Capítulo 38 Parte 2

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-¿Cómo se te ocurre llevar falda con este frío?-Iván pregunta mientras yo tiemblo en los brazos de Xav, caminando a Du Mort.

-¡Llevo mallas!-Al parcer no fue una buena idea ponerme la falda de estrellas que me regaló Anne ya que aunque lleve blusa negra pegada de manga larga y una chaqueta de Xav, el frío no se va. Muevo mis dedos dentro de las botas, tratando de distraerme.

-Pues son de una pésima calidad porque sigues violeta.-Entramos a Du Mort, envolviendonos en el ambiente oscuro y conocido. Busco a Anne con la mirada ya que me dijo que podríamos ver la pelea juntos.

-¡Ahí está el conejo!-Elsa indica, caminando entre la gente con nosotros a sus talones. Nos hacemos paso entre la multitud hasta llegar a la mesa donde mi amiga, vestida en unos mom-jeans con una camiseta de mangas largas de una banda que no conozco, se sienta sobre el regazo de su novio. La chica lleva sus viejos y confiados converses azules oscuro y habla algo con Nikolai, quien tiene un vaso de agua en la mano junto a unas píldoras.

-¡Eres un idiota! Si vas a tener sexo con ella ponte un maldito condón, esas putas píldoras le hacen daño.-Iván grita acercándose a ellos. Tanto Anne como yo nos sobresaltamos ante su tono de voz. Estoy segura que Nikolai se cagó por unos segundos, pero su mueca fue reemplazada por una de seriedad.

-No le haría eso y lo sabés ¡Son sus medicinas!-Anne se levanta y corre a abrazarme, a lo que yo envuelvo mis brazos a su alrededor.

-Hola, veo que ya no estás mojada.-Ambas nos reímos de mi comentarios.

-No quiero tomarlas, Nyx. Me...traen recuerdos de mi pasado que no me agradan. Sé que suena estúpido ya que se supone que me ayudarán, pero...no sé, ¿entiendes?-

-Entiendo, pero tienes que intentarlo. Si no lo haces por tí, hazlo por Nikolai.-Una sonrisa enorme se cuela por su rostro al mencionarlo.-Por Iván, Xav y yo, ¿sí?-Anne se despega de mí y asiente, por lo que sonrío al ver que la estoy ayudando.

-¿Los medicamentos para tu rótula?-Dice Iván, no muy convencido, como si mintiera.

-Ya no tienes que decir mentiras, ellos saben, pero gracias por mantener tu promesa.-Anne lo abraza y se va a sentar en las piernas de su novio, a quien besa, dejándolo sorprendido y medio tonto. Me acerco, quito las pastillas de la mano del chico medio ido y se las paso a Anne, quien se las toma con un poco de dificultad.

-Nunca pude con estas mierdas. Son demasiado grandes.-

-No te quejas con Nikolai.-Elsa dice a lo que Anne se sonroja y yo me cago de la risa. Me doblo sobre mi estómago y siento como el vientre empieza a doler. Veo a Nikolai estático y del color de una bombilla de navidad.

-Acompáñame al vestidor, Campanita.-Xav me toma por la cintura mientras yo sigo riendo. Pasamos por el tumulto de gente, llegando al conocido camerino con un cartel que marca el apellido de mi boxeador. Xav me sienta y comienza a sacar las cosas. Ya aquí, la realidad cae sobre mis hombros.La preocupación se instala en mi cuerpo al mismo tiempo que los nervios comienzan a carcomerme. Me levanto y le a quitar su camisa con las manos temblorosas y una presión en el pecho. Agarro sus guantes y me dispongo a ponerlos, pero un suspiro sale de sus labios antes de quitarlos de mis manos. Le miro con el ceño fruncido y él solo se sienta conmigo en su regazo a horcajadas. El toma mi rostro entre sus manos y pega nuestras frentes.

-No me va a pasar nada, Campanita.-

-No puedes estar seguro de eso. Entiende que tu jodida salud es importante, no quiero perderte por una estúpida pelea. No quiero levantarme y ver que alguien no está a mi lado, que no va existir nadie con quien me ame así.-Mis ojos empiezan a aguadarse y él besa mi frente.

Mi Caos RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora