Parte 16

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No llegamos ni a ver la mitad de la película cuando los tres estábamos durmiendo plácidamente en el sofá. Alex se levanta el primero y apaga la tele, coge al bebé y lo lleva su cuarto en la planta de arriba, y cuando vuelve regresa con una mantita con la que me arropa y acomoda en el sofá. Pero no se queda conmigo, sube las escaleras. Pasan las horas, y la luz del amanecer entra radiante por el ventanal del salón despertándome. Oigo una musiquita de fondo y me dirijo al lugar del cual proviene y a medida que subo las escaleras y me acerco reconozco la música clásica que tanto ama mi marido. El caso es que no proviene de nuestra habitación, sino de la del bebé. Me asomo sigilosamente a la habitación y veo a un Alex profundamente dormido en el sillón que hay al lado de la cuna, y a un Alí jugando con el aire muy despierto. Sonrío con el y él conmigo. Decido irme a la cocina a prepararle un café a a mi esposo y luego amamantar a mi pequeño. 

En la cocina preparo unas tortitas para mí y un jugo de naranja, he preparado también el café de Alex y ahora me dirijo a llevarselo. 

Subiendo las escaleras me paro en seco a mitad de ellas. Siento un fuerte mareo que me impide mantener en la mano la taza de café. Se me nubla la vista pero llego a oír los cristales rotos al chocar la taza contra el suelo, después pierdo el conocimiento.

Alex

Oigo cristales rotos y un fuerte golpe que me despiertan de inmediato del sueño en el que me encontraba. Miro al bebé y éste me ira fijamente asustado, me tranquilizo al ver que él está bien y es entonces cuando soy consciente de que si no es él entonces es... Salgo corriendo de la habitación y desde la cima de las escaleras veo a mi esposa tirada al final de ellas rodeada de café, cristales rotos y.. sangre. Corro hacia ella descalzo sin importarme pisar los cristales o resbalar con el café. Cuando llego a ella intento reanimarla agitando su cabeza y dándole pequeños golpes en la cara sin resultado. Le hago una rápida revisión para localizar la herida que provocó el pequeño charco de sangre y entro en pánico al ver que tiene media taza clavada en la zona baja del ombligo. Me pongo en pié como puedo y corro al lado de la tele a coger el  teléfono fijo y marco el número de casa de Jhon y Reihab. No viven lejos así que no tardarán más de 10 minutos en llegar. Oigo a Alí llorar arriba pero ahora solo estoy centrado en su madre. La cojo en brazos y corro hacia el coche cuando veo el coche de mis amigos entrar en nuestro jardín. Jhon corre a ayudarme abriéndome la puerta trasera para meter a Hayat en el coche, se sube conmigo en el asiento del copiloto y Reihab embarazada corre a encargarse de Alí hasta que regresemos.

Corro al hospital lo más rápido que puedo saltando las normas de velocidad permitidas, un par de multas no me van a costar la vida de mi esposa. Cuando llegamos al hospital corro con ella en brazos cuando mi amigo ya ha hecho llamar a un médico y una camilla. Se la llevan a la sala de operaciones a la cual no nos permiten pasar y por los nervios acabo pegando un puñetazo a la pared. Mi amigo intenta tranquilizarme y llama a Reihab para preguntar por mi hijo e intentar tranquilizarla también, lleva 6 meses de embarazo y no queremos que éste susto la perjudique a ella o a su bebé. 

Nos comunica que ha limpiado y recogido los cristales y que le ha preparado un biberón a Alí y ahora está durmiendo en sus brazos. 

Me relaja saber que mi pequeño está bien, tranquilo y en buenas manos. Solo cruzo los dedos para que solo sea un rasguño lo que haya provocado ese charco de sangre.

Después de 4 horas de espera por fin aparece un médico:

-¿Qué tal está mi esposa?- Es lo único que se me ocurre decir, mi amigo se pone en pié a mi lado y pone su mano en mi hombro en señal de apoyo.

-Señor, siento decirle que el corte a llegado al útero dañándolo- 

-¿Eso qué significa?- Pregunto sin entender a dónde quiere llegar

-Su esposa hace apenas una semana que dió a luz a un bebé, por lo que el útero seguía inchado por la bolsa en la que se encontraba el bebé. El útero se a ahuecado, impidiendo un posible futuro embarazo-

-¿Como dice?- Digo con un nudo en la garganta, siento como desaparece el tacto de la mano de mi amigo del hombro y me imagino que está igual de sorprendido que yo.

-Pero, esto con el tiempo se puede curar, ¿no?- Pregunta por mí Jhon

-Se podría, pero se ha dado casos en los que no, haciendo que cualquier embarazo salga mal parado y el hueco aumente siendo altamente peligroso para la salud de su mujer. Le haremos unas pruebas con el tiempo para ver cómo sigue la herida. Su mujer está bien, se le recomienda una semana de reposo intensivo, acaba de sufrir un accidente y hace tres días un parto. Cuando se despierte podrán irse. Que tengan una buena tarde- Tras esas palabras se retira dejándome perdido. ¿Cómo le explico ahora esto a Hayat?

Siglo XXIWhere stories live. Discover now