Me han dicho muchas veces que la realidad es difícil de encontrar, que siempre es traicionera y cambiante debido a que no quiere ser encontrada. Ahora me doy cuenta de que todas esas personas estaban equivocadas ya que lo que más cuesta es afrontarla sin desmoronarse. Lo que se nos dificulta es tragarnos los trozos de sufrimiento que nos causa la jodida. Lo que no cuesta es no caer en el intento.
-Campanita..-Soy plenamente consciente de que estoy aquí, pero todo se escucha a lo lejos, como si estuviese en una cápsula de vidrio que me separa de esto. Que pena que no es así y que sean los quejidos de mi corazón los que acaparan mis sentidos.
-¿Hermosa?-La mano de Calum se posa en mi hombro, calentando el lugar, envidiado por el resto de mi fría piel pero la sensación es extraña. Mi cuerpo está helado y vacío, dejándome en la penumbra de una tristeza que me hunde con rapidez. Cierro los ojos, permitiendo acostumbrarme al dolor punzante que atraviesa mi corazón, llenándome con la oscuridad ya conocida varios años atrás. Pero esta vez es demasiado, me asfixia. Abro los ojos e intento respirar al ver que Xav ya no tiene a la chica sobre su regazo, sino se pone los shorts con velocidad, solo impulsando a las ganas de irme.
-Pequeña, espera, por favor..-Las lágrimas bajan incontrolablemente por mis mejillas mientras me volteo y corro hacia la salida, chocando con un cuerpo pequeño y delgado al llegar al umbral. Miro a la persona, encontrándome con una Anne preocupada, que me abraza al instante.
-Vamos, linda. Dejalo salir.-El maldito nudo que se instaló en mi garganta va desapareciendo al permitirme caer sobre ella. Un sentimiento enorme e insoportable se cuela en mi, inundandome hasta no poder más. Mis hombros tiemblan cada vez que un sollozo abandona mis labios, manifestando la miseria que se desata en mi interior. Anne acaricia mi cabello al tiempo que me separo de ella para apoyarme en su brazo. Un Nikolai con el ceño fruncido me mira con unos ojos que transmiten inquietud mientras que Iván ve hacia atrás con fuego en los ojos.
-¡Puta madre, Xavier Volkov! ¿Tanto te costaba? ¿Tan jodidamente difícil era cuidar el corazón de una puta persona que te adoraba más que a nada en el mundo? ¡¿Era acaso tanta mierda?!-
-No fue eso..-El golpe que Iván suelta contra la pared lo para y sobresalta a todos.
-Nos vamos-Iván busca mis ojos cristalizados y yo solo asiento, quiero retirarme de esta pesadilla. Deseando huir, como antes trataba de hacer. Anne me jala, guiandome por los pasillos mientras escucho la voz de Xav en el fondo, pidiendo que lo espere. Mi cuerpo se agita ante los sollozos que se van intensificando a medida que lucho contras las ganas de girarme e ir a sus brazos que creía eran protectores.
-Tranquila, ya casi estamos afuera. Vamos linda, resiste.-Anne dice, aumentando el paso.
-Aguanta un poco más, yo sé que puedes.-Iván se pone a mi lado, tomando mi mano mientras me indica que respire para tranquilizarme, pero cada inspiración es una cuchillada que me quita aire.
-¡Campanita!-El pánico se va instalando en mi al sentir su voz cada vez más cerca.
-¡Cállate de una puta vez! -Anne corre, tomándome por la mano y haciendo que me separe de Iván, quien nos sigue acompañado de Nikolai y Calum. Mi amiga abre la puerta y salimos del lugar, quedando en la calle iluminada por el sol del atardecer. Los chicos se colocan frente a nosotras y nos vamos alejando del lugar.
-Mierda.-Escucho a Nikolai, quien mira a mis espaldas. El chico se me acerca con ademán de quitarme del lugar, pero una mano hace que me voltee bruscamente. Los brazos de Xavier me envuelven en un delicioso calor que me hipnotiza por unos segundos, dejándome en un sueño que alguna vez creí conocer. Pero todo lo bueno se va, siendo reemplazado por la maldita imagen que se está convirtiendo en un loop doloroso. Pongo mis brazos entre nuestros cuerpos y lo empujo, separandome de una ilusión. Xavier suelta un gruñido y se me acerca para volver a abrazarme, pero yo me alejo.
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Mi Caos Ruso
Teen FictionMi nombre es Nyx Evans, mi vida se volvió una rutina monótona sin emociones hace años, todos los días las mismas sonrisas falsas en casa, los padres perfectos que sonríen para las cámaras, las mismas caras artificiales a donde vaya y la relación "p...