Capítulo 17

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En una habitación de aquel alucinante palacio alumbrada únicamente por un par de velas, se encontraba Kail pensando todas y cada una de las palabras de Istar No lo quiero. Me lo está dando un desconocido. No se puede comer, tampoco me protege del frio de la desnudes y mucho menos cura mis heridas o enfermedades así es que no lo necesito. No tiene ningún valor. Extraño mi libertad. Hasta una esclava es más libre que yo. Al menos como esclava no me sentiría así Kail comenzó a comprender como se sentía Istar, pero no justificaba algunas de sus palabras y comenzaba a creer que había sido muy desconsiderada al dejarlo solo el resto del día A pesar de que no son palabras ofensivas me dolieron, detesto no poder soportarlo pensó para sí, entendía que ella tuviera miedo de ser rechazada por el pueblo o por su hermana, pero él jamás iba a permitir que eso ocurriera, no iba a cometer los mismos errores que Hakim o sus padres, él no iba tolerar que nada, ni nadie la lastimara.

Se sirvió la cena como de costumbre, pero algo estaba mal, Istar no estaba en la mesa, ni siquiera para decirle a Kail que comiera adecuadamente; todos tomaron sus alimentos tan naturalmente como podían, aunque Kail lucía un poco más acelerado de lo normal, aparentemente algo le preocupaba; Reinald se dio cuenta de inmediato la manera en la que Kail estaba comiendo, así que se relajó y disfruto del espectáculo.

Cuando todos terminaron sus alimentos de dirigieron a sus recamaras con el fin de descansar, Cristiana por su lado le conto a Reinald lo que Kail le había dicho sobre Istar, el cual ni si quiera se detuvo a escuchar el resto de lo que su mujer tenía para decirle salió enfurecido de la habitación con el fin de asesinarla frente a los ojos de rey, eso haría su trabajo más fácil, sabía que Kail esta vez no lo iba a resistir y moriría irremediablemente, dándole por primera vez la razón a Istar.

Por su parte Kail caminaba rumbo a su habitación, pero repentinamente cambio su rumbo hacia la habitación de Istar, aunque todavía no podía controlar del todo sus emociones cuando se encontraba junto a ella y mucho menos las irresistibles ganas de besarla, caminaba con paso firme y decidido a arreglar esa situación que tenía toda su atención, simplemente no podía estar enojado con ella.

Istar solo daba de vueltas alrededor de su recamara, nerviosa por Kail solo podía pensar en: ¿Cómo va a reaccionar? estaba hondamente preocupada por su salud y vociferaba a ratos sus pensamientos – con tal de verle con vida soy capaz de cualquier cosa, cualquiera, sin él respirando mi vida no vale la pena.

En la entrada de la habitación, lleno de incertidumbre, sin saber que palabras iba a utilizar exactamente, estaba Kail temeroso de lo que le aguardaba, pero seguro de que se iba arreglar la situación, tomo un poco de aire y entro a la habitación

– ¿Istar? ¿Dónde estás? – Istar que estaba en el balcón entro a la habitación, miro a Kail un poco sorprendida y nerviosa, entonces él reitero – ¿Por qué no fuiste a cenar esta noche?

– lo lamento me distraje contemplando el atardecer

– no mientas, me estas evitando – antes de que Istar pudiera decir algo Kail continuo –las palabras que me dijiste esta mañana, me lastimaron

– lo lamento

– no, yo lo lamento, esta no es la manera correcta de tratarte, pero solo te pido que me comprendas

– lo comprendo, pero entiéndame esta situación es muy complicada

Kail la observo con ternura, toco su rostro y le dijo – nunca te atrevas a dejarme de amar

A Istar se le hiso un nudo en la garganta tan solo con pensar en lo que estaba a punto de hacer, pero ella sabía que si no lo hacia Kail moriría

– Quiero que sepas algo – insinuó Istar con un enorme dolor en su pecho

LA ESCLAVA Y EL REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora