34. Resiliencia

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Capítulo 34.
Resiliencia

"¡Arriesga!, ¡Arriesga lo que sea!, Despreocúpate por las opiniones de los demás, por esas voces. Haz lo más difícil del mundo para ti."— Katherine Mansfield.

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"No merece pertenecer aquí."

"¡¿Ya viste su bolso?!"

"Apuesto que sus padres la corrieron de la herencia y es la típica chica millonaria que pagará por sus calificaciones teniendo un historial limpio."

"Viene a burlarse de nosotros con su dinero."

Esos eran los comentarios que ella escuchaba y toleraba a diario.

No importaba.

Ella venía a aprender como ellos la Ingeniería básica. Claro, podía pagarse una escuela de prestigio, pero en este caso, necesitaba ser lo más discreta posible. En un lugar donde nadie la conociera.

¿Qué hacía allí?

Lo normal: quería aprender un poco sobre la tecnología y la electrónica porque se había dado cuenta que no era lo suficiente en el trabajo como secretaria de Hiccup. En el tiempo que había estado en Australia, debía admitir que sentía cierta envidia ver al castaño hablando con Stormfly sobre temas en las que ella desconocía casi por completo.

Odiaba sentirse así: no pertenecer a algo.

Claro, esto solo era porque Hiccup estaba de por medio.

Para dejar esa incertidumbre, Astrid había decidido buscar una escuela pública sobre la Ingeniería una vez que regresara a su país. Claro, esto era un secreto y nadie más que ella lo sabía.

Aunque eso significó algunos problemas para ella. Su horario era apretado, y ya no podía quedarse horas extras con Hiccup. Utilizaba la excusa de que su abuela la necesitaba en las tardes y noches para hacer que no sospechara nada.

Pero todo eso se perjudicó mucho más cuando su abuela hace una semana le dijo que le devolvería la empresa para que ella misma ejercitara su labor de jefa.

Para no presionarla de golpe, le había dado un mes disponible para que pudiera ir acoplándose a aprender algunos métodos y preparar los papeles de renuncia.

Sí, tenía que dejar a Hiccup.

Le dolía pero, era algo donde ambos estaban conscientes de que sucedería tarde o temprano. Aún así, tenía que acabar con sus cursos y hacer unos cuantos movimientos más.

Pero, también estaba el tema de noviazgo. Llevaban nueve meses y contando y aún no podía animarse a decirle que estaba lista para ese paso. Estaba más que segura en que quería pasar su tiempo con él, aprender nuevas cosas juntos.

— ¡Muevete!— Sintió un golpe empujarla contra la puerta. Sintió enojo por esa falta de respeto, pero en ese lugar ella era una simple mujer entre varios hombres y ya.

Existían pocas mujeres, cuatro para ser exactas. Pero ninguna se juntaba con ella por el simple hecho de juzgarla.

— Bien jóvenes, les daré las indicaciones para el producto integrador para el día de mañana.

Era momento de triunfar para ella misma. Esa era su meta en la actualidad. Esperaba lograrlo más pronto.

—— 💙 ——

Terminó su proyecto a las 4:50 de la mañana.

Caminó a su cuarto y se recostó en su cama, cerró los ojos antes de sentir 10 minutos después su alarma sonar. Tenía que arreglarse para ir con Hiccup.

Perfecta(1° Temp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora