Pasó por lo menos una hora. Estábamos tumbados en la cama abrazados, y a decir verdad, es la primera vez que estamos juntos de ésta manera. Creo que sobra decir que me ha encantado, que soy la mujer más feliz del mundo gracias a él y realmente con o sin sexo de por medio, este chico ya me tenía bien loquita.
Nos olvidamos por completo de que nos habíamos ido de la boda de nuestros amigos y los móviles empiezan a sonar haciéndonos caer en la cuenta de que ya se nos empieza a echar en falta. Nos arreglamos rápido como podemos, me pongo mi vestido de nuevo y me doy cuenta de que él sí se ha cambiado de traje. Lleva un esmoquin azul cielo a juego con sus bonitos ojos, una camisa blanca y unos zapatos negros, muy elegante, sí.
Cogemos el coche y nos dirigimos al local. A poco de llegar me coge la mano y me da un beso mientras con la otra maneja el volante. Es una sensación muy bonita ésta de ser querida y lo más importante, sentirse querida.
(...)
Pasan las horas y la boda está por finalizar, son las cinco y media de la madrugada y la novia ya luce su precioso vestido blanco. Las mujeres solteras se agrupan para atrapar el ramo, y a mí me obligan mis padres a ponerme con ellas para no levantar sospechas entre los cercanos, y adivinen qué.. yo no atrapé el ramo, JAJAJAJAJA, es normal ¿no?. El ramo solo lo atrapa la próxima en casarse, no la que ya está casada, estrenada por su esposo hace unas horas y que encima se vuelve a celebrar su boda en apenas dos semanas.
Termina la noche y nos despedimos de los novios. Van a irse a un hotel y mañana emprenden su viaje de luna de miel ¡¡A HAWAII!!. Qué suerte tiene mi amiga, no la envidio, me alegro por ella porque se lo merece, y mientras yo esté con mi Alex, me importa bastante poco a dónde vayamos de luna de miel.
(...)
Es curioso, quedan 3 días exactos para mi boda, y ayer me enteré de que estoy embarazada. Sí, voy a ser madre en nueve meses. No sé si estoy más nerviosa por la boda o por el bebé, pero sí sé que dudo entrar en el vestido de novia si no paro de comer y comer. No me culpéis, no soy yo, es el bebé. En primer lugar no le diré a nadie de mi embarazo, completamente nadie lo sabe. Tengo planeado decírselo a Alex en nuestra luna de miel que será en Rusia. Lo bueno es que será primavera y no hará ni mucho frío ni mucho calor. También es porque tiene ahí a unos parientes suyos y quiere ir a visitarlos, cosa que me parece bien, conocer un poco Rusia no estaba en mis planes pero ¿porqué no?. Hoy tenía pensado salir con Alex al cine, quería pasar un rato con él, y ver la película "dios mío pero qué te hemos hecho 2". No sé vosotros pero esa película es la ¡repera!, la adoro, está entre mis 10 favoritas y se encuentra en el tercer ranking.
En una hora he quedado con él, así que me voy preparando para llegar justa de tiempo. Y como os he dicho, llegué justa de tiempo e incluso le tocó esperar unos 5 minutos.
Disfrutamos de la película, pero al salir del cine empecé a encontrarme mal y me entraron unas arcadas bestiales. Fui corriendo al baño y vomité todas las palomitas con mantequilla que comí, me lavé la cara y al abrir la puerta del baño me encontré con un Alexander muy serio.
-¿Qué te pasa?- Es lo único que me dice -Llevas días muy rara, o comes mucho o lo vomitas todo, tus estados de animo están en una montaña rusa y no sé qué hacer sin que te acabes enfadando o dándome achuchones sin sentido. ¿Estás nerviosa por la boda?- Me dice ahora acariciándome la cara con cuidado.
-No amor, es simplemente que estoy feliz pero a la vez asustada- Respondo con sinceridad.
-Tranquila cielo, mientras esté yo no tienes de qué asustarte- Me dice eso y siento unas cosquillas en mi tripa, parece que alguien está feliz, mi pequeño bichito está contento y eso me enternece.
-¿Y ahora porqué lloras?- Me dice confundido, cosa que me causa risa
-Cosas mías- Es lo único que respondo y camino hacia la salida.
Se me acerca una figura que no tardo en reconocer, es el hijo del amigo de mi padre, ese que estaba interesado en casarse conmigo. Y no tiene cara de estar muy contento, se me acerca con paso acelerado y se planta delante mía mientras me transmite una mirada de odio y desprecio.
-¿Puedo ayudarte en algo, amigo?- Se pone delante mía Alexander imponiendo con su fuerte carácter que descubrí hace relativamente poco.
-Apártate, quiero hablar con mi prometida- Ambos abrimos los ojos e intercambiamos miradas, y ahora soy yo la que habla.
-Creo recordar que en ningún momento acepté ser tu prometida, así que no tenemos nada qué hablar- Intenta agarrarme del brazo pero Alexander le atrapa la muñeca al vuelo
-Ni se te ocurra acercarte más de la cuenta a mi esposa- Éste se ríe ante las palabras de mi esposo
-¿Tu esposa?, ¿a ésta que la han usado más que en cualquier prostíbulo, la has hecho tu esposa, y la llamas así con la cabeza alta?, qué vergüenza das- Habla fríamente
-Te recuerdo que tú también la querías y quieres hacer tu esposa, pero no ha podido ser, así que lárgate y déjanos tranquilos- Dice Alex ya bastante controlado
-Si me voy es con ella- Se lanza a agarrarme y es entonces cuando pasa todo muy rápido sin darme tiempo a procesarlo. De repente los puños de ambos vuelan contra el otro, a mí me agarran dos y me conducen en contra de mi voluntad a un coche 4x4. Se sube rápidamente el mal nacido en el puesto de piloto a mi lado y sale corriendo a 170/h. A Alex le veo por el retrovisor intentando alcanzarnos con su coche, Me siento como en fast and forius. Siento unos fuertes pinchazos en mi vientre, no sé a qué se deben pero me están haciendo sufrir bastante, además de que me estoy mareando bastante. Luego no sé cómo, pero unas fuertes luces me cegaron, el ruidoso claxon de un camión me retumba los oídos, y finalmente todo oscuro.
Y esa es la historia de cómo acabé y sigo en coma. ¿Queréis saber qué pasa a partir de ahora?
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Siglo XXI
RomanceUna historia basada en hechos reales. Donde una joven nacida en un mundo, convive en otro, donde la sociedad, las culturas y las religiones chocan, donde la hija perfecta deja de ser tan perfecta al dejarlo todo por un amor prohibido entre diferente...