Alex
Llevo tanto tiempo sin ver la luz del sol que no sé si han pasado meses o años desde el accidente o trampa. Lo que sí sé es que llevo semanas en Hawái. La mafia estadounidense que me secuestró tenía unos negocios en Honolulu con una mafia china muy conocida en el mercado negro como la serpiente negra. Por lo que he podido entender de algunas conversaciones en las que se supone que estaba dormido, yo soy la mercancía. El negocio no salió como ellos querían, parece que no valgo tanto como ellos pensaban así que vamos a volver en unos días Estados Unidos.
Lo bueno es que he conseguido entablar amistad con uno de los mafiosos más joven y novato. Me a ofrecido ayuda a cambio de beneficio monetario y no me pude negar. Le pedí que contactara con John, y justo esta mañana me llegó la buena noticia de que lo había localizado y personalmente iría a Nueva York a hablar con él en cuanto lleguemos para salvarme y sacarme de éstos malditos contenedores, parezco una sardina enlatada con tanta brisa a mar y olor a puerto.
Tengo un aspecto horrible. Parezco Jesucristo con la barba y pelo tan largos, unas uñas que no se han cortado en años y no me he cambiado ni duchado desde el secuestro. De vez en cuando me echaban cubos de agua fría encima para despertarme con algo de jabón cuando el aroma a sudor empezaba a notarse.
John
Ya hemos llegado a mi casa. Nada del otro mundo, una típica casa grande bien videovigilada, con un amplio jardín trasero con piscina, hamacas, comedor y sofás al rededor de una chimenea de fuego en el suelo. Es una casa acogedora, las chicas parecen cómodas, ya se han duchado y preparado para un largo día investigando sobre mi amigo desaparecido. Pero antes de nada voy a darle una cálida y provocativa bienvenida a mi esposa a la que tanto había extrañado.
Hayat
Me alegró mucho volver a ver a John. Por mucho que se haya mantenido oculto, es bueno saber que aún sigue vivo y que a estado cuidando de todos cuando ni nosotras éramos conscientes del peligro que corríamos. Es una buena noticia saber que Alex está vivo, me llena el corazón de nostalgia recordarle, pero sé que a pesar de todo lo ocurrido antes de irse de viaje, no pararé hasta encontrarle y lo primero que diré tras saltar a sus brazos será un lo siento, un perdón profundo y sincero. Espero que con esas simples palabras consiga perdonarme, no son mucho, lo sé, pero son de verdad. Es increíble lo poco que valoramos a alguien cuando está a nuestro lado aún sabiendo que lo amamos, pensamos que le estamos valorando muchísimo, y le estamos dando lo que se merece. Pero no. Siempre se puede más, y estos meses sin él lo he aprendido. Por muchos años que tengamos, y por mucha experiencia que hayamos vivido, nunca dejamos de aprender, nunca dejamos de querer.
Ojalá poder volver a decirle que le quiero, que le amo, y que no quiero estar ni un minuto más sin sus caricias. Ojalá.
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Siglo XXI
RomanceUna historia basada en hechos reales. Donde una joven nacida en un mundo, convive en otro, donde la sociedad, las culturas y las religiones chocan, donde la hija perfecta deja de ser tan perfecta al dejarlo todo por un amor prohibido entre diferente...