Cartas al chico que no me quiere.

Cuarenta y dos.

Para: El chico que no me quiere.

De: ¿Una chica que lo siente?

Hoy salí con mi novio... Se siente raro hasta escribirlo, como sea, él quería ver una película de terror y sabe perfectamente que no me gustan ese tipo de películas, pero estaba tan emocionado por ver no sé qué función y finalmente acepte.

Llegamos al cine y ¡Maldito destino! ahí estabas tú con una chica, no sabía quién era, pero la odie instantáneamente.

Y para rematar mi mala suerte, mi novio les dijo que entraran con nosotros, pensé que diarias que no, pero tenías que decir que sí.

Compramos los boletos y entramos directo a la función. Me senté en medio porque me gusta quedar a mitad de la fila para poder ver mejor la película.

"Me ganaste el lugar" me dijiste riendo, a ti también te gustaba estar en medio, así que te sentaste enseguida de mí.

La película comenzó, la verdad es que no estaba poniendo mucha atención porque me estaba muriendo de miedo, mi novio estaba encantado porque es súper fan de estas películas del mal (que tanto odio), tu estabas como neutral, te miraba de reojo y estabas sin expresión alguna mirando a la pantalla, esperando a que la siguiente persona sangrienta gritara, tu "cita" estaba enseguida de ti, casi colgada a tu brazo, creo que ella estaba más enfocada en ti que en la película...como yo, supongo.

Hubo un momento en el que esta cosa horrorosa que ni idea de qué era salió gritando y por instinto o no lo se tome tu mano, y la apreté lo más fuerte que pude mientras daba un grito de niña pequeña, después te solté muy rápido y me disculpe, no te volví a mirar en el resto de la película y tu no volviste a poner tu mano en las coderas.

Cuando terminó la película y salimos de la sala aún no podía hablarte, no quería que notaras que estaba nerviosa pero realmente no sabía que hacer, entonces la chica con la que estabas te susurro algo en el odio que te hizo sonreír y me hizo querer arrancarle la boca; dijiste "ya nos tenemos que ir chicos, nos vemos luego" te despediste de tu amigo con un abrazo y a mí me diste un beso en la mejilla, la sensación de calidez que este produjo no se me quitó hasta que me fui a dormir.