XII

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Chanyeol había llegado a la escuela con enormes ojeras y los ojos hinchados. Sabía que Kyungsoo no iría a la escuela ese día, por lo que se encargaría de conseguir apuntes y deberes para contestarlos y entregarlos por él. Quería que la escuela terminara justo cuando acababa de empezar, y no sabía cómo haría para sobrevivir el resto del día.

—Te ves terrible —señaló Baekhyun, pero Park no contestó—. ¿Qué te pasó?

—Como si te importara realmente —susurró sin mirarlo, estaba muy cansado como para ponerse a discutir con él.

—¿Sabes algo de Kyungsoo? Me quedé ayer con la preocupación y no contestó mis llamadas —volvió a hablar Baekhyun, pero Chanyeol no respondió.

Jongin
¿Kyungsoo hyung no vino? :(

No.

Jongin
¿Sabes por qué? :(
¿Sabes lo que le pasó ayer? :!

Sí. Hablaremos en el receso.

Jongin
Está bien :(

Chanyeol guardó el celular en el bolsillo de su pantalón, pues no quería apagarlo en caso de que Kyungsoo o sus papás necesitaran algo.

En esos momentos, 9:30am específicamente, Kyungsoo debía estar en el velorio con su familia, a unas horas del entierro. Se lamentó por no poder estar ahí, pero sabía que no podía ir. Primero porque no era parte de la familia, y segundo porque necesitaba los apuntes y deberes para Kyungsoo. Lo que menos quería era que el pequeño se estresara por algo más.

—Oye, sé que no nos llevamos mucho, pero ya me preocupaste —volvió a hablarle Baekhyun al verlo mirar la página en blanco de su cuaderno—. ¿Qué te pasa? ¿Es por lo de Kyungsoo ayer? ¿A dónde te lo llevaste?

—Se los diré en el receso. Deja de molestar —susurró.

Después de las primeras horas, finalmente llegó el receso. Baekhyun salió del aula detrás de Chanyeol y ambos caminaron a la cafetería, donde ya se encontraban Jongin y Sehun.

—¿Y Kyungsoo? —preguntó Sehun.

—No vino. Chan hyung nos dirá por qué, ¿cierto? —habló Jongin y el nombrado asintió.

—¿Alguna vez conocieron al hermano de Kyungsoo?

—No —respondieron los tres.

—Sólo escuchábamos de él —agregó Sehun.

—Kyungsoo no se los dijo para no preocuparlos, pero tenía cáncer —informó con la voz ronca—. Su madre fue quien le llamó, su hermano falleció ayer.

Dicho esto, Chanyeol se alejó de ellos y se dirigió al jardín en el que pasaba casi todo el tiempo con Kyungsoo. Se sentó debajo del árbol y recargó su cabeza en el tronco de éste, suspirando al hacerlo.

Se preguntó cómo estaría Kyungsoo, si ya habría desayunado, si habría logrado calmar su llanto y cómo estaría sobrellevando todo esto.
Al pensar en ello, un nudo se volvió a instalar en su garganta y estuvo a punto de comenzar a llorar, pero se puso de pie y se dirigió a la biblioteca en busca de su otro amigo.

Lo encontró en un rincón cerca de los estantes de los libros de historia, pero no estaba solo y se sintió sorprendido al ver que quien lo acompañaba era Baekhyun. El último se encontraba cabizbajo, tenía una expresión de tristeza, y Jongdae lo abrazaba por los hombros mientras dejaba infinidad de besos en su cabellera rojiza.

¿Serán pareja? Se preguntó, pero se olvidó rápidamente del tema y salió de la biblioteca nuevamente.

Al no querer interrumpir a esos dos, decidió que lo mejor sería ir a ver a su hermano a la oficina. Para suerte suya, quedaba a diez minutos de la escuela a pie por lo que no fue mucho problema llegar.
Cuando entró al edificio, saludó a la recepcionista que ya lo conocía y tomó el ascensor al décimo piso, que es en el que se encontraba Minseok.

—¿Chanyeol-ah? ¿qué haces aquí? —preguntó al verlo entrar a su oficina—. ¿No es horario de clases?

Chanyeol dejó caer sus pertenencias en el sofá y se acercó al ventanal para contemplar la vista de Seúl.

—¿Sucedió algo? —preguntó acercándose al menor—. ¿Pasó algo con tu novio?

—¿Cómo sabes que yo...? —preguntaba sin mirarlo y fue interrumpido.

—Los vi en el subterráneo el otro día. Él dormía en tu hombro mientras tú recargabas tu cabeza en la suya y tenían sus manos entrelazadas —explicó.

—Aún no es mi novio —susurró.

—Pero quieres que lo sea —dijo sonriendo levemente y el menor asintió, todavía sin mirarlo—. ¿Sucedió algo con él? ¿pelearon? —Chanyeol negó.

—Ese día que nos viste fuimos al hospital a visitar a su hermano con cáncer —susurró—. Ayer en la escuela su madre le llamó y tuvimos que ir al hospital de nuevo —su voz se cortó y pasó saliva—. Kyungsoo estaba llorando mucho, y sus papás también, y Seungsoo se veía tan débil, y luego Seungsoo me pidió que le leyera por última vez, y... y se fue, hyung —susurró rompiendo en llanto, sollozó, y Minseok se acercó a él para abrazarlo—. Seungsoo se fue, y Kyungsoo y sus papás están destrozados, y yo no puedo estar ahí para ellos porque es un momento que deben pasar en familia, y no sé cómo consolar a Kyungsoo porque yo también estoy destrozado aunque no como él, y no sé qué hacer con todo esto, hyung, por favor ayúdame, ya no sé a quién más recurrir.

—Lo siento tanto, hermanito —susurró acariciando la espalda del menor que se sacudía por la intensidad de sus sollozos.

—Él también era como mi hermano, y ahora ya no está, y Kyungsoo está roto y no sé cómo repararlo, y verlo llorar me rompe a mí también, hyung. Duele tanto verlo triste y... Y yo sólo quiero que sonría, pero tengo miedo que después de esto le sea tan difícil. ¿Qué hago, hyung? Por favor —suplicó entre llantos.

—Sólo tienes que estar ahí junto a él, Chan —susurró tomándolo de las mejillas para mirarlo—. Él no necesita que lo repares, no necesita que intentes consolarlo, sólo necesita que estés ahí para él y ese será el mejor consuelo que él podría recibir. Va a ser difícil, por supuesto que sí, pero van a atravesar esto juntos y eso es lo que importa.

—Te quiero, hyung —susurró entre llantos—. Sé que nunca te lo dije, pero en verdad lo hago. Lo siento por haber sido grosero y distante todo este tiempo, lo siento por los problemas que te he causado cuando tú me has dado todo lo que nuestros padres no me dieron, lo siento por dejar que tú cargaras con todo por tu cuenta, lo siento tanto, hyung. Seungsoo... me hizo darme cuenta de lo valioso que es tener un hermano, y de lo afortunado que soy de tenerte, y me reprendo por no haberme dado cuenta solo y más pronto, pero prometo cambiar, hyung. Por favor no me dejes también —dijo entre sollozos y volvió a abrazarse a su hermano.

Chanyeol no recordaba haberse sentido tan devastado nunca antes, ni siquiera recordaba la última vez que había llorado de esa forma, pero se sentía débil y pequeño en esos momentos, y estar entre los brazos de su hermano mayor, era un inmenso consuelo para él.

—Tranquilo, Chanyeol-ah —susurró Minseok con la voz rota—. Siempre supe tus razones y te comprendí, no hay nada de qué disculparse. Yo también te quiero, hermanito, y mucho. Nunca te dejaré.

Reading [ CS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora