Secuestro •||OFFGUN||•

Capitulo 36

Estaba tan ansioso por escuchar el "Corte" del director, sería la última vez que lo escucharía.

El rodaje de la serie estaba por terminar, después de ello tomaría tiempo para descansar antes de comenzar a promocionar la serie con su pareja en menos de un mes, pero esos pocos días los dedicaría para relajarse.

-N'Gun, concéntrate.- el director lo tomo por hombros y lo miro serio.- es el final de la serie, da lo mejor de ti.- se alejo dejándolo solo.

La escena final era fácil y tranquila, era reencontrar a su alma gemela después de meses de no haberse visto.
Estaban grabando en un lugar sin ruidos, era una no tan vieja casa en una zona rural de una mujer muy linda de la tercera edad.

La historia se había vuelto interesante y tenia muchos momentos en los que debía llorar, por algunas cosas absurdas y otras por sucesos fuertes. El punto en el que todos conocen su obscuro pasado.

Los personajes habían pasado por dificultades, pero al final quedaron juntos y serían felices por el resto de sus vidas.

Actuar era vivir para Gun, podía ser alguien que fuese feliz, cambiando su presente y su futuro, imaginando que es él la persona que ha encontrado al amor de su vida y no tendrá que volver a sentirse solo nunca más.

─CORTE.─ se escucho el grito del director haciendo que se separar de su compañero de trabajo, rompiendo el abrazo que habían mantenido.

Bajo la mirada y se sentó sobre él césped, soltó un suspiro cansado, tallo sus ojos alejando las lagrimas que había dejado salir por la escena.
Sintió un cuerpo contra el suyo que lo hizo caer de espaldas al césped aun siendo presionado contra otro cuerpo.

─fue un gran honor actuar a tu lado Nong.─ susurro presionando más su cuerpo sin lastimarlo.

Así era él, cariñoso con todas las personas a su alrededor, abrazándolos y dándoles palabras de aliento; contrario su personaje, que había molestado a sus compañeros de clase, humillando a los más débiles.

─Eres muy lindo, no llores.─ rio en el momento que sintió unos dedos quitando las lagrimas que no había terminado de limpiar.─ eres hermoso Nong.─ beso su mejilla.─ cuídate mucho y llámame para salir algún día.

Comenzaba a escuchar los sonidos de las cámaras tomando fotografías del momento, después comenzaría a verlos en Instagram y Twitter.

─Me iré, tengo una cita.─ sonrió levantándose del suelo y extendido la mano para ayudarlo a levantarse.

─Me quedare un rato aquí.─ se sentó y quito su suéter para después volver a acostarse pero poniendo su suéter sobre su rostro.─ que tengas una linda cita.

P'Rice, le había contado acerca de su pareja en algunas ocasiones, era muy feliz con ella, se conocieron en la universidad y desde ese momento comenzaron a salir.

"cada día más enamorados"

Le decía.

"Ella es el amor de mi vida"

Sonreía.

"La amo"

Gritaba.

"Ella es mi felicidad"

susurraba.

Un hombre que había encontrado al amor de su vida a una edad temprana.

Pero por su cabeza pasaba la misma pregunta "¿ella sera realmente el amor de su vida?", aun es joven, puede encontrar al real, conocer a más personas.

Río mentalmente por lo que estaba pensando, él sien dos años más joven y no había conocido a alguien al que realmente pudiera decir "El amor de mi vida", pues al final todos se habían ido y ahora estaba solo recostado en el césped frente a una casa de una mujer mayor.

─Gun es hora de irnos.─ escucho la voz de su manager.

No quería levantarse del suelo y mucho menos quería llegar a casa para solo dormir o salir a pasear a la ruidosa ciudad, quería quedarse por lo menos un poco más en ese lugar tranquilo, solo un poco más.

─No quiero irme.

─Gun, ya todos se han ido.

Se levanto de golpe y miro a su alrededor y se encontró con los ojos de la linda mujer que le sonreía frente a la puerta de su casa.

Cuanto tiempo había pasado para que solo quedaran ellos tres?
El tiempo había pasado rápido y no lo había notado.

─pero no quiero irme, quiero quedarme un poco más.─ bajo la mirada.

─Gun, no puedes, vayámonos.

─oh, si Nong desea quedarse, puede hacerlo, es bienvenido aquí.─ levanto la mirada viendo a la mujer caminar hacía ellos.─ Me encuentro sola y no me haría mal algo de compañía.

Una sonrisa se dibujo en sus labios.

─¿podrías venir mañana por mi?.─ pregunto hacía su manager.

─Vendré esta noche por ti.─ suspiro cansado.─ mañana debo resolver algunos problemas.

─Eso es suficiente tiempo.─ sonrió.

Se levanto del suelo caminado hacía la mujer para agradecerle.

─¿te gustaría comer algo?.─ pregunto la mujer a lo que el solo asintió con la cabeza.

Caminaron hacía la casa, una vez dentro su curiosidad salio a flote al mirar las fotografías colgadas en la pared.

─ahora vuelvo─Se sentó en la gran mesa del comedor.

Era una casa muy grande para solo una persona, con solo estar sentado en el comedor se sentía muy pequeño.

Sus pensamientos se fueron al ver una fotografía sin marco sobre la mesa, la tomo y la observo por unos segundos.
Eran dos mujeres abrazadas, ambas se veían muy felices por sus sonrisas, una era de una estatura más baja, su cabello era lacio, mientras que la otra poseía el cabello ondulado, la fotografía estaba en blanco y negro.

─Fueron buenos momentos.─ escucho la voz de la mujer, el susto lo hizo dejar la fotografía en el mismo lugar.

─¿quienes son?.─ pregunto sin pensar, pero callo en cuenta de lo entrometido que se había escuchado.─ lo siento, no es asunto mio.

─No te preocupes.─ sonrió dejando un tazón de Khao tom frente a él.─ soy yo y la persona que fue más importante de mi vida.─ se sentó frente a él sin dejar de sonreír.─ Su nombre era Mila, mi linda y muy hermosa Mila.─ desvió los ojos perdió en sus recuerdos.─ No nos conocimos de la mejor forma e igual termino mal.

Gun noto triste como la sonrisa de la mujer había pasado a ser una linea en los labios.

─Me gustaría escuchar la historia.

─Si es así, te contare.─ poso sus codos sobre la mesa y entrelazo sus dedos.─ Hace ya muchos años, yo estudiaba en una escuela cerca de casa, era muy buena en matemáticas y me gustaba leer libros, en especial los románticos.─ soltó una risita negando con la cabeza.─ en ese entonces soñaba con encontrar a un hombre que me amara y pudieras estar juntos toda la vida; pero jamas encontré a un hombre, la encontré a ella. Mila era muy tímida, amaba tocar el violín y muy pocas veces la había visto. Sus padres eran muy adinerados y era su única hija, así que la solían cuidar mucho, era como un diamante.─ suspiro.─ Su timidez no la dejaba socializar, pero ese no es el punto. La forma en la que nos conocimos fue mala, aquel día yo me corría por los pasillos ya que se me había hecho tarde para un examen importante y empujaba en cualquier persona que se me pusiera enfrente y ella fue una; no medía mi fuerza al hacerlo y ese empujón la hizo perder el equilibrio y terminará en el suelo y que su violín cayera lejos, después me entere de que el violín se había roto.─ dejo pasar unos segundos y lo miro .─ rompí su violín, el objeto con el que se expresaba.

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Tarde mucho...