Parte 3

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Se habla mucho de las amistades, pero todos en el fondo sabemos que amigos de verdad en nuestras vidas, a día de hoy los podemos contar con los dedos de una sola mano. Yo describía mis relaciones sociales como: conocidos, conocidos cercanos, compañeros de clase o de instituto, luego estaba mi grupo de amigos. Eramos 20, pero ya sabéis, nada dura para siempre.

Encuentras nuevos amigos, nuevos círculos, y poco a poco te acabas olvidando de los anteriores. 

Yo soy de las que nunca olvidan, de los que viven en el pasado por muy bueno que sea el presente. Por ello acabé teniendo dos grupos de amigos, unos por un lado y otros por otro. Estos grupos se caracterizaban por ser completamente diferentes tanto en mentalidad como en edad, eso explica un poco la variación puesto que en uno soy la más pequeña y en otro soy la mayor. 

Siempre me ha gustado pensar que no voy a olvidar ni a unos ni a otros. Ambos hicieron mucho por mí y jamás olvidaré todo lo que me apoyaron y me ayudaron en mis momentos difíciles. Me ayudaron a llevar mi ruptura, la guerra declarada por mis padres, mi vida en general.

Estaba contenta, todo me iba bien, me sentía querida, y aceptada en todas partes de nuevo. Sinceramente no había sanado nada, tenía demasiadas cicatrices en el corazón y aún así sonreía como si nada me hubiera pasado. Pero me gustaba vivir en ese engaño, porque al final del día me lo acababa creyendo y todo eso gracias a ellos. ¿Cuál es el problema aquí? Ambos grupos tuvieron que juntarse para prepararme mi fiesta sorpresa de cumpleaños y se vieron las diferencias de unos y otros. Todo iba de mal en peor y acabé en medio de una especie de Guerra Fría, ni la histórica que fue bautizada con ese nombre era tan incómoda. Todo esto sin hablar de la tensión que se sentía en el ambiente. Llegó un momento en el que ya no se soportaban y unos no me querían con los otros, dándome a elegir a uno de los dos y obligarme a olvidar al otro. Era un momento difícil para mí, no quería separarme de nadie, ambos eran igual de importantes para mí por lo que no elegí.. Pensé que sería lo mejor, hasta que vi como ellos eligieron por mí. Vi como ambos me dieron la espalda y se fueron, me quedé atrapada entre la espada y la pared para finalmente encontrarme con la nada. ¿Tenéis idea de lo que se siente al dar lo mejor de ti, y que no sea suficiente? Yo os diré que es una bonita manera de morir por dentro muy lentamente y en silencio. Ahora les oigo, desde mi camilla, oigo los sollozos de todos, de como se turnan para dedicarme unas palabras. Mientras unos se despedían, otros me animaban a volver, a volver con ellos, primero se van y te dan la espalda, luego te echan de menos pero lo callan y cuando se dan cuenta de que es posible no recuperarte, corren contra el viento con intención de lograr algo y hacer un cambio en la historia. ¿Pero sabéis qué? Estoy jodidamente cansada de esta hipocresía. Puede que no sea del todo eso, puede que algunos se lamenten de verdad, que se arrepientan de todo lo ocurrido. Pero soy yo la que está medio muerta, y se acaban de dar cuenta, cuando realmente llevo en este estado de medio viva medio muerta los últimos seis meses. ¿Por qué cuando está todo casi perdido corremos a intentar cambiarlo? CHICOS!! DESPIERTEN!! QUE NO ESTÁIS ESTUDIANDO EL DÍA DE ANTES DEL EXAMEN, QUE ESTO ES LA VIDA REAL, QUE ESTA ES MI VIDA Y LA ESTÁIS VIVIENDO TODOS POR MÍ!!!

A lo mejor sí es el día antes del examen, a lo mejor el pasarte la noche entera pegada al escritorio memorizandote todo el libro de historia te da para aprobar, puede que no te dará suspenso pero ten clara una cosa, el 10 no lo vas a tener. Así es la vida, a lo mejor te ganas un perdón para descansar en paz, pero no un regresaré.

Creo que eso lo entendieron todos tras oír el pitido constante sin pausa de la máquina. Ya no habían latidos, el corazón se había parado. Llegaron corriendo los médicos, las enfermeras vaciaron la habitación.. Intentaron hacer maniobras de reanimación pero solo el grito ahogado de mi madre se oyó por encima de la máquina a la que me tenían enchufada. 

No supieron como interpretar todo, lo único que sabían, era que algo había muerto ese día, a lo mejor fue en cada uno de ellos, posiblemente sea la culpa. O posiblemente alguien que solo quería ser libre pero le cortaron las alas sin dejarle resistirse y luego le gritaron ¡¡ vuela!!.

Siglo XXIWhere stories live. Discover now