I

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—Ten un buen día, Chan— le dijo su hermano Minseok y sonrió.

—Igualmente, hyung —dijo en un susurro y abrió la puerta del auto para bajar y entrar a la escuela.

Chanyeol era un chico de 18 años, solitario y callado. Por alguna razón, siempre fue rechazado por la sociedad, y debido a esto, él también comenzó a rechazarla inconcientemente desde que tenía 13 años. A él siempre le había gustado leer; sumergirse en el mundo de los libros, el cual le permitía escapar de sus problemas, de esa sociedad que no lo recibía de ninguna manera, que simplemente lo ignoraba. Leer le permitía viajar a un mundo donde podía tener miles de amigos si así lo quería, en los libros él era el popular. Podía devorar tres, cuatro libros por semana (o más) si así lo deseaba. Se vivía la vida en la biblioteca, y no precisamente para hacer sus tareas.
Chanyeol no era un mal estudiante, siempre hacía sus deberes y entregaba sus trabajos a tiempo, tenía buenas notas, pero no tenía las más elevadas. Simplemente era un estudiante común y corriente que hacía lo que tenía que hacer sin llegar a sobresalir. Prefería pasar su día leyendo un libro de aventura o romance, que un libro lleno de números y fórmulas que probablemente no le volverían a servir después de la escuela.
No tenía amigos, lo más cercano a uno era Jongdae, un chico de su clase al que le gustaba entablar conversaciones con todo ser humano que se le cruzara. Chanyeol lo apreciaba porque fue la única persona que no lo juzgó, ni lo ignoró el primer día en que llegó a la escuela. Por el contrario, le habló por el resto de la clase de biología y después le dió un tour por la escuela para que no se perdiera si él no se encontraba cerca. Nunca se quejó, ni se mostró inconforme por el hecho de que Chanyeol no hablara casi nada, se enfocaban en contarle cualquier cosa que se le ocurriera y en hacerlo reír aunque fuera un poco. Aunque tenía que admitir que al principio le fue un poco difícil acostumbrarse a la escandalosa personalidad de el chico.
Estaba también su hermano Minseok 6 años mayor que él. A él también podría considerarlo su amigo, pero casi nunca hablaban debido a que trabajaba todo el tiempo. De todas formas, sabía que contaba con él para lo que necesitara. Sus padres nunca estuvieron presentes por la misma razón del trabajo, hasta que su madre falleció cuando él tenía 14 años y su familia, al igual que su situación económica, se vinieron abajo. Su papá se volvió alcohólico, dejó de trabajar y se desquitaba con ellos, física y verbalmente. Su hermano se vio obligado a abandonar sus estudios para comenzar trabajar y llevar el pan a su casa, al mismo tiempo que le rogaba a su hermano menor que no pasara tiempo en la casa porque no podría estar para defenderlo de los abusos de su padre. Fue por esta causa que la obsesión por los libros de Chanyeol creció. Al no tener amigos y no poder estar en su casa se vio obligado a buscar cualquier cosa que lo mantuviera ocupado, lo que en ese momento fue una biblioteca.
Sus visitas a ese lugar comenzaron a ser tan frecuentes, que incluso comenzó a recibir recomendaciones de libros por parte de la bibliotecaria y a entablar conversaciones con la misma.

—¡Kyungsoo hyung! —escuchó que alguien gritaba—. ¡Kyungsoo hyung, espera!

Un chico corría por el pasillo, gritando por el tal Kyungsoo. Chanyeol giró los ojos al escucharlo, no soportaba a las personas escandalosas a excepción de Jongdae. Su molestia creció aún más cuando el chico pasó corriendo a su lado y lo empujó, haciéndolo caer.
No le molestaba tanto estar en el suelo, lo que realmente le molestaba era ver sus libros en el suelo, y sobre todo, uno de sus separadores fuera de uno de los libros. Había perdido la página.

—Me lleva la... —murmuró entre dientes.

—L-lo siento mucho —dijo apenado el chico—. Permíteme ayudarte —dijo acercándose para ayudarle a recoger los libros.

—Sólo déjalo —susurró lo suficientemente audible para ser escuchado.

—Está bien, no es problema para mí —dijo sonriendo y le entregó un par de libros que estaban en el suelo—. Soy Jongin —se presentó.

—Sí, bueno, no me importa —murmuró con el ceño fruncido.

—¡Oh! ¿Estás leyendo "El puente de Clay? —preguntó sorprendido—. ¡Es mi libro favorito! Lo he leído como seis veces, por lo menos. ¿Ya lo has leído antes o es la primera vez? —preguntó entusiasmado y la expresión de Chanyeol se suavizó.

—Eh... Sí, lo he leído antes...

—¡Genial! —dijo sonriendo—. En mi opinión, es el mejor libro de Markus Zusak. Todos le dan toda la atención a "La ladrona de libros", y aunque es un gran libro, "El puente de Clay" es una verdadera obra de arte que merece más reconocimiento, ¿no crees?

—Jongin-ah, ¿por qué tardas tanto? —preguntó un chico de estatura baja, con las cejas tupidas y unos labios en forma de corazón.

—Lo siento, Kyungsoo hyung, ya iba hacia allá —dijo sonriendo apenado—. Fue un placer conocerte,...

—Ch-Chanyeol. Me llamo Chanyeol —dijo apenado.

—Fue un placer conocerte, Chanyeol. Espero que podamos charlar después sobre nuestras preferencias literarias. ¡Que disfrutes de tu lectura! —dijo sonriendo y el corazón de Chanyeol se sintió conmovido.

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He estado bastante indecisa respecto a si debía o no publicar esta historia porque, honestamente, no siento que vaya a ser muy buena, pero he decidido arriesgarme y ver qué sucede, así que espero que les guste.
Como he dicho en la descripción de la historia, las actualizaciones serán lentas. No puedo decir con exactitud qué tan lentas, pero espero puedan comprender.

—Sootiny.

Reading [ CS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora