Capítulo 21

1K 179 3
                                    

Un meses habían pasado muy rápido, claro para una persona que dormía por el día y que se mantenía despierto por las noches imaginando el reencuentro con la persona que quería, habían pasado rápido, pero esto parecía ya no agradarle a sus padres. 

Ellos solían decirle que su piel se había vuelto más pálida por las pocas veces que la luz del sol tocaba su piel y era verdad; Gun había comenzado a huir de la luz del sol, de salir de su habitación. 

Sus padres habían tomado una decisión, le habían pedido que saliera a caminar un poco y tal vez podría visitar esas lindas tiendas de ropa con miles de colores vivos en las que disfrutaba gastar el dinero de sus padres y que en algún momento le prohibieron visitar. 

No lo negaría. El realmente quería ver las lindas camisas y gorros que la tienda tenía, pero la esperanza de que Off apareciera en su casa para decirle que lo extrañaba  era más fuerte, pero parecía que aquel día sus padres habían ganado la batalla. 

Se encontraba caminando por la plaza comercial mirando todas las tiendas a su alrededor. Nada parecía haber cambiado, las tiendas seguían teniendo el mismo estilo que hace unos meces. 

Solo compraría un par de cosas para complacer a sus preocupados padres y volvería a su habitación para poder hacer su rutina nocturna. 

Su tienda favorita parecía la misma, solo que esta vez tenía más ropa holgada con colores pastel, sus favoritas. 

Comparar era algo que realmente extrañaba, en lo que podía pasar mucho tiempo combinando pantalones, camisas  y shorts. 

La ropa holgada le favorecía a su delgado cuerpo aunque lo hiciera verse más pequeño; era lo suficientemente cómoda para usarlo todos los días.
Pasar todo momento dentro de su habitación no significaba que no se mantuviera lindo, pues en cualquier momento Off podría llegar.

Necesitaba verse bonito para cuando el momento llegará y volvería ser feliz con Off; aun cuando Off le decía que se veía bonito sin maquillaje, ropas caras y accesorios, solo debía ser el mismo para agradarle a alguien. 

Off subía su animo con pocas palabras y acciones, lo necesitaba de nuevo a su lado, para sentirse cálido entre sus brazos, para volver a sentir sus sentimientos explotar en un siempre segundo.

En sus brazos se encontraban las ocho bolsas de la tienda. Caminaba tranquilamente por el centro comercial en busca de otra tienda que le fuese interesante para gastar el dinero que se le fue otorgado.

Nada parecía volver a gustarle, ni siquiera la comida deliciosa por la que babeaba cuando visitaba el lugar; extrañaban  los exóticos alimentos que Off preparaba, aun estando quemado o con un olor extraño lo consumía. 

Todo lo que Off hacia para el era especial; cada palabra que le había dicho se volvieron tan únicos, que lo hicieron creer ciegamente en el y era algo que pensaba seguir haciendo, Off no sería capaz de dañarlo; ya que, si ese hubiera sido su deseo, lo habría hecho cuando ambos estaban encerrados en la cabaña. 

Dejo caer su cuepo en la banaca que se encontraba entre las tiendas en las que podía entrar y gastar todo lo que quedaba en su tarjeta de crédito, pero no lo haría, las bolsas que ya cargaba eran suficiente para él, no deseaba meterse en problemas con sus padres por gastar tanto dinero. 

─Ahí estas.─ escucho un suspiro tras el, lo que lo hizo asustarse y girara la cabeza a la dircción de la voz. 

─Oab... 

Soltó un suspiro, debía lidiar con su aún novio. Seria difícil alejarse de una persona que solo lo quería a su conveniencia y no quería perder más popularidad de lo que ya había perdido.

Pero había una persona que la estaba pasando todavía peor y no tenía autorización de negarse a obedecer a sus mayores era Off. 

No había sido la mejor decisión que había tomado, pero ayudaria un poco a olvidarse de todos los problemas ya ya había resuelto, se mantendría ocupado para no pensar en él. 

Off estaba dispuesto a dejar atrás todo el suceso y seguir su vida; que mejor manera que consiguiendo un trabajo en la empresa de su padre como secretario, puesto en el que por supuesto debía recordar las horas, fechas, eventos y realizar informes.  Su cabeza se mantendrá llena de esa nueva información, eso sin contar que aún debía cumplir con sus deberes de universitario. 

El día estaba por terminar, sobre su escritorio se encontraba una libreta con todas las citas que tendría que cambiar de fecha a causa de una cita imprevisto pero sumamente importante. Odiaba ese tipo de situaciones, era necesario terminar su trabajo lo antes posible o le traerían más problemas con su padre. 

Marcaba distintos números de teléfono esperando a que alguien respondiera y poder disculparse por el inesperado cambio de fechas.

Era un trabajo ajetreado para una persona que nunca antes había trabajado.

Su padre había ido ya, solo quedaba el en el pequeño cubículo que se le había entregado junto a los demás empleados que ya no se encontraban.

─Ahg.─ se quejo llevando su cabello hacia atrás jalandolos levemente desquitando un poco su estrés.

Finalmente había terminado, era hora de volver a casa para descansar y mañana volvería a su laborioso trabajo. Todo el programa se repetiría un par de semanas ya que debía volver a la universidad.

El camino de regreso a casa era tardío y tranquilo; las calles se mantenían con pocos automóviles. 

La música en la radio era aburrida, así que desidido apagarlo. Las pastillas para el dolor de cabeza le habían ayudado par relajarse un poco y conducir pacíficamente. Estaba a un par de casas para llegar al área que debía conducir con más rapidez. 

La música clásica sonaba suave y baja, meneaba su cabeza de un lado a otro, buscando figuras que formaban las estrellas. 

─11:11.─ susurro contra la ventana. Cerro los ojos dispuesto a pedir su deseo.

Debía ser tonto esperar la hora exacta para pedir el mismo deseo de todos los días, podría volverse hasta aburrido o igualmente olvidarlo, pero para el no era nada de eso. Ese tipo de deseos para el eran reales, tardarían en cumplirse, pero lo harían. 

─ Quiero volver a ver a Off.─ musito. 

Un auto color negro cruzó la calle presuroso, el mismo automóvil que había estado pasando toda la semana pasada, comenzaba a tener curiosidad de la persona que conducía apresuradamente a esa hora.

─¿quien puede ser?

Sonrió un poco curioso, sus noches pasarían de ser momentos para mirar las estrellas a averiguar quién era la persona al volante.    

Sus hombros se relajaron un poco después de pasar el lugar al que le habían prohibido acercarse. No le agradaba pasar por esa avenida, pero era el único lugar para llegar a casa, solo esperaba no ver a Gun, era ese su único deseo.

◦•●◉✿ - ✿◉●•◦

Había dicho que actualizaría más seguido jajajaja pero aquí me tienen una semana después.

Hasta la próxima semana, tal vez antes.

Secuestro •||OFFGUN||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora