LA ESCLAVA Y EL REY

Capítulo 15

Cuando la cocinera llego a la habitación, la impresión solo le permitió balbucear – pues muerta no esta

Ahrang incrédulo se acercó a ella – ¿Cómo se supone que vamos a tratar a Istar de ahora en adelante? ¿Eso se puede hacer?

– no lo sé, eso solo dependerá del rey, además ya sabemos que ella es libre

Todos regresaron a sus labores cotidianas, sin embargo la cocinera iba a esperar a que despertaran. Unas horas después Istar se levantó y camino hacia el balcón; Kail seguía durmiendo, pronto la cocinera escucho su llanto y se acercó a la ventana, era Istar que comenzaba a hablar sola – me iré lejos adonde nadie me encuentre, no puedo seguir con esta locura, el rey y la esclava hasta donde he llegado, esta vez no sucederá, es lo mejor

Entonces la cocinera intervino – ¿Lo mejor? ¿Para quién? – Istar enmudeció y la cocinera reitero – vamos, dímelo

– no puedo seguir a su lado, no lo entiendes

– lo único que sé es que si te vas él morirá de tristeza y si no murió cuando ocurrió lo de su esposa, ante tu ausencia seguro esta vez lo conseguirá

– pero quedarme también lo mataría

– ¿De qué hablas?

Istar dudo en decirle, se asomó para ver si Kail estaba cerca y como seguía dormido continuo – Reinald lo quiere matar

– ¿Qué? no puede ser

– ha intentado obligarme a que lo asesine, pero yo no podría, él me dio mi libertad sin merecerla, además, yo... yo...

– ¿Tu que niña?

– lo amo... y créeme prefiero entregar mi vida antes que verle morir

– pero ¿Cómo?

– yo nunca haría algo que le perjudicara

– pero si te vas Reinald ¿No le matara más rápido?

– no, estará ocupado buscándome, pronto sabrá que soy lo que más quiere el rey y contrario a lo que se podría llegar a pensar, Reinal quiere verlo morir de manera lenta y dolorosa y matarme frente a sus ojos será como un festín de leones será...

– desastroso cuando te encuentre

– pero me voy a esconder muy bien y ni el mejor sabueso del rey me encontrara

– si te vas morirá de tristeza

– no, porque tú vas a estar ahí

– ¿Yo que tengo que ver en esto?

– pues tú vas a encargarte de él

Sin pensarlo, ni saber de lo que hablaban, Kail intervino – ¿De quién se va a encargar?

– ¡Excelencia! ya despertó

– ¡Excelencia!

Kail un poco disgustado ordeno – cocinera retírate

– con su permiso

Y se fue, entonces Kail reitero – ¿Cuántas veces te tengo que repetir, que no me digas excelencia?

– pero

– nada, no quiero tener que volver a explicarte lo mismo, ahora cámbiate hay muchas cosas que hacer el día de hoy

– pero, señor

– no me digas señor, anda apúrate

Istar obedeció y al igual que Kail se cambió y se arregló; pronto estuvo lista y cuando termino se dirigió hacia el patio en donde había plantado aquellos lirios blancos, que ahora la llenaban de inmensa paz cada vez que los veía. Cuando el rey estuvo listo salió en busca de Istar ya que no se encontraba en su recamara salió a su encuentro, cuando llego al jardín vio que Istar estaba contemplando los lirios que le había traído desde Cali, la contemplo por unos momentos y después indico sin bacilar – tu misma los plantaste ¿Recuerdas? no hace mucho, parece que les sentó bien el clima ¿No crees? – Istar no sabía cómo contestar: si como excelencia, o como Kail ¿Cómo dirigirse a aquel hombre que tenía enfrente? después de todo él era el rey; pasaron unos instantes de silencio e Istar no contestaba, entonces Kail reitero – creo que si Kail, así debiste de haber respondido, no me digas que estas muda

– no

– ¿Entonces?

– es que no sé cómo dirigirme...

– ¿A mí? lo entiendo, puedes decirme Kail – indico con una gran sonrisa

– Pero no creo que sea adecuado – insistía preocupada

– ¿Por qué? ¿Qué hay de malo en ello?

– usted es el rey y yo solo soy...

– la mujer que amo, así es que no te menosprecies por mí ¿Quieres?

– pero yo no soy la persona adecuada para el rey, solo soy una simple esclava, usted debería estar con una princesa o que se yo, a lo realmente me refiero es que...

El rey solo se acercó a ella y la beso, todos los súbditos cercanos a ellos enmudecieron, ella solo pudo corresponder a su beso, sentía como su corazón palpitaba más y más fuerte, en ese instante todo dejo de importar, quería que ese momento fuera eterno, permanecer así, en donde no importaba nada, en donde no existía la realeza, en donde solo se es un hombre y una mujer, Kail por su parte se sentía cada vez más seguro de sí mismo y aunque todavía se ponía un poco nervioso debido a Istar, quería demostrarle, darle seguridad, fortaleza, quería que confiara en él, deseaba solo una cosa: que si él pudiera transmitir sensaciones quería que fuera esa, la del amor y la seguridad, pero desgraciadamente ese momento llego a su final y Kail dijo – ya hablamos de esto anoche, no me interesa tu pasado, me importa tu presente porque en tu presente estoy yo lo único que quiero es hacerte feliz – Istar pensó Igual que yo ¿Pero cómo? ¿Cómo poder hacer feliz a una persona que lo tiene todo? – te amo y sin ti no sé qué haría – Yo sí sé que haría si ti se decía para sí Yo moriría sin ti – no quiero que te suceda algo, pensar en que puedo perderte me aterra – Si supieras que nunca permitiré que nadie te haga daño y juro por mi propia vida que si es necesario darla, la daré a cambio de que tu estés bien y con vida – si tan solo pudieras corresponder mis sentimientos, no sabes cuan feliz seria

– puedo responder a los sentimientos del rey, pero si lo hago, siempre habrá una parte de mí que me diga que todo esto está mal, daría mi vida entera por hacer feliz al rey, pero entienda yo solo soy una esclava

– pero, ya no eres una esclava

– aun así, no tengo las suficientes riquezas para merecerme al rey

– pero el amor no son riquezas

– sí, pero eso no lo va a pensar el pueblo que gobierna el rey, además esta su hermana, que pensara de todo esto

– no me interesa eso, el pueblo entenderá que te amo, mi hermana solo deseara mi felicidad y mi felicidad eres tú ¿Qué no lo entiendes?

Istar entendía al rey, pero no sabía a lo que se estaba enfrentando y eso la llenaba de temor, el hecho de perderlo la hacía entrar en pánico. Kail estaba tan emocionado porque Istar lo había aceptado, que comenzó a darle cosas y atenciones que ella consideraba innecesarias, ella esperaba que todo siguiera igual; quería leerle como siempre y tener esas largas conversaciones que eran muy agradables para ella; pronto Istar se desesperó por las actitudes de Kail, ese no era el hombre de hace unas horas, algo había cambiado y ese cambio se había llevado al Kail del que ella se había enamorado.

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Versión actualizada del 15° capítulo.