Capítulo 16

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Istar había llegado al límite de su paciencia, Kail la estaba llenado de cosas que ella consideraba innecesarias y molesta le dijo mientras le regresaba un collar – no lo quiero

– pero ¿Por qué?

– porque me lo está dando un desconocido

– no te comprendo

– no se puede comer, tampoco me protege del frio de la desnudes y mucho menos cura mis heridas o enfermedades, así que: no lo necesito

– sigo sin comprender

– este collar no sirve para nada y para mí no tiene ningún valor

– Istar ¿Cómo que no tiene ningún valor?

– no lo quiero aceptar, porque pienso que se está excediendo, hasta hace unos días yo había tenido que hacer todo por mí misma y ahora ¿No puedo ni levantarme yo sola? ¿Qué sucedió? extraño mi libertad

– pero si ya eres libre

– hasta una esclava es más libre que yo

– ¿Una esclava?

– si, al menos como esclava no me sentiría así – se levantó de la silla y salió de la habitación dejando solo a Kail, ya no sabía qué más hacer para recuperar al rey, a Kail, al hombre del que ella se había enamorado, meditaba en el jardín, la posibilidad de que Kail no fuera a ser el mismo de nuevo cuando un sirviente se acercó a ella

– compréndelo, solo intenta darte lo mejor

– pero yo no necesito tantas atenciones

– sí, pero es lo que sucede cuando tienes a alguien a quien poder darle todo, eso sucede en todos lados, solo que a menor escala y en medida de sus posibilidades, una persona común se desgasta todos los días para conseguir un poco de dinero y satisfacer sus necesidades tales como comer, vestir y demás, pero él no tiene esa necesidad ya que lo tiene todo y quiere darte lo mejor de cada cosa aunque esa no sea la manera correcta, ¿Me explico?

– sí, creo que si

– perdónale sus errores y dile lo que sientes, él no es adivino para saberlo

– ¿Quién eres tú? jamás te había visto

– acabo de llegar de un largo viaje, fui su maestro cuando era pequeño

– ya veo, tu manera de expresarte es diferente

– Sí, creo que sí – sonrió un poco y reitero – aunque tú tampoco te expresas mal, si... no está nada mal para una esclava

– si acabas de llegar ¿Cómo sabes todo eso?

– digamos que la cocinera es una vieja amiga de este anciano

– ¿Cómo te llamas?

En ese instante llego Kail y contesto por el hombre – ¿Tiberio?... viejo amigo ¿Cómo has estado? hace tanto de tu partida

– si usted tan solo era un príncipe y ahora que regreso lo veo convertido en todo un rey

– pero déjate de formalidades por favor, mira te presento a... la que será la futura reina

– ¿Reina? mi querido amigo creo que debemos hablar, mi señora nos podría dejar solos, no se preocupe, le diré su sentir

– ¿Qué me tienes que decir Tiberio?

Istar se fue rumbo al a cocina, Tiberio y Kail se quedaron solos entonces comenzó Tiberio – ¿Sabes lo que estás haciendo Kail?

– ¿A qué te refieres?

LA ESCLAVA Y EL REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora