Capitulo 39

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Estar en un lugar desolado no era tan malo, podía sentarse fuera de la casa observando como las hojas de los arboles caían. 
Ya no quedaba nada  por hacer, estaba tan aburrido, necesitaba hacer algo, sentarse sin hacer nada no le gustaba. 
Su teléfono había muerto por la batería y la corriente eléctrica aun no llegaba, pero lo que más lo sorprendieron fueras las palabras de la Tía Nat como ella le había pedido llamarla. 

─Comienzas a acostumbrarte a no tener algún aparato electrónico. 

Dijo aquello después de decirle que la corriente eléctrica solía demorar días incluso semanas, razón por  ello le había recomendado dormir temprano, leer libros o dibujar, pero ninguna de esas cosas le llamaban la atención.

Había dormido demás, el día pasado comenzó a leer una novela que había encontrado y dejo botado pues no le había interesado y por la tarde había intentado dibujar algo, pero no había salido como lo esperaba.

Y tan solo habían pasado dos días, estaba cansado de estar solo, escuchando su mente una y otra vez. Estando solo en casa no era igual, era mejor, podía hacer miles de cosas con una ropa cómoda, la ropa que llevaba puesta no era mala, claro que no.

En realidad si era malo, era ropa que Off le había dado y no es que le incomodara pues la ropa era muy suave y grande, el problema era Off. 

La conversación en la tormenta había sido el ultimo roce que habían tenido, Off trataba de evitarlo a toda costo y eso le molestaba de alguna forma pero igual le agradecía por ello, pues no sabía que decir. 
Off se había encerrado en su habitación, no lo había visto salir de  ahí, lo que lo sorprendía pues por lo menos en su caso se paseaba por toda la casa y lugares cercanos, pero mantenerse encerrado todo el tiempo; realmente no lo toleraría. 

Después de la muerte de sus padres se había mantenido ocupado, en su trabajo, visitando algunos lugares, haciendo cosas en casa, solo; aunque estar e casa solo no le agradaba mucho así que desidia estar en lugares concurridos pero igual tranquilos. 

Le daba curiosidad saber como estaba Off y como pasaba su encierro. 

Y lo que pasaba en ese cierto era aún más decepcionante.
Si supiera que le era igual de complicado estar solo, pues pasar la mayor parte del tiempo en la oficina o con Nam, que podía hablar hasta por los codos, la extrañaba, ahora la necesitaba para pedirle un consejo, le ayudaba a relajarse y lo mantenía entretenido.    

Se  había acostumbrado al contacto de la linda mujer de cabello rosa que no dejaba de llamarlo con apodos lindos. 
Bien podría estar muriendo por que de igual forma tampoco le agradaba quedarse mucho tiempo sola.  

Se levanto de la cama y camino hacía la ventana en donde observaba al lindo Gun sentado frente a la casa.
Parecía estar tranquilo, no parecía cansado después de pasarse caminando todo el día.

¿que estará pensando? 

─Antes deseaba tener la oportunidad que estas desperdiciando.─ escucho la voz de Nat a su espalda, pero no se giro a verla, mantuvo la mirada en los movimientos de Gun.─ si yo estuviera en tu lugar ya habría besado a Gun.─ rio.

─No quiero besarlo.─ miro unos segundos a la mujer que se había parado a su lado, observando al mismo hombre bajito que solo estaba sentado.

─Bien, entonces no lo beses, pero ve a hablar con él, parece estarse volviendo loco.─ sonrió al ver como el menor ahora se recostaba en el césped.  

─No puedo hacerlo, ¿que debo decir?.─ miro con el ceño fruncido a la mujer. 

─No lo sé, solo di algo, el tema saldrá por si solo.─ se encogió de hombros.─ Off, antes me hubiese gustado estar en tu lugar, no sabes como rogaba por tener esta oportunidad que has estado dejado pasar.─ no despego ni un segundo la mirada de la ventana.

Secuestro •||OFFGUN||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora