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XXIV

Ese día, por la noche, saldría de Seúl el avión que llevaría a Kyungsoo a Nueva York. Ya estaba todo preparado: sus pertenencias, pasaporte, pasaje, todo, pero Kyungsoo seguía sintiendo que algo le faltaba, y él sabía perfectamente qué era: le faltaban Chanyeol y Seungsoo.

Quería llorar porque se alejaba de las personas que más amaba, pero sabía que la tenía que aprovechar gran oportunidad que se le estaba dando y que la decisión ya estaba tomada, ya no había vuelta atrás. Sólo le quedaba llegar allá, darle el máximo provecho a esa oportunidad que tanto había deseado obtener y demostrarle a las personas que más amaba que su esfuerzo no había sido en vano, que todo había valido la pena.
De todas formas, le habría gustado que Chanyeol se hubiera ido a despedir de él y no se hubiera despedido de la forma en que lo hizo, aunque le comprendía.

Chanyeol, por su parte, no había podido dejar de llorar en todo el día y tampoco había querido salir de su habitación. No había desayunado y tampoco había querido comer, pero ni Minseok, ni Yixing quisieron presionarlo para hacerlo salir, pues sabían que lo estaba pasando muy mal.

Kyungsoo ya estaba de camino al aeropuerto, eran las 6:00pm y faltaban dos horas y media para que su vuelo saliera. Se había despedido de sus amigos en una mini despedida que los mismos decidieron organizarle. Por supuesto, Chanyeol no asistió, y mentiría si dijera que aquello no le había dolido.
También había ido a visitar a Seungsoo por última vez. Lloró mucho. Porque lo extrañaba, porque lo extrañaría, porque ya extrañaba a Chanyeol y porque extrañaría a sus papás y a sus amigos. La partida le estaba costando mucho más de lo que él había imaginado.

Se puso a pensar en todo lo que había pasado en los últimos meses: había conocido a Chanyeol, había empezado a salir con él después de enamorarse del mismo, conoció también a Jongdae, quien resultó ser en extremo agradable, había conocido a Minseok y a Yixing, quienes siempre le brindaron apoyo, y, por supuesto,... el fallecimiento de su hermano mayor.

Había sido una etapas linda y difícil al mismo tiempo, y esa etapa... Bueno, estaba llegando a su fin y era difícil de procesar.

Sin darse cuenta, ya estaban en el aeropuerto. Kyungsoo y sus padres bajaron del coche y bajaron las maletas. Entraron para hacer registro, chequeo y todo lo que era necesario hacer antes de abordar el avión. Sólo faltaba a que diera la hora para tener que irse.

Chanyeol estaba aún en su habitación. Se encontraba recostado en su cama, mirando el techo, sumido en sus pensamientos. Su respiración era pesada, su cabeza palpitaba y sus ojos ardían de tanto haber llorado.

No había dejado de pensar en Kyungsoo y en que se iría por tanto tiempo. Se preguntaba si volvería a verlo, si podrían volver a amarse y demostrárselo mutuamente, pero más se preguntaba si había tomado la desición correcta al haberse despedido de aquella forma.

Su llanto se detenía momentáneamente, pero nunca tardaba demasiado en regresar. Como si su cuerpo supiera que su cabeza explotaría si no dejaba de llorar por unos minutos, pero luego volvía a pensar en todo y el llanto regresaha. En ese momento, su retorno al llanto se vio interrumpido por el timbrar de sus celular. Era un mensaje de Baekhyun.

Baekhyun
Park Chanyeol, reacciona de una maldita vez, has sido un idiota todo este tiempo, y lo sabes.
Sigues sin agradarme, pero me hago una idea de cuánto lo amas y por eso te estoy ayudando. Aún tienes tiempo, pero es tu última oportunidad antes de perderlo para siempre. Depende de tí.

Junto con el mensaje venía adjuntada la información del vuelo de Kyungsoo.

Se sentó de golpe en la cama al leer lo que ponía. Miró el reloj, eran las 7:03pm. Tenía poco más de una hora para verlo antes de que se fuera, y enfureció porque sabía que Baekhyun tenía razón en todo lo que le había dicho.