Capítulo 3

2.5K 263 14
                                    

Miraba una y otra vez su reflejo a través del espejo, fajaba un poco su camisa, sus labios formaron una mueca de disgusto. Saco inmediatamente de su cuerpo aquella camisa gris. 

Sobre su cama se encontraban una gran variedad de camisas de colores pálidos. 

Soltó un suspiro grande y dejó caer su cuerpo sobre el sofá de la habitación. Estaba dudando en asistir o no a la fiesta de cumpleaños que habían organizado sus amigos. Realmente detestaba las fiestas, odiaba terminar con ese horrible olor a cigarrillos y desagradable sabor a alcohol, se veía obligado a esos eventos, no quería que nadie lo llamara aburrido. 

─No estoy de humor, llevo esperando diez minutos.─bufo luego de escuchar la voz de su pareja tras la puerta de su habitación. 

Comenzaba a molestarle la actitud del chico. La mayor parte del tiempo solo hablaba de sus problemas, no tomaba en cuenta la opinión o charlas de Gun. Esperaba que la relación durara un poco más de tiempo, o por lo menos seguir fingiendo que eran la pareja perfecta, tal como los etiquetaban después de haber hecho oficial su relación. Escuchaba a distintas personas opinar sobre aquello, algunas eran buenos y otros todo lo contrario.

Acomodo por última vez su vestimenta,  recibió una mueca de desagrado por parte del chico recargado en la pared.

─tardaste tanto tiempo para eso.

Rodó los ojos después de escuchar aquel comentario desagradable. Siguió su camino, no estaba dispuesto a discutir, era su cumpleaños, no deseaba arruinarlo, así que simplemente ignoraría esos malos comentarios. 

El camino había sido largo, con la radio sonando y sin ninguna palabra de parte de los dos, parecían un par de desconocidos dirigiéndose a un mismo destino. 



La luz del sol se había ido, ahora solo se podía notar la gran luna brillar, junto con el palpitar de las estrellas. En la casa Adulkittiporn podía sentirse el ambiente pesado por parte de dos de los miembros de la familia, Jumpol y su padre. 

Echo un vistazo por última vez a sus padres antes de cerrar la puerta de la casa. Se adentró a su auto, soltó un suspiro antes de arrancar el motor del vehículo.

Su molestia no tenía comparación con la tristeza que sentía,  su brazo izquierdo salía de la ventana. El frío viento de la noche no tenía ningún efecto en él, su rostro aún se mantenía tenso, sus dientes apretados, su ceño fruncido. 

El auto se movía a una velocidad inadecuada para una ruta con curvas de por medio. Nadie más que él transitaría por aquella carretera a altas horas de la noche, así que solo lo dejaba pasar.

El estruendoso sonido de su celular marcando la hora de medicamento lo hizo molestarse mucho más. Importándole poco si se rompía o algo parecido, lo lanzó hacia la parte trasera del coche.

Del bolsillo izquierdo de su pantalón sacó una pastilla verde, la colocó en su lengua, para luego pasarla en seco, sintiendo como la molestia pasaba por su garganta. 

Por otro lado...

Las luces rojas y moradas pasaban por todo su cuerpo, su boca comenzaba a obtener un mal olor, sus gruesos labios estaban húmedos, el calor comenzaba a ser insoportable.

─bebe más.─ insistió su pelinegro amigo, que lo sostenía por la cintura para que no  cayera.

─no puedo.─ rio.─ ya no puedo más.─ dejó la botella de licor sobre la mesa de centro, sentó su cuerpo sobre el sofá.

La risa de sus amigos no se hizo esperar, su vista estaba un tanto nublada, comenzaba a marearse un poco, pero la sonrisa en su rostro no se borraba, debía irse a casa ya.

Secuestro •||OFFGUN||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora