XVI

554 95 8
                                    

—¿Realmente necesitas ir, Chan-ah? —preguntó Minseok con preocupación.

—Sí. Todavía hay cosas que quiero conservar y están en casa. Prometo que no tardaré, hyung —dijo sonriendo débilmente.

—No quiero que vayas solo, al menos déjame acompañarte.

—No, Yixing hyung no se siente bien, tienes que cuidarlo para que su fiebre disminuya. Iré rápido y volveré, no tardaré —insistió Chanyeol y Minseok suspiró rendido.

—Está bien, pero llámame si pasa algo, por favor.

—Lo haré —aseguró, tomó una mochila y salió del apartamento de Yixing en dirección a la casa de su papá.

Cuando entró a la casa, procuró no hacer ruido en caso de que su padre estuviera dormido (como la mayor parte del tiempo), y así evitar cualquier tipo de problemas. Cerró la puerta con cuidado y se dirigió a su cuarto.

No sentía ninguna clase de nostalgia, pues se la vivía fuera de casa debido a la agresividad de su padre, sin embargo, había algunos libros y fotografías que no quería perder, por lo que los buscó de inmediato, los guardó en la mochila y volvió a salir de la habitación con el mismo cuidado de no hacer ruido.

—¿En dónde has estado? —escuchó la voz de su padre a sus espaldas y gruñó internamente.

—¿Te importa? —preguntó cínicamente.

—¿Esas son formas de contestarle a tu padre, pequeño idiota?

—¿Esas son formas de vivir? —preguntó señalando la sala de estar, en donde había latas, botellas y envolturas de comida chatarra por doquier, además de cobijas, almohadas, y todo tipo de basura.

—Si no fueras un bueno para nada, yo no tendría que vivir así.

—Ah no —dijo Chanyeol con fingida diversión—. No me eches la culpa a mí de tu miseria, si vives así es porque tú lo decidiste. Que no supieras superar la muerte de tu esposa y decidieras refugiarte en el alcohol y las drogas como un grandísimo imbécil, no es mi problema.

—A mí me respetas, hijo de puta —gruñó entre dientes el señor, tomándolo de los cabellos y estrellando la cabeza de Chanyeol contra la pared.

—Guau, papá —dijo con desprecio—, llamando puta a tu difunta esposa, eso es.

—¿Quieres ganarte una paliza? —preguntó enfurecido— ¿Quieres que te muestre quién manda aquí?

—Mmm —dijo encogiéndose de hombros—. Claramente tú no.

El orgullo del señor Park estaba echo trizas y, debido a que no podía soportar que fuera pisoteado por su propio hijo, estrelló su puño en el labio del menor, que no podía borrar su cínica sonrisa del rostro.

—Que me golpees no va a hacer que tu esposa vuelva, padre. Tampoco vas a hacer que llueva dinero y no vas a vivir mejor. Si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer —dijo zafándose del agarre del mayor para caminar hacia la salida de la casa.

—¿Cómo qué? ¿ir a besuquearte al mariquita de tu novio? —preguntó con burla y Chanyeol se detuvo abruptamente, apretando los dientes con furia—. ¿Qué? ¿Te molesta que le diga así? sólo estoy diciendo las cosas como son. Ojalá y tu niñita tenga tanta valentía y fuerza como tú, ya sabes, no vaya yo a encontrármelo por ahí —dijo con burla.

—Tú le tocas un cabello y eres hombre muerto —amenazó furioso.

—¿Ah sí? ¿y qué me va a hacer un niñito de... ¿qué? ¿17 años?

Reading [ CS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora