día también te busqué y no estabas, todo el día estuve ansiosa, me sentía incompleta, que algo en mí no encajaba, no tenía a donde mirar si no era a tu asiento vacío y entonces me detuve.

Estoy mal... No puedo seguir así, no puedo necesitarte tanto, mi vida no debe girar en torno a ti, tú no debes ser la luz de mis ojos o la razón por la que vaya a la escuela, tu no debes de ser el centro de mi vida y aun así lo eres, no deberías de ser mi primer pensamiento al despertar mucho menos el último, a veces siento hasta que eres mi razón de vivir.

No quiero sonar creída o lo que sea, pero seamos honestos, tu no me mereces, pero seamos honestos, yo tampoco te merezco.

Eres un grosero, una persona que finge ser algo que no es, pretendes ser un chico estúpido, ¿POR QUÉ?

¡Diablos! ¿Ves esto? Aquí voy otra vez contradiciéndome a mí misma, diciendo cosas que no tienen sentido y escribiéndote estupideces que cuando vuelva a leer me preguntare ¿A dónde rayos quería llegar con esto?

Te odio tanto porque me vuelves loca y te quiero tanto porque me vuelves loca.