Reading [ CS ]

XVIII

—Kyungsoo y yo queremos irnos de viaje también, ¿puedo? —preguntó Chanyeol, mientras veía a su hermano guardar unas prendas en el armario.

—¿A dónde?

—Todavía no lo decidimos.

—Sí, no hay problema, mientras me mantengas al tanto de todo.

—Claro —dijo sonriendo con emoción—. ¿Cuándo se irán Yixing y tú?

—En ocho días. ¿Y ustedes?

—Todavía no estoy seguro, hay muchos detalles que no hemos concretado. Te avisaré. ¿Puedo decirle que venga?

—Adelante —dijo el mayor sonriendo y Chanyeol sonrió también, para después salir de la habitación de la pareja y dirigirse a la que era suya por el momento.

Soo-aaaaah

Soo :)
Hola, Channie, ¿qué sucede?

Minseok hyung ya me dio permiso para ir contigo de viaje. ¿Quieres venir para que veamos a dónde y cuándo?

Soo :)
¿Ir a dónde? ¿A tu apartamento?

Sí

Soo :)
Está bien, voy para allá. Llegaré en 10 c:

Te espero ♡

Kyungsoo tomó su celular, cartera y audífonos, junto con sus llaves y una hoodie por si le daba frío y salió de su casa luego de avisarle a sus papás que iría a casa de Chanyeol.

Tomó el autobús, se sentó en uno de los asientos traseros y se puso los auriculares.

Tal y como había prometido, llegó diez minutos después o un poquito menos.

Channie, ya estoy abajo

El mensaje marcó las dos palomitas azules, pero no fue contestado. Un par de minutos después, Chanyeol salía del ascensor y saludaba a Kyungsoo con un fuerte abrazo y un beso en la frente.

—¿Vamos arriba? —preguntó Chanyeol y el menor asintió.

—Hola, Minseok hyung —saludó Kyungsoo cuando entraron al apartamento.

—Hola, Kyungsoo-ya, qué gusto verte de nuevo. ¿Cómo has estado?

—Muy bien, gracias, ¿y usted?

—También muy bien. Adelante, ya sabes que estás en tu casa —dijo sonriendo.

—Gracias —respondió Kyungsoo sonrojado.

—Vamos a mi cuarto —dijo Chanyeol y Kyungsoo asintió.

—Con permiso, hyung —dijo sonriendo apenado y Minseok asintió, también sonriendo.

—Puedes acomodarte, Soo-ah —dijo el mayor cuando entraron en su habitación.

Kyungsoo le sonrió en agradecimiento y se sentó en la cama, esperando que el mayor se sentara junto a él.

—Había pensado que podríamos ir a Roma. Recuerdo haberte escuchado decir que te gusta mucho y que quisieras visitarlo.

—¿Estás loco? ir a Roma es muy costoso, además, también debe gustarte a tí, podemos escoger algo juntos.

—También quiero ir a Roma, Channie, quiero ver el Coliseo Romano y también me gustaría visitar el Vaticano. Además, sé que conoces mucho sobre la historia de ahí y me gusta escucharte hablar sobre tus intereses, me hace sentir feliz.

—Siempre dices algo que hace que me den ganas de llorar —admitió Chanyeol, sacándole la lengua y Kyungsoo rió, para después abrazarlo y besar su mejilla.

—Me gustaría que nos fuéramos en cuanto terminen las clases, nos queda sólo esta semana, así que tenemos tiempo para preparar lo necesario.

—Me parece una idea excelente. ¿Cuánto tiempo te gustaría ir?

—Podríamos ir una semana, y luego viajar a otra ciudad de Italia. Me gustaría ir contigo a Venecia.

—Venecia será —dijo sonriendo emocionado—. No puedo creer que al fin saldré del país, y mejor aún, que será contigo.

—También es mi primera vez saliendo del país. Me da gusto que vivamos primeras experiencias juntos.

Chanyeol sonrió enormemente. Su corazón latía con fuerza y sus mejillas se sentían calientes. Su cabeza sólo gritaba Kyungsoo y sus ojos no podían dejar de mirar al menor. Parecía que no existía nada ni nadie más en el mundo que Kyungsoo, y se sentía dichoso de tener el amor de esa personita que lo hacía tan feliz. La felicidad y el amor tan enorme que sentía, hacían que tuviera inmensas ganas de gritarle al mundo lo afortunado que era por tener a Kyungsoo en su vida.

Kyungsoo se sonrojó al darse cuenta de que, nuevamente, Chanyeol se había quedado mirándolo como si fuera lo más preciado del universo -y lo era para Chanyeol-. Sonrió avergonzado y desvió la mirada, pero Chanyeol lo tomó del mentón para que volviera a verlo a los ojos. Se acercó a él y lo besó, acariciando su mejilla en el proceso.

Los ojos de ambos estaban cerrados. Sin embargo, Chanyeol podía sentir cómo las lágrimas se acumulaban en sus ojos por todos los sentimientos que estaba experimentando al mismo tiempo. Se sentía amado, feliz, embelesado, emocionado, enamorado, encantado, y todos los adjetivos que se le parecieran, todos al mismo tiempo. Todos por Kyungsoo y para Kyungsoo.

—Lamento interrumpirlos, pero vengo a avisarles que saldré a hacer unos encargos que me pidieron del trabajo y llegaré en un par de horas. Yixing probablemente llegará antes que yo, pero mientras, se quedan solos. Hay comida en la cocina, pueden preparar lo que gusten.

—De acuerdo, hyung, gracias —dijo Chanyeol sonriendo con diversión, pues Kyungsoo tenía la cabeza agachada y sus mejillas estaban tan sonrojadas que parecía que iban a explotar en cualquier momento.

Sin más qué decir, Minseok salió de la habitación de su hermano después de despedirse de ambos y de advertirles que no quería enterarse de que se corrompieron mutuamente, y salió del apartamento.

—Eres adorable cuando te sonrojas —se burló el mayor.

—Cierra la boca, qué vergüenza —dijo sonrojado y golpeó el brazo de Chanyeol.

—¿Sabes? a veces en serio pienso que eres un bebé. Nos atrapó besándonos, Soo-ah, no teniendo se... —Kyungsoo lo interrumpió tapándole la boca. Sus mejillas volvieron a tornarse tan rojas como cerezas.

—¡No lo digas! —dijo frunciendo el ceño— ¡Eres un idiota! ¿Cómo puedes decir eso tan... descaradamente?

—Es normal, bebé —dijo encogiéndose de hombros—. Todas las parejas lo hacen. Algún día tú y yo también lo haremos —dijo guiñándole el ojo.

—¡Cállate! ¡Deja de decir esas cosas! —exclamó cubriéndose el rostro con ambas manos, recostándose en la cama bocabajo para dar patadas a la nada.

Chanyeol soltó una carcajada cuando lo vio hacer aquella rabieta y sintió su corazón encogerse por la ternura. Se recostó junto al menor y lo abrazo con fuerza y al mismo tiempo, con cuidado de no lastimarlo.

—No te enfades conmigo, Soo-ah, sabes que me encanta molestarte —dijo riendo levemente.

—Eres el más grande de los tontos, ¿sabías? —dijo abultando los labios, mientras rodeaba la cintura del mayor con sus brazos y escondía el rostro en su pecho.

—Lo sé —dijo satisfecho y volvió a dejar un beso en la cabeza del pequeño—. Te amo, Soo-ah.

—Yo también te amo, pero no amo cuando te burlas de mí —dijo en un gruñido, fingiendo molestia y Chanyeol volvió a reír.