capitulo 34

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De el otro lado de la ventana podía ver coches a pasando.
Sentado en el asiento trasero del nuevo auto de su manager esperando a que llegarán a el importante evento en el que le habían pedido ser más lindo.

Se quedaría charlando con algunas personas que tal vez ya conocía u otras tal vez llegarían a hablarle; pero no quedaría solo, eso era lo de siempre.

"Gun Atthaphan, un gran actor, atractivo, tranquilo, hermosa sonrisa, que tiene a todo el mundo a sus pies"

¿Porque tendría a todos a sus pies?
No quería nada de eso, no quería que alguien le pidiera amarlo.
Jamás le gustó tratar mal a las personas, rechazarlos era ya muy complicado y tener a alguien llorando por el lo hacia sentir mal.

─siempre haz sido lindo.─ hablo su manager en el aciento frente a él.─ pero hoy te vez mejor.

Sus labios formaron una pequeña sonrisa, bajando los ojos a sus manos.
Realmente no había tenido tiempo de hacer todo lo que necesitaba y las palabras de su manager lo hacían sentir bien.

─gra...

─Ahora, compórtate, sonríe, párate correctamente, no bebas mucho porque en una figura publica se ve muy mal.

Sus labios que antes formaban una sonrisa cálida había desaparecido.
Era momento de seguir las reglas del juego, en donde el era le juguete, su buena reputación el premio; y como en todo juego, tienes la posibilidad de ganar si haces lo posible o puedes perder si no haces lo que deberías.

Siempre gana el juego, esta vez no puede ser la excepción ¿no?, solo seguir las reglas y nada pasaba.

─Sí.─ susurro.

Solo aceptar lo que le pedían, era lo que debía hacer.
Callarse lo que no le gustaba, ¿todo para tener aceptación de gente que no cocía?, que lo decía sonriendo cuando realmente quería llorar; Serio, cuando quería reír; estar con alguien, cuando quería estar solo; quedarse solo, cuando las noches obscuras le aterraban.

Tomar de la mano a alguien debía ser lindo, pasar navidad y año nuevo junto a alguien debería ser una hermosa experiencia; los cumpleaños con un delicioso pastel de chocolate debía ser un gran detalle.
Pero nadie lo hacía, no había cenas llenas de risas, no había alguien con quién acostarse sobre el césped y mirar la luna.

Que cosas tan cliches y bobas...

Pensar en alguien cuando realmente estás jodidamente solo, lo único que queda es apreciar la felicidad de los demás.

─Te vez muy linda.─ susurro Off al oído de Nam.

─Lo sé, siempre lo soy.─ sonrió levantando su delineada ceja.

Las personas junto a ellos ya los miraban de pies a cabeza.
Había muchas personas, muchas mujeres hermosas y hombres atractivos, como siempre; todos habían dado lo mejor de sí para poder verse bien.

─Sonríe un poco, tal vez hoy encuentres al amor de tu vida y deberás darle una gran sonrisa.

─¿como sabre quien es?.─ paro su caminar una vez que estuvieron entre la multitud.

─lo sentirás.─ sonrió.

─Tal vez eres tú la que encuentre a alguien.

─posiblemente, una chica linda.─ miro a su amigo con una gran sonrisa.─ si la quiero.

─Te ilusionas muy fácil.─ rodó los ojos metiendo sus manos en las bolsas de su pantalón.

─No es ser ilusa, es dejarse amar.

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