Cartas al chico que no me quiere.

Veinticinco.

Para: El chico que no me quiere.

De: ...

Es martes, y ya sabes que me levanto y tomo dos tazas de café, eso te lo escribo siempre, después llego a la escuela y tus ojos me despiertan aún más, ¿Pero sabes que cambio esta vez?, tus ojos no estaban casi dormidos como todos los días, tus ojos estaban despiertos y tenías un ramo de rosas en tu banco.

Me miraste entrar al salón y te levantaste, mi corazón dejó de latir cuando tomaste el ramo de flores y caminaste hacia...ella.

La chica que te gusta, la chica que TU quieres, la chica que NO soy yo.

¿Que creía?, ¿Qué solo porque te comportaste como un cretino ayer ya estarías enamorado de mí?

Esto no es una película, es solo una trágica vida común y corriente, conmigo de protagonista y a veces solo como personaje secundario.

Cuando le entregaste las flores ella te abrazó, te abrazó tan fuerte que me hizo sentir mis huesos romperse, te susurró algo al oído y yo sentí navajas en mi espalda, le diste un beso en la mejilla y no aguante más, una lágrima cayó de mi ojo y por primera vez llore por ti, mire hacia mis libros porque no quería que me vieras llorar, aunque probablemente ni siquiera voltearías a verme.

Sentí como mi mundo estaba siendo arrancado de mí, sentí como esa chica tomaba lo que más me importaba en el universo, sentí que toda la luz de mis ojos se había apagado, mi energía se había ido y mi alma había abandonado mi cuerpo porque me sentía sin vida...

Entonces me di cuenta de algo, tu nunca te ibas a fijar en mí y yo nunca iba a hacer que me notaras.

Yo seguiría callada y escondida, atrapando un poco de tu luz todos los días para guardarla conmigo, como un recuerdo, jamás te faltaría una luz a ti, tu eres el universo entero, tú eres todas las estrellas y luceros, tu eres el sol y los planetas, y yo soy una luna que solamente brilla cuando tu no estas mirando...