Capítulo 27.
Resultados"Los grandes golpes de la vida no son para derrumbarte, son para enseñarte una verdad que no percibías."
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Abrió los ojos con pesadez, ¿Cuánto tiempo llevaba dormida? No lo sabía.
Podía ver el mediodía brillando en el cielo, mientras que a la lejanía se podía observar que pronto unas nubes dejarían el panorama grisáceo.
A pesar de que recién se levantaba, aún se sentía demasiado cansada como para querer levantarse de la cama.
Quería cerrar los ojos nuevamente y entregarse a los brazos de Morfeo, pero sabía que esa no era su personalidad. Ella siempre debía estar lista y preparada antes del primer rayo del Sol iluminando la Tierra. Debía admitir que estaba sufriendo cambios que no la ayudaban, necesitaba concentrarse.
— ¿Ya te encuentras mejor?— Preguntó aquella voz.
Sonrió cansada antes de asentir con la mirada. Era mentira, pero no quería preocupar a Hiccup. Pero al parecer, su mirada le mostró que esperaba más respuesta que un simple movimiento de su cabeza.
— Me duele la espalda y me siento ahora gorda.— Musitó con desanimó acariciando su bulto en el vientre. Se levantó de su cama.— Quizás mi tía tiene razón, estoy gorda.— Se respondió así misma observándose en un espejo mientras que el castaño se acercaba tras su espalda.— ¿Tú también me ves gorda?
— Por supuesto que no. Sólo estás inflamada un poco.— Contestó con suavidad. A diferencia de los demás, él prestaba atención a cada una de las reacciones de Astrid y eso lo había ayudado a prevenir peleas entre ellos.
La guió a sentarse nuevamente en su cama y se colocó de rodillas en el suelo frente de ella. Tomó con ternura sus manos, mientras la veía llorar.
— M'Lady, no llores.— Suplicó suave eliminando sus lágrimas.
— ¡¿Por qué no puedo llorar?!— Exclamó molesta mientras más lágrimas caían.— ¡Nuestra familia está aquí, de por sí ya estabamos en nuestros planes de vacaciones y se les ocurre arruinar todo!
— ¿Es lo que necesitas?, ¿Unas vacaciones?— Preguntó sin soltarle las manos aún. Quizás no era nada anormal sus comportamientos, podrían derivarse del estrés. No habían salido últimamente.
— Sí. Este país me tiene atrapada, quiero salir. Quiero respirar. Quiero sentirme libre. Pero... Ay, Dios, sí estoy teniendo cambios de humor.— Musitó molesta e irritada.— Odio no poder controlarme. Hiccup, algo me está pasando.
— Lo sé. Pero no te preocupes, esta misma tarde te acompañaré al doctor.— Informó suave.— Dime algo Astrid, ¿Está en tus planes ser mamá?
— ... No. Bueno sí, ¡Pero no ahora!— Comentó.— Hiccup, me he estado cuidando también. Tienes que creerme a mí. No creo estar embarazada.
— Lo sé. También he estado cuidando de nosotros, y no ha existido una sola vez que se me haya pasado cuidarte.— Agregó pensativo.— ¿Crees que a lo mejor...
— ¡Dioses no!— Negó de inmediato entendiendo su pregunta.— Siempre he confiado en ti. Dudo que se te haya pasado... O... Será mejor ir de una vez a ese doctor. Necesitamos quitarnos el peso de la duda.
Ella necesitaba la claridad. Y no la iba a encontrar si suponía diferentes situaciones que quizás no pueda ser ninguna de ellas.
Más que cansada por su estado, estaba cansada de no saber más.
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Perfecta(1° Temp)
RomanceSi existía una perfección en su mundo. Sería simplemente ella. Astrid Hofferson. ¿Quién diría que el amor estaría en la entrada de un evento casual? Su primer encuentro no fue en un parque, ni en una feria, ni dentro de una fiesta. Pero así como...